Partida Rol por web

Sabía que él mismo estaba bastante exaltado, se estaba dejando llevar por la misión para no pensar en otra cosa, pero le daba la sensación de que aquello se iba de madre, la misión había pasado de una de investigación y exploración a una guerra contra las amazonas, así que no pudo guardar silencio al respecto.

-Estáis enfocando esto como si todas las amazonas estuviesen compinchadas, os recuerdo que si bien no nos podemos fiar de nadie, solo una o algunas de ellas estarán detrás de este robo, no es necesario enfrentarse a todas las amazonas, ellas mismas serán las primeras en no querer que ese cacharro se active otra vez.- Dijo Damian bastante calmado.- Ir escondidos solo nos dificultaría todo más, pues convertiría a todas las amazonas en enemigas. Simplemente nos plantaremos allí y exigiremos que nos den acceso a todo. Ya habrá tiempo para espiar si vemos que la situación lo requiere.

No sabía muy bien porque se complicaban tanto, si iban ocultos tendrían que evitar a un montón de mujeres guerreras con una fuerza desmesurada, y mientras hacían eso también tendrían que descubrir lo que había ocurrido, era dificultarse la misión a si mismos.

El paño quedó rápidamente empapado con su sudor.  Sus ojos se cerraban con fuerza y, luego se relajaban.  Los monitores que tenía en su entorno mostraban signos vitales débiles, además de uno particular de los atlantes... Un nivel de humedad interna bajo.

Cuando escuchó tu voz, su semblante se relajó.  Incluso abrió los ojos y buscó el origen con la mirada muy perdida.  Era claro que, de no ser por la magnitud de su poder, hubiese perecido como tantos otros.

Cuando encontró tu rostro, te miró abriendo mucho los ojos, casi como evaluando si lo que veía era una alucinación.

Estiró su mano hacia tu rostro y, cuando te escuchó decir la última parte, incluso sonrió.

Helena... Dijo al entrar en contacto con su supuesta alucinación.  Sé que no eres real... quizás estoy al borde de pasar al otro lado... Pero haces que quiera vivir.  Haces que quiera soportar todo un poco más y volver a... ah...

Algunos monitores activaron alarmas y Arthur hizo una seña de dolor.

Agua... más agua...  Dijo.

Mientras Helena se iba de la sala, Oracle usó su dispositivo holográfico y pasó varias imágenes a la pantalla.

Como ven.  Dijo mientras un planeta tierra holográfico recibía pulsos rojos desde su núcleo hacia la corteza terrestre.  El dispositivo es, simplemente, una herramienta para encender el pulso.  No viene DESDE el dispositivo, sino que se activa desde allí.

Volvió a hacer algo en su teclado holográfico y el mapa se centró en la isla de las amazonas.

Detectamos una anomalía viajando desde la corteza hacia el núcleo.  Pero no provenía desde Themycera, sino desde Oslo.  No encontrarán el dispositivo en la isla, pero es la mejor pista que tenemos en el momento.  El dispositivo seguramente estará viajando, y seguirlo sería como perseguir una zanahoria... Necesitamos anticiparnos al próximo movimiento... Y esto implica encontrar a la amazona que filtró la información a la SSH.  Esas son las líneas madre de la propuesta de Olivia.  Sobre como entrar, están por su cuenta.  Pero buena suerte con exigirle algo a las amazonas...

Sarah sonrió, se sentó y colocó los pies sobre la mesa.

Sentir su mano contra mi rostro de alguna manera me trajo una memoria olvidada, que había estado enterrada en lo más profundo de mi psique. Un escalofrío me recorrió por la espalda al igual que horas atrás cuando nos habíamos abrazado en la cocina del departamento. La verdad es que no me gustaba lo fanfarrón que se lo veía delante de otros del equipo y en general pero tenía una delicadeza cuando hablábamos entre nosotros, una familiaridad, difícil de hacer a un lado, me hacía sentir... a salvo. ¿Por qué no recordaba nada de lo nuestro? Me mordí el labio y los ojos se me llenaron de lágrimas de impotencia.

