—No pelearé en un duelo con nadie —respondió sin ánimo.
El pensaba igual que Zagran con respecto a Dio porque lo que asintió a todos sus palabras pero no pudo evitar negar con la cabeza cuando votó por la capitana Heidi.
Según todos fueron votando se dió cuenta de que el también quería hacerlo.
—Buena elección camarada —apoyó a Alric en voz alta.
Ioanna escuchó a sus compañeros esgrimir pobres argumentos para definir por qué escogían el navío que escogían. ¡Es como buscar explicar y argumentar por qué una persona gusta de comer fruta! ¡¡No tiene sentido explicarlo!!
- En mi caso, y como ya les hice saber desde un principio, ha sido el segundo navío el que más me ha gustado.
Seguramente varios de sus compañeros veían venir su decisión, pero a la arcanista le resultaba indiferente y, si finalmente ganaba el primer navío, ella sería la primera en quejarse por haber dado tantas vueltas para, al final, volver al punto de partida.
Zagrán miraba a todos con una mezcla de sorpresa y desazón. Si tan rápido habían caído algunos a las apariencias, entonces podía sentirse más solo aún.
-¿Saben lo que significa haber regresado de las Islas Serpiente? Porque espero que recuerden a dónde nos dirigimos y a quién seguimos el rastro- preguntó, porque tal vez había pasado por alto ese detalle no menor -Ni el Segador, ni Dio, ni la tal Pielac con sus soldaditos sobrevivirían... estoy prácticamente seguro- agregó -Que la capitana se haya retirado, no quiere decir que no vuelva, después de todo, ¿acaso no hacen magia?- lo dijo abriendo los brazos, y mirando a cada uno con una leve sonrisa.
Se daba cuenta que si no lo apoyaba nadie más, terminarían navegando en el barco que era claro que la Compañía quería que viajaran. Es más, podía poner las manos en el fuego azul que la capitana Heid no se llevaba bien con la Compañía... cuestión que siempre era una ventaja en esas situaciones donde había botín de por medio.
Me dieron ganas de agregar un poquito de debate, más que sólo una votación ^^
Aunque lo que comentaba Zagran tenía algo de sentido. Aunque él se limitó a argumentar —A la más mínima, un barco tan viejo cedería ante cualquier adversidad: sea una tempestad o un combate. Por más preparada que estuviera la capitana.
—Pero esa es mi ignorante apreciación —se encogió de hombros. El nada podía hacer —Si, todavía quiere insistir puede batirse en duelo con La oidora Anumi.
Muy a su pesar, todo apuntaba a que sí saldría el primer navío y no podía evitar sentir cierta rabia por ello, al tiempo que no podía evitar estar de acuerdo con Dinar.
- Señores. - comenzó - No es que me disguste tener la razón, ¿Pero de verdad van a escoger el primer navío cuando parece que se vaya a caer a trozos ante el mínimo oleaje?
Ioanna miró a sus compañeros de soslayo, dudaba enormemente que alguien fuese a hacerle el más mínimo caso. No lo habían hecho antes, por qué habrían de hacerlo ahora, ¿No? Pese a todo, eran ya tres personas las que discrepaban con el resultado, si tan sólo se pusiesen ellos de acuerdo, sería suficiente para escoger otro navío, como el segundo...
Camila es la mas sensata, piensa como yo. Al resto los escucho pero me causan gracia.
Yo también he ido a las islas serpientes, de allí vino mi fiel amiga Morgatz, no niego que tiene su mérito salir de allí con vida, pero no por eso voy a subirme a un barco destrozado. Además Heid nunca cederá en su orgullo, lo se porque es como yo en eso, así que es en vano que Zagrán insista con ese barco.
La mole inmóvil y acorazada afortunadamente no tienta a nadie excepto a Ioanna, cuyo único argumento es que le gusta el estilo, demasiado macabro a mi gusto. No se de dónde ha sacado esta mujer que el barco de Dio no soportará una ola, supongo que recurrirá a todo para convencer a otros de que se le unan, pero dudo que inventando esas cosas vaya a lograrlo.
