No pudo evitar asentir a las palabras de Colablanca, pues tenía razón y estaban cargadas de sabiduría, aunque tampoco podían negar que la precaución de la Ogra era digna de admiración pero en el centro está el equilibrio. –¿ Os acercaríais sola al edificio sin saber lo que ha ocurrido y con todos esos rumores asaltando a cada paso...?... – Sus palabras fueron a la Orca antes de suspirar, él no lo habría hecho sin duda alguna.
Es un placer que nos acompañe Baohu-Gonying Chang...haced lo que la Shangu-Shouhu os ha pedido y contadnos todo lo que sabéis por favor...si vamos a tomar el camino de frente como el Shangu-Shouhu Donag ve correcto y los demás coinciden como la Shangu-Shouhu Bomei al creer que no hay un ataque previo o que algo malo a pasado, es mejor tener toda la información posible...- Le dedico una sonrisa a la chica mientras seguía moviéndose lentamente hacia la torre en cuestión, era mejor no demorarse demasiado.
La atención de Ogra pasó a Qiang, lo miró entre confusa y sorprendida por la pregunta del pequeño monje.
—Se supone que es su trabajo —dijo rascándose la cabeza, completamente extrañada de que tuviera que explicar eso cuando, al menos a su entender, asegurarse que el Shangu-Bahou no la pifiara más de lo que ya la hubiera pifiado era el cometido de todos los presentes.
Bomei devolvió el saludo a la recién llegada de manera respetuosa y dijo tras la presentación de la joven:
- El honor es nuestro.
Tras eso, y mientras los otros Shangu-Shouhu dialogaban, se acercó a Chang Wuang.
- Por favor, guíanos –le dijo de manera amable mientras abría uno de sus pasos para que la joven les marcase el camino.
Había notado la verdadera preocupación de la Baohu-Gonying, así que por el momento omitió la pregunta que le surgieron sus palabras. Sin embargo, la misma le rondaba por la cabeza. - ¿Un mes entero sin saber nada de Randkai? ¿Acaso el Shangu-Bahou no requería de ningún tipo de asistencia?
Bomei continuó caminando sumida en sus pensamientos.
Donang estuvo tentado de noquear a Ogra para que dejase de ofender a una gulong con tan honorable titulo. Se detuvo, por autocontrol, pero también porque la semiorca no hablaba por ellos, la deshonra por su comportamiento seria solo para ella y su templo.
Como todos habían hablado Donang se limitó a hacer una respetuosa reverencia. Espero con tranquila paciencia las respuestas de la Baohu-Gonying a las acertadas preguntas de sus compañeros... Bueno, y a las nada veladas acusaciones de Ogra.
¿Como esperaba que cualquiera sin entrenamiento especifico marcial y espiritual, al menos que ellos supieran, se metiera en dicho riesgo? Aquellas sombras habrían terminado con cualquier gulong corriente. La Baohu-Gonying se dedicaba sobretodo a alimentar al Shangu-Shouhu, no era su guardia personal.
Bai Hu levantó la zarpa a modo de saludo. Lo cierto era que más allá del momento ceremonial del moutai, el félido era muy llano y campechano.
—Tranquila Chang, estás entre amigos. Además, a este grupo le falta un representante de Hun-Lun, ¿no creéis?
Chang no se mostró intimidada ante las inquisitorias preguntas de Ogra. Las aguantó estoicamente para acabar sonriendo al escuchar como la mayoría de los Shangu-Shouhu estaban de acuerdo con que se uniera a ellos.
—Muchas gracias—dijo sinceramente haciendo una nueva reverencia—. Nadie a ido a Baohu-Yousai en estos tres días. Los maestros decretaron por unanimidad que esa era vuestra tarea. ¿Por qué alguien usurparía vuestra labor? De la imprudencia solo ocurre el accidente. De la gloria robada solo nace el deshonor.
La joven hizo una pausa.
—Como ya os he dicho, hace un mes que no sé nada de Randkai. En mi última visita a la torre, siguiendo sus instrucciones, le traje víveres para siete semanas. Era la primera vez que pedía algo así, pero no es el primer Shangu-Baohu que aprovecha su guardia para la contemplación introspectiva. Según cuentan las historias, así fue como Wan alcanzó la gracia y tomó su lugar junto a Shou-Kung. Ha pasado un mes desde entonces, así que cuando supe de vuestra reunión, decidí viajar para encontrarme con vosotros. Y aquí estamos ahora.
Asintió a las palabras Baohu-Gonying, pues las encontró certeras por completo.
Además, lo que Chang Wuang comentó posteriormente, resolvió el misterio de por qué nadie se había acercado en tanto tiempo a la torre. Sin embargo, para la rutina diaria de Bomei, que alguien pudiera pasar días por completo meditando le resultaba contradictorio. Aun así, consideró respetable que cada cual utilizase su tiempo como quisiese.
- ¿Alguien fue atacado en Hun-Lun? –preguntó finalmente, solo por cerciorarse de que solo atacaron a los Shangu-Shouhu.
Rikititski asintió saludando a su nueva compañera.
- Estoy de acuerdo con las palabras de Bai Hu. Y al mismo tiempo comparto la sabiduría de las palabras de Chang.
Tras lo cual sin grandes cosas que aportar y prefiriendo guardar un respetuoso silencio siguió al grupo.
Había buenas preguntas pendientes, así que Donang simplemente ando con un tranquilo semblante al lado de sus compañeros.
—No hubo ataque—dijo Chang negando con la cabeza—. No hay Shangu-Shouhu en Hun-Lun así que...
La Baohu-Gonjin dejó la frase sin acabar con un silencio elocuente.
En abierta desaprobación pero resignada a la voluntad del grupo Ogra adelanto el paso, poniéndose en cabeza con los brazos cruzados detrás de la nunca. Era obvio que por el momento no tenia ganas de participar más en la conversación, aunque todos escucharon el enfurruñado gruñido que murmuró por lo bajo.
—¡Ahora vamos a necesitar un templo entero de monjes para despertar a Randkai de su siesta...!
Estaba ansiosa por llegar a la torre y esclarecer aunque fuera un poco el asunto.
Con una leve inclinación de cabeza, agradeció la presta respuesta de Chang Wuan.
Para Bomei, que no hubiese acaecido un ataque en Hun-Lun, ratificaba su pensamiento de que todo había sido un movimiento para llevarlos hasta allí. Y a la vez que se cerraban algunas cuestiones, otras iban apareciendo en su cabeza.
Sin embargo no se sumergió en sus pensamientos esta vez, sino que siguió escuchando con atención lo que sus acompañantes iban diciendo.
Asintió a la chica mientras sus caminos iban acercándolos a la torre, afianzando aquella idea que suponía todos los demás compartían de que ellos habían sido los únicos receptores del ataque por alguna cuestión que aún no conseguía descifrar, pero que suponía que con el tiempo irían desvelándose, no debía ponerse ansioso la respuesta aparecería cuando fuera necesario, ni antes ni después.
Sera un placer ayudarte y que seas nuestra acompañante...Chang... – Sonrío amablemente.
Con la adición de Chang, el reforzado grupo de monjes continuó su viaje hacia Baohu-Yousai. Había muchas dudas, demasiadas, y muy pocas certezas. Y como bien decía el sabío, la ignorancia es más peligrosa que la más afilada de las espadas. Tenían que obtener respuestas cuanto antes.
El grupo continúa aquí.