Lo miro marcharse cerrando los ojos para descansar aun sintiéndose herido y enfermo, aunque tenía una tremenda curiosidad por saber más de aquel Clan tras la mención de su padre, pero estaba demasiado agotado como para ir esa misma noche. Se repondría primero y quizás con la primera luz del alba podría a buscar algún tomo donde pudiera saciar su curiosidad antes de que su padre llegase para hablar con él.
Qiang no tardó en dormirse tan cansado y herido como estaba. En su corazón sabía que un peligro se cernía sobre el valle, nada de lo ocurrido era normal, pero de momento sobrevivir y avisar del ataque era todo lo que podía hacer. Los siguientes pasos vendrían a partir del día siguiente, cuando su padre recibiera respuestas.
Qiang continúa aquí.