De pronto los diversos sonidos de las alarmas señalaron que algo no andaba bien, me empecé a desesperar -No, no, no te vayas -le pedí quizás demasiado egoístamente, pero más allá de mis intenciones personales, era el superviviente de su raza e iban a necesitarlo cuando todo esto acabara. Busqué agua con la vista para darle de beber aunque no sabía si eso sería suficiente. -Resiste -le dije y apreté el botón para llamar a las enfermeras, luego puse mi mano sobre su frente y traté de concentrarme, pero con los nervios de la situación no estaba segura de lograrlo.

Anna negó con la cabeza a las palabras de su hemano y adoptó un gesto escéptico.

“Damian, no podemos darnos a conocer, porque no sabemos cómo reaccionará la Amazona espía a nuestra llegada. Podría desde simplemente marcharse de la isla hasta delatarnos y provocar que, quienes tienen el artefacto, lo activen nuevamente sólo por miedo a que los encontremos. Si sabe que estamos allí, perdemos el factor sorpresa y le damos la ventaja de actuar primero.”

Sarah les dio nueva información y Anna volvió a sentarse con gesto preocupado.

“Carajo, esto complica más las cosas. ¿Qué vamos a hacer cuando encontremos a la amazona? ¿Torturarla hasta que nos diga donde está esa cosa? No me malentendáis, no es que eso me moleste. Me crió la Liga, aprendí a torturar al mismo tiempo que a gatear, pero estamos hablando de una maldita amazona. Podría llevarnos semanas sacarle algo y nada garantiza que vaya a ser la verdad.”

Volvió a dirigirse a Hunter.

“Tú no tienes el lazo de tu madre, ¿verdad?”

Luego miró a Sarah.

“Algún cerebrito como tu debería trabajar en algo que bloqueara la señal. ¿Es eso posible?”  

Que sus opiniones y la de Anna no coincidieran no era raro, de hecho era lo habitual, ella le recordaba demasiado a una versión pasada de si mismo, a una que amenazaba con regresar, y que aun no sabía si era un camino correcto que seguir. Fuera como fuese el chico bufó, siempre sintiéndose el más listo de la sala.

-Perdona hermanita, pero si esa amazona se marcha cuando lleguemos nos lo pondrá muy fácil, y ahorraremos muchísimo tiempo en buscarla.- Dijo convencido de que infiltrarse era una estupidez.- Y que usen esa máquina ni si quiera es un riesgo, ellos la han robado, y saben que nosotros sabemos de donde, sin duda esperan que aparezcamos por allí, y no me extrañaría que esa amazona haya huido ya, o quizás esté tan segura de su tapadera que no se va a mover por mucho que nos vea venir.

El sigilo estaba muy bien, pero aquello era como ir sigilosamente a un banco que había atracado, era evidente que los héroes estaban al tanto del robo, ¿para que narices iban a colarse en sigilo?
Respecto a lo de sacarle información a la amazona, si, puede que fuese complicado, pero no siempre se reducía todo a la fuerza física, quizás pudiesen llegar a un acuerdo con ella. Fuera como fuese, lo primero era encontrarla.

Mientras espera a las intervenciones de sus compañeros, y lo único que le quedaba, su mente se ausenta, se marcha lejos, quizás recordando tiempos mejores, unos que jamás regresarán. Tampoco la vida de los caídos, sobre todo familia. Había perdido a sus padres adoptivos y llegó a querer como los auténticos, también a su madre biológica, y a sus hermanos.

Ya sentía quedaba nada, salvo a sí mismo. Y aunque su tentación de romper una pared es difícil de resistir, se contiene. Necesita la mente fría. Ahora más que nunca. Le necesitan, y no debe fallar, no debe fallarles. Y mientras su mente repite esa concepción incansablemente, escucha las voces de los demás. Algunas le hablan directamente, primero la de Anna.

¿Eh? – Regresa a la realidad. A la cruda realidad. – Precisamente vamos a esa parte del bosque. Yo solamente conozco una parte, así que necesitaremos un par de ojos, y unos consejos para movernos. – Añade a modo de respuesta.

Helena en cambio se marcha, preocupada. Seguramente por el atlante, que una vez despierte no le hará nada de gracia saber que su tierra ha acabado más hundida aún. Damian parece reacio al plan, y Sarah interviene para aportar más información, de agradecer, teniendo en cuenta la situación, todo sirve, y todo es poco.

