Partida Rol por web

- Un cocina muy tecnológica - bromea el locutor - Parece que en realidad hay DOS cocinas, una para los platos frios y otra para los platos calientes. No supieron explicarme donde se hacen los platos tibios - aclara con sorna antes de mirar con curiosidad el bulto negro - Quizás lo hagan allí - señala el objeto que desconoce

—Ah, muchas gracias —digo al ver mi habitación. Bueno, al ver la puerta más bien, que todavía no he entrado. Claro qué, pese a todo, este sitio es donde suelen ir a veranear los garrulos con dinero. Seguro que por dentro tiene todo los lujos posibles... O eso espero.

Tras mi agradecimiento, añado—. Si alguien me necesita, estaré dándome un baño relajante... —y diciendo esto, entro a mi habitación, para dejar las cosas y acomodarme.

Entro mirando a ambos lados, y luego al baño, al no encontrar a Raul en posición fetal bajo la ducha me tranquilizo.
Guardo la pequeña JVC y tomo la cámara de hombro, le adoso la antorcha y verifico que todo funcione.

-Supongo que con esto bastara

Y salgo nuevamente para la cocina

Muchas gracias Jorge, esto me dará la oportunidad de relajarme y volver a ser yo misma , !y todo te lo deberé a tí!- y con una sonrisa de oreja a oreja entro en mi cuarto-. _!Por dios!los pies me están matando , esta ropa interior me roza y los musculos de mi cara tienen agujetas no se si podré mantener este papel por mucho tiempo,si no consigo acostumbrarme la cara se me va a quedar paralizada en cualquier momento y a ver como hago entonces mi papel. Lleno la bañera de agua caliente y me introduzco en ella lentamente dejando que el calor del agua ayude a mi maltratado cuerpo a recuperarse.

Facundo, a quien sus compañeros dejan con la palabra en la boca acerca del misterioso saco negro para entrar en sus habitaciones a descansar, asearse o lo que a cada cual le apetezca. Él aún está en el descansillo que une las puertas de las habitaciones cuando Diego vuelve a salir, cámara con antorcha acoplada al hombro, listo para grabar lo que haga falta. Allí se encuentran ambos.

Facu observa al cámara y rapidamente mira a su alrededor, para verificar si Ernesto está cerca - En la cocina te pueden preparar comida como a ti te gusta - comenta extrañamente amigable - Yo voy a descansar hasta que Ernesto nos llame - agrega asegurandose que el Diego no reaccione de la forma que suele hacer... ridiculamente agresiva

- Si necesitas que diga algo delante de la camara no hay problema... en cuanto el jefe lo confirme me pondré manos a la obra - sonrie antes de buscar la puerta de su habitación y buscar salir de una situación potencialmente peligrosa... para su integridad física!

Entre cierro los ojos intentando analizar la observación obvia salida de ningún lado que hace Facundo sobre la cocina. Para luego alzar una ceja al ver que si, no tiene sentido lo que me acaba de de decir.

-Y el polo norte es genial... hace mucho frio.

Para luego sin avisar le prende la antorcha en la cara

-OK, lo tendré en cuenta.

Apaga la antorcha y sigue su camino

Con una sonrisa socarrona, Facundo analiza el comentario del cámara y busca la puerta de su habitación, dandose cuenta que el cámara no ha entendido su "magnífica broma" - Yo tambien lo tomare en cuenta - responde sin sorprenderse del hecho antes de abrir la puerta y refugiarse en lo que estima será su pequeño santuario las proximas horas

Regresas a la cocina sin encontrarte por allí a nadie en ese momento. Un lugar muy silencioso este, cuando no hay clientela. Al llegar al comedor te cruzas con la camarera. Te comenta que ha terminado y va a bajar a Bariloche a unos encargos, luego subirá para la cena. La cocinera está dentro, terminando de limpiar la cocina.

Entra a la cocina y saluda a la cocinera con su normal movimiento de cabeza y sonrisa

-Cualquier inconveniente que le cause, no dude en decírmelo y me iré

Aprovechando que solo esta una persona a su alrededor y no párese que vaya a molestar mucho, Diego entra en su particular catarsis de soy solo yo y la cámara. Se toma su momento para hacer cada toma, con verdadera felicidad y pasión, como si se tratar para un documental que se trasmitiría en el mismísimo National Geographic Channel.

Una vez que termina, tiene todas las tomas y como las quiere, es cuando vuelve al mundo real y tiene una pequeña revelación.

-Cuando vuelva a capital, definitivamente voy a ponerme en campaña para hacer mi propio viaje en motocicleta y filmar toda el continente americano.

Sale de la cocina y se dirige afuera de la cabaña a caminar por ahí sin rumbo

Los alrededores ofrecen una caminata bastante relajada, con senderos preparados al efecto por el paso de muchas visitas. Indicaciones de la dirección a seguir permiten no perderte en ningún momento, aunque cuando se haga de noche en un par de horas el lugar quedará muy oscuro, sin luces y con el cielo tapado por los árboles que flanquean los caminos, a excepción del que desciende hacia Bariloche, que serpentea entre sembrados.

Y es al volverta hacia allá cuando ves algo que te llama la atención. Al otro lado del valle, más allá del complejo hotelero, en la cumbre justo frente a ti, a unos inco kilómetros brilla un cristal. Piensas que será el reflejo de algo abandonado, hasta que lo ves moverse de una manera que indica a las claras que alguien lo sostiene. Y sí, no es un brillo, sino dos, paralelos. Juarías que alguien vigila el lugar donde os alojáis con unos prismáticos.

Tras dormir un tempo prudente, alrededor de una hora, os levantáis cada cual en su habitación y no tardáis en estar reunidos al pie de las escaleras del edificio, en la recepción, Alicia, Kike y Facundo. Faltarán dos horas para el anochecer.

Tras ducharte y dormir un tiempo prudente, alrededor de una hora, te despiertas en su habitación y no tardas en estar listo para continuar con el trabajo, sea el que sea que necesiten de ti. Faltarán dos horas para el anochecer.

Renovado, activo, con ganas y curiosidad, Martín acabó de ponerse de nuevo en marcha con un palmoteo de agua de colonia en su cabeza.

Y salió afuera, a la tarde, al trabajo, a la gente. A lo que se terciara, si por casualidad se tropezaba con alguna de las mujeres, ya fuera la recién llegada, Alicia, ya fuera su compañera de fatigas, Gabriela.

- Saben donde anda Ernesto? - pregunta Facu apenas ve a sus compañeros - Deberíamos organizarnos para la filmación - se explica y, tras una pausa, agrega - y la busqueda de como el dueño engaña a sus visitas. Más lo pienso y más estoy seguro de eso... además eso me adelantaron mis "contactos" - completa haciendose el misterioso