A los encapuchados les gusta la disciplina, no los culpo, estudiar en la biblioteca ha de ser tan aburrido como vivir contracturada por mantenerse derecha e inmóvil por horas, mirando hacia adelante y sólo diciendo "sí señor". La tripulación parecía buena, eso es verdad, pero tanto a Camila como a mi nos acompañan marineros experimentados, así que ese tema tiene solución.
Assim no se decide a intervenir por más que expresa su simpatía, pero me hace reír con su comentario sobre el duelo - Zagrán, yo también he sobrevivido a las Islas Serpiente, vas a hablar tan bien de mi como de Heid? - le guiño un ojo con complicidad - Dime, estás seguro que quieres batirte a duelo conmigo por un barco? - Lo intento, pero me es imposible evitar sonreír mientras le hablo.
El secretario observó a los arcanistas con una expresión neutra en silencio. Su mano derecha acarició el denso bigote, tironeando ligeramente de las puntas, mientras el resto de la tripulación del Verdad Hendida se negaba a abandonar la posición de firmes.
Orgullo Histako. se dijo.
¡Descansen! Ordenó con voz clara alzando el brazo izquierdo con la palma abierta. En respuesta, los marineros se relajaron y comenzaron a subir al barco de nuevo para reanudar sus quehaceres. La capitana Pielac en cambio le lanzó una mirada inquisitiva acompañada de un pregunta velada.
Pero Reik la ignoró cuando a sus oídos llegó la palabra "duelo". Si, claro. Lo que faltaba.Gruñó para sus adentros mientras se acercaba al improvisado concilio.
Distinguidos invitados, ¿Va todo bien? Inquirió penetrando en la conversación con sutileza. Si necesitan ayuda para cualquier cosa, estoy a su disposición ¿De acuerdo?
—Es pequeño, pero se ve fuerte y veloz. Lo único que me incomoda es la recomendación de la compañía —respondió a Ioanna —desconozco su trasfondo. Pero ese barco fue votado por el señor Alric y la señorita Camila. Que según entiendo, están entendidos en la materia. —guiño un ojo hacia ambos. Molestar a otros arcanistas siempre resultaba divertido, aunque cabía la posibilidad de que un rayo lo fulminara en cualquier momento. Era un riesgo que valía la pena unas pocas veces en la vida.
Assim le resto importancia a la "disputa" con un gesto antes de responderle al secretario:
—Estamos perfectamente. Hemos decido que Dio Sadko será nuestro capitán en esta incursión —y anticipándose al fastidio del secretario agrego —su recomendación influyo mucho en la elección. Si desea cambiarla...
El cuarto básico seguia pareciéndole el mejor, pero el primero no era mala opción tampoco... Que el capitán pareciese un payaso no era problema, muchos buenos capitanes había conocido que cuando menes podía decirse que eran pintorescos.
- una vez resuelto el tema del barco, estamos ya listos... Falta saber cuál va a ser el barco escolta seleccionado por la compañía.
Seria importante que no quedacen rencores por la selección del barco, a final de cuentas solo era el vehículo para ir a donde debían.
Zagrán vio cómo todo llegaba a su desenlace, y aunque había apostado fuerte por la capitana Heid, ciertamente no le disgustaba tanto el embarcarse con Dio. Hubiera preferido tal vez a la otra capitana, por más soldadito de plomo que fuera. Siempre podía haber un desafortunado hecho de ser necesario poner en duda su lealtad y utilidad.
-No sólo hablaría bien- la miró con firmeza, y una sonrisa sugerente -Y me encantaría escuchar lo que tenga para contarme de aquellas islas que poseen tantos relatos...- allí bajó la voz acercándose un poco más a la nativa -Y allí podríamos tener los duelos que prefiera-
Y viendo que Assim comunicaba algo que no estaba decidido, decidió dejar de la lado un momento su atención hacia el sexo opuesto, y miró al secretario y luego a Assim.
