Partida Rol por web

Tareas de limpieza

Escena 2: Sacar la basura

Cargando editor
Cargando editor
30/09/2017, 09:37
Director

No una, sino dos figuras aparecen por la puerta rota. El primero, un varón, raza blanca, de unos 35 o 40 años, mide un metro ochenta aproximadamente. Pelo rubio y barba, con tatuajes en los brazos, lleva la camiseta blanca y pantalones vaqueros desgastados manchados de sangre; igual que el fornido hombre afro-americano de más de dos metros que le sucede, cuyas ropas y caros zapatos están impregnados por completo de granate. Los anillos y cadenas de oro, son el broche final a la extravagancia del mastodóntico ser.

Al otro lado, una chica atractiva de estatura estándar se mantiene de pie en medio de la masacre, lleva consigo un bolso colgado del hombro y conserva una mirada perspicaz.

El aire con perfumes de sangre y suavizante se carga de tensión.

Cargando editor
02/10/2017, 08:54
Susanne Highsmith

- ¡Quedaos donde estáis! - ordeno, dejando ver claramente mis afilados colmillos y, con ello, mi verdadera naturaleza. Sé perfectamente que, en caso de que los recién llegados no sean también descendientes de Caín, esto supondría una clara violación de la mascarada, lo que podría acarrearme serios problemas, pero, sinceramente, es algo de lo que ya me preocuparé más adelante.

- No me gustaría tener que haceros daño - amenazo a continuación, aunque soy consciente de que, probablemente, acabo de marcarme un farol, sobre todo si los dos tipos son los causantes de la carnicería ocurrida aquí esta noche, pero necesito ganar tiempo y puede que mis palabras consigan amedrentarlos durante algunos segundos.

Cargando editor
02/10/2017, 10:29
Susanne Highsmith
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Master, utilizo "Percepción del aura" sobre los recién llegados, a ver si consigo averiguar de qué pié cojean.

¡Un saludo!

Cargando editor
02/10/2017, 12:19
Martellus Brown

El gigante no pudo reprimir cierta sorpresa al cruzar la puerta y encontrarse a aquella chica, rodeada de masacre y enseñando los colmillos. Hacía poco tiempo que Martellus había renacido a la no muerte y todavía no acababa de acostumbrarse a encontrar seres de su misma naturaleza.

“Vaya, por lo visto reunión de vampiros.”

Martellus, dando por buenas sus sospechas, miró con circunspecto soslayo al tipo de barba. Se obligó a dar un profundo suspiro para marcar su perenne hastío y volvió a concentrar su atención sobre la chica.

“Bonita sonrisa, encanto. Ahora haz el favor de apartarte. Detrás de ti hay una puerta y quiero salir por ella.”

Cargando editor
02/10/2017, 13:44
Director

La fina aura del hombre de color tiene un tono entre rojo y púrpura, mientras que la del primero es amarilla.

Ambas comparten algo sorprendente, y es que son extremadamente delgadas y descoloridas. Como un hilo del grosor de un papel de fumar. Como si a penas fueran vástagos, aunque lo son, de eso no te cabe ninguna duda. Así mismo, la extrema palidez de esos halos te hace pensar que no pueden haber sido convertidos hace mucho tiempo.

Cargando editor
04/10/2017, 13:35
Wyatt

Tiempo concedido
Las amenazas de la extraña mujer cayeron sobre Wyatt como un jarro de agua fría. No porque mostrara unos afilados colmillos que la naturaleza, en su sabía evolución, no había acertado aún a darnos, y que bien podían ser implantes o una simple modificación estética hecha en cualquier clínica dental. Curioso, pero poco significativo. Si no por el hecho de que fuera una mujer de aspecto flacucho la que los amenazara, sin ningún arma a la vista. Y más aún tras haber salido de la habitación de los horrores
¿Habría sido ella la causante de semejante masacre?

