Partida Rol por web

Pang Wei se agarró la barba al escuchar a Bomei.

—Anoche fuiste atacada por personas que se difuminaron como sombras—repitió el hombre—. Y no avisaste a nadie.

Aunque en su tono no se notaba atisbo de reprimenda, la Shangu Shouhu sabía muy bien que lo era. Y también que cualquier excusa que diera sería insuficiente y que debía de esperar algún tipo de castigo. Pang Wei era un hombre bondadoso pero también severo.

—Un ataque coordinado en varias villas de Tiangulong. Posiblemente a todos los Shangu Shouhu. Aunque la Gran Sombra siempre está ahí, si hay alguien capaz de organizar un ataque como éste, es nuestro ancestral enemigo. El Clan del Alba y el Ocaso. Y eso sólo puede significar una cosa.

Sorprendida por la respuesta de Pang Wei, Bómei sintió como un escalofrío le recorría su cuerpo de arriba abajo. ¿Acaso eso significaba que el clan del alba y el ocaso estaba de vuelta? No tenía miedo de que eso pudiese pasar, es más, despertaba su curiosidad. Pero también conocía de sobra que los ataques de ese clan, produjeron el nacimiento de los Shangu-Shouhu, el Long-Jinbiao y el Shangu-Baohu.

A Bómei ese pensamiento si le inquietaba ya que, lejos de llevar la vida apacible que Pang Wei había querido para ella, la joven Shangu Shouhu sería probablemente enviada a investigar estas incursiones enemigas y encontrar la fuente de dichos ataques. Con lo cual debería ser aún más precavida, si no quería que descubriesen el símbolo de su frente.

- Maestro ¿Qué más me puede contar sobre ese clan? –preguntó Bómei que, aun sabiendo todo lo recogido por los libros de historia, quería indagar más de aquellos a los que deducía que se tendría que enfrentar en un futuro muy próximo.

—No es mucho lo que puedo contarte. Y mucho menos lo que no sepas. Los supervivientes de la purga de Tai Yue huyeron de Tiangulong y se organizaron en torno al clan. Durante mucho tiempo intentaron hacerse con el control del valle, pero siempre fracasaron. Durante esa época tanto el Shangu-Baohu como los Shagu-Shouhu solían vivir en el Baohu-Yousai. Pero desde el hundimiento del Paso de los Cielos no habíamos vuelto a saber de ellos. Y han pasado ya muchos siglos.

Pang Wei arrugó la frente.

—Si son ellos los que están detrás de todo, significa que ya están en el valle. Y de ser así mucho me temo que nuestro actual Shangu-Baohu esté  en problemas. Deberías prepararte. Voy a proponer al resto de villas que los Shangu-Shouhu vayan a Baohu-Yousai—parecía que el maestro no iba a decir nada más cuando añadió—. Ya hablaremos a tu vuelta.

Estaba claro que más allá de la amenazante situación, Bomei recibiría un castigo.

Escuchó con atención todo lo que Pang Wei le dijo, efectivamente, no había nada nuevo que no hubiese leído ya en cualquiera de sus libros.

Le preocupaba la situación pues, aunque se sentía preparada, la incertidumbre de no saber si se enfrentaría a algo más peligros de lo que ya había hecho estaba ahí. Y eso provocaba que se cuestionase aún más cosas.

De todas maneras, Bomei no era el tipo de mujer que se angustiase ante los problemas, mas bien disfrutaba analizándolos y buscándoles una posible solución. Por eso con una leve inclinación de cabeza, en señal de obediencia y respeto, se despidió de Pang Wei diciendo:

- Entendido maestro.

Y rapidamente fue a preparar sus cosas, tras abandonar la habitación de su maestro.

Había llegado el momento. Después de la derrota del Long Ji-biao los Shangu-Shouhu mantenían su posición para situaciones como ésta. Cuando el mal afloraba en el valle o cuando el Shangu-Baohu caía llegaba su momento. Y si algo estaba claro es que estaban ante una de esas dos posibilidades. Una sombra se cernía sobre Tiangulong y tenían que disiparla antes de que fuera demasiada tarde.

Bomei continúa aquí.