-Sí, a decir verdad nos podría facilitar mucho la decisión si finalmente nos contara sobre el segundo barco- dijo con su amabilidad de costumbre, y miró a cada uno de los que iba mencionando -Si no he escuchado mal, los votos serían los siguientes: la bella Anumi y la valiente Camila han elegido al gallardo capitán Dio y su Pinta Escarlata; Ioanna, letal y decidida, elige gustosamente a El Segador Encadenado y su Capitán Urmendarr; Alric, poniendo argumentos que comparto completamente, se ha decantado por elegir a la Verdad Hendida y su Capitana Pielac...- hizo una pequeña pausa -El astuto Assim, aunque dijo que no votaría, sí expresó...- miró al mencionado -...corrígeme si no es así... expresó apoyar a su compañero Alric.- otra pequeña pausa -Por lo tanto, desde donde lo veo, estaríamos frente a un posible empate...- volvió a dirigirse al Secretario -Entonces... sí nos sería de mucha utilidad la información del otro navío, para que, llegado el caso, retirando mi voto, y si alguien lo desea cambiar también, podamos elegir por quién decantarnos en esta hermosa y nutricia conversación- y esbozó una sonrisa muy fresca.
Vivianne no había votado, pero se mantenía al margen. Tal vez era la más sabia de todos, o realmente no le importaba la elección. Por su parte, viendo que la Capitana Heid no tendría baza en el asunto, prefería retirar su voto. No porque creyera que estaba equivocado, porque no lo estaba, si no para poder escuchar qué tenía el secretario para decir al respecto.
Sólo esperaba que ninguno se lo tomara a personal, si no como lo que era: ponerlo al secretario a que muestre su opinión y, por lo tanto, la de la Compañía.
Ciertamente prefería navegar con una tripulación previsible como la Verdad Hendida, que con una que, a sabiendas de todos, tendríamos que estar durmiendo con una hoja escondida en la almohada, sin contar con que no estaba seguro de si la primera respondería con la disciplina necesaria en una empresa como la que se avecinaba.
Viendo no sólo lo que vimos on rol, si no también los stats (que no sé si lo han hecho, porque yo sólo me había guiado por la narración), ¿no les da un poquito de resquemor el 3/7 de la tripulación? jajaja
Le doy un codazo al encapuchado de verde azulado - Deja de ignorarme - le susurro y lo miro fijamente antes de sonreír. El voto de Alric había sido otro, pero si Assim había dicho eso seguramente tenía algún motivo, me parece entretenido.
Mantengo mi sonrisa mientras Zagrán coquetea conmigo - A ver cuántos duelos aguantas... - creo que habla más de lo que hace, ya veremos si cumple su palabra, ciertamente espero que si.
Me gusta la propuesta de ver el otro barco, hemos visto tres a los que no nos subiremos, cómo no vamos a ver al que nos va a acompañar? Asiento cuando propone tener en cuenta el apoyo de Assim, por más que me pareciera una tontería elegir ese barco, yo misma había insistido en que su voz era tan importante como la del resto. Sin embargo la idea de volver a votar me parece una locura, acaso a este chico le gusta pasar el día paseando por los muelles? - Nada de cambiar votos, no estabas convencido de que Heid era la mejor opción? Entonces ese es tu voto y asunto cerrado. Si vamos a cambiar nuestras convicciones a cada rato estaremos todo el día aquí y nadie quiere eso -
- Si Assim insiste en que su voto no sea tenido en cuenta, entonces la elección terminó, ya les dije lo que pienso de eso pero respetaré su voluntad - es su voz, y él decide si quiere que sea escuchada o no - Si los votos nos llevan al empate, no van a ser los votos los que nos saquen de ahí - miré a Ioanna, empiezo a creer que tiene razón acerca de que estamos perdiendo el tiempo. Si había que desempatar, el duelo era algo más eficaz, rápido y contundente.
Yo era consciente que sabía poco de barcos, pero Ioanna debía tener conocimientos nulos si creía lo que decía. El barco no sería tan impresionante en tamaño, pero estaba claro que podía resistir una buena tormenta. Sin embargo visto que siguen con el tema termino por añadir un par de cosas al que, si no más al menos lo parecía, disconforme.