Las palabras del negro flotaron unos segundos sobre su imaginería, para deshacerse en las brumas de la razón...
Alzó una mano con la palma hacia adelante
-Muchacha, ha pasado algo horrible ahí dentro. No queremos hacerte daño, simplemente irnos... -sus sienes latieron como tambores, y Wyatt cerró los ojos con fuerza y asió su cabeza con la otra mano. ...de aquí. Un reniego ahogado, de insaciable apetito, brotó de su garganta. Se tambaleó sin quererlo. Creía haber controlado la droga que corría por sus venas, pero los estímulos aún eran demasiado potentes, y cualquiera de sus sentidos era por sí solo un abismo de insondable oscuridad y tormento. Sus oídos captaban decenas de ondas sonoras, y la variedad de olores tras salir del cuarto se habían multiplicado por cien (aun cuando el rojo cobrizo se mantenía en vanguardia)

Había algo. Algo vital...
Algo que no estaba allí y que se ocultaba en su subconsciente. Un aullido de alerta. Y no sabía qué era
 

Cargando editor
05/10/2017, 08:55
Sheeva Agbariyya

- ¿Por qué tanta prisa, caballeros?

Prácticamente al lado de su compañera emergía de las sombras con los brazos cruzados y una amplia sonrisa. Anduvo descalza sobre el frío suelo a paso ligero, moviendo las caderas de forma estudiada como una modelo de pasarela hacia sus tacones para ponérselos elegantemente, dando dos puntazos en el suelo con cada pie.

- Por favor, cielo, guarda eso.- Miró a Susanne, más concretamente sus colmillos, pensando en la “educación vampírica” que le habría dado su sire y la importancia de la Mascarada. Por ello también echó un rápido vistazo a los dos hombres, confirmando que, al no asustarse, no eran humanos corrientes.- No será necesario, ¿cierto?

Esta vez se concentró más en ambos hombres, analizándolos. Primero en el de color, aquél que le pareció más violento por su respuesta, y luego el calmado. - ¿Serán los causantes de toda esta sangría?

Caminó por la lavandería, dejando que el traqueteo de sus tacones se sumara al eco de las máquinas a medio funcionar. Al parar, amplió los brazos, señalando el macabro escenario donde se encontraban.

- ¿Sabéis algo de esto?

Cargando editor
05/10/2017, 10:07
Martellus Brown

¡Joder!

Los pasos del afroamericano se detuvieron en seco y este, al ver salir de la nada a una nueva chica, espetó un sonoro improperio. Poco a poco, con titubeante caminar, fue reculando hacia la esquina más cercana, mirando a un lado y a otro, en un claro intento de cubrir sus espaldas y evitarse más sorpresas de aquel tipo. Aquella aparición había dejado fuera de juego al gigante y le había abierto los ojos de forma desmedida.

“¡Pero qué coño es esto!”

Por decirlo de algún modo, Martellus era un vampiro “en prácticas”, ajeno al conocimiento de los poderes de la sangre, salvo los pocos que él a penas dominaba, y aquella noche el destino estaba poniendo a prueba su capacidad de reacción ante lo desconocido e inesperado.

Cargando editor
05/10/2017, 10:47
Director

La oscuridad se desgarra por un breve segundo y unas largas piernas de suntuosa curvatura salen de ella. Frente a vuestros ojos se materializa la hermosa mujer de rizos castaños.

Sheeva se pone unos zapatos que restaban al lado de Susanne, y empieza a caminar pausadamente por la lavandería en dirección a los chicos.

La respuesta de Martellus no se hace esperar, y este sorprendido se pega a la pared.

Cargando editor
Cargando editor
05/10/2017, 11:43
Susanne Highsmith

- Espero que no - digo, ante el comentario de la cainita de pelo rizado de que no será necesario agredir a los recién llegados, mientras repliego mis colmillos y adopto una postura menos agresiva.

Después, observo como ésta avanza hacia los dos hombres, contoneándose como si de una estrella de cine se tratara, y como el de color retrocede asustado. Está claro que la mujer sabe llamar la atención y noto como, una vez más, la lujuria me aguijonea.

- ¡No, Susanne! - me reprendo. - No es el sitio adecuado para jugar a las seducciones. Deja eso para el Eliseo, y para los bares abarrotados de jóvenes humanas fácilmente impresionables -

- Dices que ha pasado algo horrible en aquella sala. ¿El qué?- pregunto, una vez consigo subyugar el deseo recién aflorado. No puedo evitar sentir cierta lástima por el joven de pelo rubio al ver su sufrimiento. Adaptarse a la nueva condición siempre es duro. Quizá, cuando las cosas se calmen, pueda ayudarle, pero de momento...