La cabeza de Hunter niega ante la pregunta de Anna. – Sería útil, pero no. Si la diosa Tique nos sonríe, tal vez pueda encontrar pistas en la isla. – Añade sin tener muchas expectativas al respecto. No esperaba encontrarlo allí, aunque nunca se sabe.

Cruza sus brazos, pensativo. No era lo suyo el reflexionar tanto, pero no le quedaba alternativa. – Será un hueso duro de roer. No sabemos dónde está, ni tampoco si el resto de las amazonas son conscientes. Es posible que hasta se nieguen a cooperar si no creen que exista alguna traidora hasta que aportemos pruebas. Y lo que tenemos es una hipótesis. – Suspira de forma holgada. Le iba a estallar la cabeza.

Cada vez le hace menos gracia la idea de infiltrarse, no son sus enemigas, a pesar de sus indiferencias, y es la tierra de su madre, madre biológica. ¿Por qué todo tiene que ser tan complicado?

-Oh-...ohhh-.

Mira ahora a Olivia al ver a lo que se refería, llevándose la mano al mentón con esa sonrisa que por unos momentos muestra su ánimo amistoso y la torpeza de no leer el aspecto personal de Helena a causa de ensimismarse en las dudas sobre la misión. Haciendo un gesto de asentir a la propuesta de ella.

-Solo serán cinco minutos que he de quitarte..-.

Luego escucha la explicación de Damian Wayne y saca las cuentas de que es bastante aterrizado lo que acaba de plantear dado lo premeditado del ataque. Por lo tanto deben asumir la existencia de varios planes que el enemigo ya dispone para contrarrestar.

-Lo mejor es hacernos notar como ha señalado Damian. Anticiparnos con tantos puntos ciegos nos llevará literalmente a errar gravemente y a mi juicio, aclaro que tiene su margen de error, nuestra mejor opción es hacer lo que ellos esperan y de manera frontal en consultar-.

Dice pensativo, dado que la emboscada o la infiltración queda automaticamente descartada.

-Debemos asumir que nos esperan allá y aun no se moverán de Themyscira dado que levantarán sospecha. Y debemos preparanos más para reaccionar de acuerdo a como se desenvuelvan los eventos en aquel lugar-.

Lo dice en un tono seguro ahora cruzándose de brazos.

-Lamentablemente a mi ver en este momento estamos atados de manos y pisando cáscaras de huevos-.

Las enfermeras corrieron dentro de la habitación con un tanque de agua que conectaron a rociadores sobre Arthur.

Una de ellas sonrió entre divertida y piadosa al ver el vaso en tu mano.  Cuando terminaron de conectarlos, encendieron los rociadores que empaparon el cuerpo del atlante.  Lentamente, los signos comenzaron a estabilizarse.

Tempest debería estar en un tanque.  Dijo la jefa de enfermería, una mujer de mediana edad que claramente llevaba mil turnos en uno.  Quizás tú puedas hacerlo entrar en razón.  No deberíamos recurrir a esta medida de emergencia, hace un desastre en la sala y no es tan efectiva.

Arthur tosió repetidamente, y luego sonrió.

Vamos Jenny, cómo se supone que hable con ustedes si... coff... coff... estoy debajo del agua... Sonrió un poco más y te miró extrañado.  Jenny, hazme un favor... puedes darme el gusto de decirme cuántas personas hay en esta sala?

Jenny sonrió y revoleó sus ojos.

Somos cuatro Arthur.  Si, eso que miras con ojos de atlantecito mojado es Helena... No escuché lo anterior... pero puede que hayas hecho cosas de las que ya te arrepientes.

Ambas enfermeras salieron, mientras que Jenny te tomó del brazo.

Haz que acepte meterse en un tanque de agua salada... Por favor.

Luego se fue y cerró la puerta.

Sarah miró a Anna de reojo con cara de pocos amigos.

Oh! qué suerte que AngryBat me lo sugirió... si solo hubiese estado toda la maldita mañana buscando como bloquear la puta señal...

En un arranque de violencia, Sarah lanzó una notebook contra la pared.  Luego pareció reaccionar, la detuvo con su mente en el aire justo antes de que se estrellase contra la pared, y la dejó nuevamente en la mesa.