- Yo lo que no entiendo es el por qué insistes tanto en una opción que ya no hay. La mujer dejó claro que no quiere saber nada de nosotros y forzarla a llevarnos me parecería más un impedimento que un plus.- termino por comentar finalmente ignorando las lisonjas de Dinar.- Sinceramente era la que más me gustaba y su barco aunque fuera antiguo dejaba claro que nos permitiría avanzar rápido por las islas.- suspiro un segundo.- Pero es lo dicho, solo hay esas opciones y entre ellas prefiero la discreción y velocidad.- empezaba a sonar como uno de esos profesores que solo sabían repetir la lección sin entenderla así que decido no añadir nada más salvo al secretario.- Como han dicho ningún problema, estábamos poniendo algunas ideas en común y queríamos algo de intimidad. Espero que eso no genere ningo para usted.
Entendía la paranoia general de que nos la podían estar jugando desde el principio, yo misma la compartía hasta cierto punto pero siendo pragmáticos era ridículo pensar que iban a tirar dinero y esfuerzos en contratar tal cantidad de arcanistas para luego traicionarlos. El único momento en que había que empezar a preocuparse de eso era cuando empezáramos a descubrir donde nos estábamos metiendo realmente.
La arcanista miró con profundo desdén a la nativa, quejándose en silencio de su histrionismo, y volteándose hacia Camila, habló.
- Que sea el que tenga que ser, pero decídanse para poder partir de una maldita vez. - gruñó.
Ioanna notaba que una de las venas de su cabeza comenzaba a latir, dando sendas pistas de lo que en su mente se cocía. Nada bueno, no preparen bollos aquí.
- Todavía hay mucho que ultimar y una servidora no desea más demoras. ¿Podemos proceder, por favor?
Sinceramente ya poco le importaba si partían en un navío o en un jodido bote, quería proceder con la misión lo antes posible y no cabrearse más en el proceso.
La sonrisa del secretario era amplia a pesar de estar cubierta por un grueso bigote.
No, no. Por favor, me parece estupendo que hayan decidido confiar en la recomendación de la compañía. Faltaría más. comenzó con tono afable. El barco que les espera en su destino es el Explorador Armilar. Un navío al servicio de la compañía que al igual que ustedes fue enviado para intentar averiguar el paradero de la expedición.
.- Como han dicho ningún problema, estábamos poniendo algunas ideas en común y queríamos algo de intimidad. Espero que eso no genere ningo para usted.
Excelente, excelente. Pues entonces queda todo aclarado. concluyó abriendo los brazos como si pretendiera pedir un abrazo grupal. Las siguientes palabras en cambio fueron solemnes y cargadas con un peso mayor del que parecerían indicar en un principio.
Está hecho. Dispondré de todos los preparativos y en dos días la Pinta Escarlata partirá con ustedes a bordo hacia su destino. No creo que volvamos a vernos así que solo puedo desearles la mejor de las suertes y que ojalá tengan éxito donde otros fracasaron. durante un instante se permaneció en silencio, pensando en que decir a continuación.
Confío en que sepan regresar a la ciudad sin un guía y debo decir que ha sido un placer. se despidió con la mano para después alejarse lentamente por el muelle. La capitana Pielacc les lanzó una mirada levemente decepcionada y regresó con paso lento a bordo del Verdad Hendida.
El camino de regreso hasta el final de los muelles autorizados fue agradable gracias a la suave brisa marina que mitigaba el calor del mediodía, y pronto alcanzaron las imponentes murallas negras que separaban los amarraderos de la compañía de la algarabía que reinaba más allá. Franqueado el paso tras la aprobación de los guardias, la atestada calle de los astabados los recibió con su acostumbrado caos y entre los gritos de los comerciantes que trataban de dar salida a los frutos del mar todavía vivos y apilados en cestas.
Así, poco a poco, sus pasos se dividieron cada vez más, quedando repartidos por toda la capital de las islas serpiente.
Ignorantes de que aquellos pasos pronto significarían mucho más.
FIN.