Cargando editor
05/10/2017, 12:10
Wyatt

'¡Dios!', exclamó mentalmente, cuando la otra mujer apareció de improviso como de la nada
Desorientado como estaba, con sus sentidos embotados por tantos estímulos y una sed de incalculables proporciones, no acertó ni a recular como sí hiciera el negro. Se mantuvo en su lugar, y trató de controlar la situación

-He despertado encerrado ahí dentro. No sé nada, ni quiero saberlo -respondió, obviando el hecho de que su voz sonaba de un modo distinto al de siempre. Como si no fuera suya. O así se lo parecía. Era demasiado pragmático como para actuar de manera impulsiva, sin embargo a cada segundo que pasaba le costaba más controlarse. La furia con la que palpitaba la sangre en las venas parecía acumularse en su corazón, incitándolo a ignorar las palabras y salir de allí por la fuerza. -Simplemente quiero marcharme de aquí -añadió. Y sin darse cuenta esta última frase adquirió un tono amenazante de férrea voluntad

Algo no cuadraba. Lo ignoraba ya de manera consciente, ante lo acuciante de la situación
Pero se negaba a rendirse al pánico. Bastante nublada estaba ya su razón, por mucho que sus hilos se trenzaran como una telaraña en torno a sus pensamientos

Cargando editor
05/10/2017, 13:47
Susanne Highsmith
Sólo para el director

Notas de juego

Master, una pregunta: Por como se está comportando Wyatt, y tras haber utilizado "Percepción del aura" sobre él, ¿Susanne podría intuir que está siendo atacado por la sed?

¡Un saludo!

Cargando editor
06/10/2017, 13:02
Director

Notas de juego

el aura no te puede decir si la persona esta sedienta o no. Si que puede mostrar cierto estado de agitación, pero no podrías saber el origen de dicha agitación.

De todas formas el color de Wyatt era amarillo y sin ningún tipo de agitación.

Si sigues observando su aura a medida que conversáis, puedes ver alguna traza de miedo. (Te iré informando si hay algún cambio muy acusado)

*de todas formas, si quieres fijarte en algo más detallado te pediría otra tirada de leer auras.

Cargando editor
07/10/2017, 19:47
Sheeva Agbariyya

Sorprendida por la extraña reacción que ambos demostraron ante su aparición, miró a ambos con ojos entrecerrados parando en seco, pensando que era un papel fingido para pillarla desprevenida en algún momento o de verdad estaban asustados. Sin embargo el velo de la duda lo despejaron las palabras del rubio, provocando que chasqueara la lengua durante unos segundos al entender, de golpe, qué estaba pasando.- No somos limpiadoras, somos niñeras.- Miró a su compañera de soslayo, preguntándose si ella llegaría a la misma conclusión, antes de volver a centrarse en los hombres, llevándose el índice a los labios y caminando otro par de pasos.

- Lo siento, pero no podemos dejaros marchar.- Buscó directamente los ojos de Wyatt, sonriéndole y hablando con cierta dureza.- ¿Ves todo esto? – Volvió a señalar la habitación en la que se encontraban. Los rastros de la carnicería, la sangre salpicada en cada rincón, la cual aún le provocaba un nudo en el estómago, o trozos de pelo sueltos por el suelo.- Sospecho que pudo ser obra vuestra, conscientes o no, por lo que no va a salir nadie de aquí hasta que resolvamos este conflicto, ¿estamos todos de acuerdo?.- Cruzó los brazos en el pecho, pendiente de la reacción de los cainitas.