Si... estoy en eso, no es tan sencillo.  Dijo con una sonrisa forzada.  Ustedes decidan de una maldita vez qué es lo que quieren hacer, para que puedan salir de aquí y dejarme trabajar.

Miré al atlante seria con la mirada Wayne como dagas y el mentón Bruce tensado -¿Cómo es eso de que no quieres ir al tanque? -lo reprendí, luego cerré los ojos fuerte y me obligué a suavizar la voz -Arthur, por favor, déjate poner en el agua -le pedí mirándolo a los ojos -Mientras más rápido te recuperes más podrás hacer luego, ahora así solo retrasas todo -sí, estaba siendo terriblemente sincera pero no había tiempo para nada básicamente, -Te necesitamos mejor, eres lo que nos mantiene unidos y... eres mejor líder que Olivia -susurré esto último como si en verdad pudiera oírme.

-¿Harás eso por mí? -quise saber -Dentro de poco me iré hacia Themyscira y quiero verte repuesto a mi regreso.

Anna cerró los ojos un instante y suspiró profundamente para calmarse. Cuando los abrió, hizo todo lo posible para hablarle a su hermano en el mejor tono posible, aunque su impaciencia se notaba.

“Tú mismo me acabas de dar la razón, hermanito. Si están al tanto de que estamos yendo a Themyscira nos tenderán una emboscada y probablemente no pasemos del primer día. La única manera de recuperar el factor sorpresa es llegar de incógnito. Por otro lado, su tapadera quedará mucho mejor asegurada si saben quiénes somos y donde estamos en todo momento que si no lo saben. Si no saben quiénes somos podemos hacer indagaciones con discreción y sin despertar sospechas. Si nos presentamos allí, simplemente demandando que nos lleven ante los culpables, nadie nos ayudará, todos estarán en alerta y nadie hablará con nosotros.”

Volvió a suspirar con lentitud.

“Pero si todos estáis de acuerdo en asaltar de frente la playa Omaha, pues sea como queráis.”

Señaló a Sarah.

“De todas maneras quiero esos disfraces holográficos. Nunca se sabe cuándo nos podamos ver forzados a usarlos.”

Luego de las palabras de Hunter, hizo una mueca de decepción.  

 “¿Ni una amiga? ¿No eras de la realeza? Sé que a las amazonas no les van los hombres, pero pensé que harían una excepción contigo.”

Ante el arranque de Sarah, levantó las cejas en gesto de sorpresa.

“Okay AngryNerd, te dejamos trabajar.”

Les hizo una señal con la cabeza, al resto.

“Vale, vamos a prepararnos para la conquista de la isla de las Amazonas.”

Pareció pensativa un instante.

“Es un buen título para una película clase B.”

El atlante sonrió.  Si bien estaba débil, ya se lo veía más repuesto.

Helena.  Entiendo lo que dices.  Y es verdad... pero necesito 48 horas para recuperarme, y no estoy seguro de que al mundo le queden 48 horas.

El chico apoyó sus manos en la cama e intentó incorporarse.  No logró hacerlo y desistió.

Además, no estoy seguro de en quien puedo confiar y en quien no.  No estoy seguro de que el asalto al hangar haya sido producto de inteligencia externa solamente.  No quiero desconfiar de Olivia o Sarah, pero hay cosas que aún no puedo comprender.

Arthur estaba agitado cuando hablaba.

Necesito saber que vuelven de la isla antes de meterme en ese tanque.  Necesito hacer un movimiento más.  Lo entiendes, no?

-Por supuesto que entiendo -manifiesto y me muerdo el labio -Deberías decirle esto mismo a los que están afuera, en especial a mi hermana, que está planeando ir de incógnito e investigar como si tuvieran todo el tiempo del mundo -me encojo de hombros -Yo solo quiero ir a patear traseros pero es cierto que debemos saber qué trasero es el que debemos patear... -resumo mis dudas.

Luego recorro su cuerpo con la mirada -¿No es posible que te metas al agua por unas horas y luego salgas por otro período? -trato de negociar, aunque ya estoy empezando a deducir que Tempest es casi tan obstinado como yo.

Hago un corto silencio, ¡Dios! Soy tan mala para las despedidas como papá. -En fin, creo que ya es hora de que vuelva con el equipo, por favor, cuídate hasta que regrese.