Cargando editor
09/10/2017, 00:24
Wyatt

La niebla, tenue aún, que se iba formando para nublar su razón le permitió extrañarse
Arrugó el entrecejo, ignorando ese algo, e hice un gesto interrogativo. Pero no podía ser. -¿Sois policías? -su tono mostraba la sorpresa de su deducción. No había otro modo de explicarlo. Ciertamente no es que supiera mucho sobre ellos, pues su familia y amigos se habían pasado la vida evitándolos, pero le costaba creer que dos agentes de la ley pudieran mantener tal entereza a la vista de lo sucedido en el cuarto, y que mostraran tanta resolución enfrentándose a dos varones de buen porte

Intuyó, suspicaz, que debían tener armas. Y esa ventaja era más que digna de tenerse en cuenta. No sería el primer ser humano que le encañonara con una pistola, pero de ser así esperaba que fuera el último

Cargando editor
09/10/2017, 02:18
Martellus Brown

Martellus era un tipo duro, pero aquello estaba siendo demasiado. El conflictivo entorno que no tuvo más remedio que vivir en su adolescencia, en las calles del deprimido barrio de Riverside, le habituó en su momento a determinadas cosas. Por ello, presenciar cadáveres no era algo que impresionara demasiado al afroamericano. No obstante, la orgía de sangre y muerte de la habitación contigua le había sobrepasado por su crudeza y brutalidad desmedida, las cuales superaban con creces la obra del vándalo callejero más sanguinario de Union City.

Así mismo, Martellus también podía presumir de haber presenciado, sobre todo en el ámbito deportivo, a seres humanos desarrollar cualidades físicas muy por encima de las habituales. Incluso él mismo se jactaba de ser mucho más fuerte que la gran mayoría de jugadores de la liga de fútbol americano. No obstante, la extrema violencia con que el tipo de nombre Wyatt había aporreado la puerta para escapar de allí se salía por mucho de toda normalidad.

Y luego estaba la desorientación, la sensación de opresión y el hambre, sobre todo el hambre. Una ansia por comer que le estremecía el estómago cada vez más en profundos rugidos y le perturbaba el ánimo.

Pero, sin lugar a dudas, lo que más había aterrado a Martellus fue la ruptura que la lógica había sufrido al materializarse de la nada una mujer que, en aquellos momentos, le hablaba de no dejarle salir de la concatenación de horrores que estaba viviendo hasta no resolver "aquel" conflicto.

El ex jugador de fútbol americano había acabado reculando al horror y, en busca de protección, había refugiado su espalda en una de las esquinas de la habitación. Hasta el momento, de forma inconsciente, pensaba que, pese a todo, había posibilidades de salir de allí, pero las palabras de la mujer recién aparecida aguijonearon su instinto de supervivencia más visceral y, viéndose privado de la libertad y sin promesas veraces de la misma, la mente y el cuerpo del gigante de ébano se activaron como una locomotora hacia una única dirección: la puerta que tenía ante él.

"¡Quiero salir de aquí! ¡Ya!"

Una mole de músculos de más de dos metros se precipitó violenta hacia las dos chicas.

Notas de juego

No hagáis caso a la chulería que Martellus ha demostrado hasta el momento. Entendí mal las indicaciones del DJ e hice reaccionar al personaje según unas directrices erróneas. En la situación que estamos viviendo, lo que Martellus siente principalmente es un miedo atroz y ganas de salir de allí. De hecho, al verse acorralado, está dispuesto a pasar por encima de quién sea para dejar atrás tanta escabechina y tanta cosa rara.

Cargando editor
09/10/2017, 11:00
Director

La conversación llena de recelo y desconfianza va tomando forma. Susanne se calma y hace preguntas, Wyatt responde, y Sheeva explica sus planes con toda seguridad.

Hay tal nivel de nerviosismo en la sala que nadie repara en el negro de dos metros cuya ansiedad va en aumento segundo a segundo. 

La gutural voz de Martellus levanta un grito al tiempo que se dispone a salir corriendo en dirección a la puerta. Sin embargo, entre él y la salida hay un obstáculo evidente: Susanne y Sheeva. 

Notas de juego

Tirad todos iniciativa: 1d10 + (astucia+destreza)

Martellus: si Susanne o Sheeva no se apartan, tendrás que tirar placaje para derribarlas o apartarlas con tu cuerpo.

Cargando editor
09/10/2017, 13:36
Martellus Brown
- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues lanzo iniciativa: 1d10 (8) + Destreza+Astucia (6) = 14

En caso de que Sheeva y Susanne no salgan del camino de Martellus, las aparta de un empujón, pero no las placa. Su intención es salir por la puerta, esté abierta o cerrada. Con lo cual, el placaje lo haría sobre la puerta.