Partida Rol por web

Martín amplió su ya de por si ancha sonrisa, y se giró hacia Alicia, adelantándose un paso hacia ella. La miró con indisimulada picardía, apreciando el gesto de la mujer con su flequillo.

-¿Ernesto? No, señorita, pero con gusto les acompaño a buscarle. A él y a los demás. Supongo que estarán en sus piezas, deben haber aprovechado las primeras horas de la tarde para descansar, o quitarse el calor con una ducha, sí.

Y acompañó sus palabras con una indicación hacia la puerta del edificio, hacia las habitaciones. Pero no echó a andar, esperaría a que ellos lo hicieran, o tomaran otra decisión, para seguirles.

- Si, busquémoslos... aunque no se si estarán descansando. Ernesto se quedó conversando con el loc... con el experto en auras mágicas - comentó, corrigiéndose a si mismo - Pero sus habitaciones son un buen lugar para comenzar a buscarlos -

- Sabes cuales son sus habitaciones? - le preguntó a Martín con su habitual tono sobrador - O deberemos adivinar nosotros? - completó sin perder su "estilo" al hablar con alguien que no pudiera afectar su carrera

-Sí, sí, vengan por acá, y se las muestro. Están todos ustedes más o menos en la misma zona, no muy lejos unos de otros. Ya que el resto del Hotel está vacío, se les asignaron las mejores.

Ahora sí, Martín echó a andar hacia el interior del vecino edificio, junto a la recepción, el de los alojamientos. Señaló las habitaciones que ocupaban los demás miembros del equipo, y fue diciendo los números sin llegar a llamar a las puertas.

Apenas Martín está guiando de nuevo al grupo al interior del edificio donde están los apartamentos de todo el mundo, unos pasos os llaman la atención. En efecto, con su zancada amplia y despreocupada, viniendo por un camino que sale del complejo residencial, como si viniera del monte, llega Diego, con la cámara de fotos colgando del hombro y perlado por el sudor de una buena caminata.

- Nosotros trabajando y el señorito paseando - murmura Facu, "casi" para sus adentros, al verlo llegar a Diego antes de recordar que Ernesto, antes de que se separasen le había pedido una luz

- Ernesto está por allá? - pregunta tras dudarlo un momento. El "peleador" no es santo de su devoción, pero puede tener la información que necesita - Necesitamos juntarnos con el - le espeta, esperando que, por una vez el cámara opte por colaborar con el grupo antes que dedicarse a agredirlo a el

¿Es un sitio precioso , a que sí?- digo acercandome a Diego con pasos decididos, en cuanto tenga algo de tiempo haré lo que tú y pasearé por los alrededores.

No llega a entender del todo lo que dice Facundo apenas lo ve, así que Diego actúa con cautela y se queda callado.

-No, conmigo no esta. Igual, tampoco debe ser muy difícil de encontrar, griten fuerte "Miren, el fantasma de Videla" y seguro que aparece.

Mira a Alicia mientras la sonrisa por su chiste anterior se va desvaneciendo

-La verdad que si, pero si vas a salir a pasear avísame que me gustaría acompañarte, hay gente extraña dando vueltas por los alrededores y el Argentino promedio es bastante pelotudo, por ser suave, en la forma de comportarse con los extranjeros.

-Che Martin, esta es una zona que se destaca por ser visitada por muchos ornitologos?

- Que desubicado - contesta Facu en obvia referencia a la salida del cámara - Supongo que a el le gustaría saber cual es "tu" forma de encontrarlo - agrega meneando la cabeza - Lastima que no lo grabé... hubiera sido divertido - agrega antes de sorprenderse por lo que comenta

- Ornitólogos? Dentro de la Propiedad? Parece raro. Supongo que te deben haber contado historias de como fotografiaban pajaritos. Esas boludeces que dice la gente con una cámara en la mano - comenta con total naturalidad sin ofrecerse a lidiar con los "Argentinos Pelotudos" Entre ellos se las ingeniarán para llevarse bien piensa tratando de no esbozar un sonrisa ante la idea de incluir a su compañero en ese selecto grupo de representantes del país

Si bien está tentado de ir a buscar a Ernesto, si es necesario tocando cada una de las puertas, prefiere, antes de hacerlo, escuchar la respuesta de Martín respecto a los Ornitólogos, tema que la ha causado curiosidad.

No dio señal de que la broma acerca de Videla le hubiera gustado ni ofendido, pero sí que frunció el ceño al comentario del cámara, y repitió la pregunta de Facu, mecánicamente.

-¿Ornitólogos...? Pues es posible, claro. No escuché nada en firme al respecto, pero, ya ven, este es un lugar pintoresco, boscoso y aún bien preservado en cuanto a la naturaleza. Yo mismo, y en eso me sumo al ofrecimiento de Diego a acompañarla, Alicia, suelo pasear por ahí para contemplar el paisaje tan bello, y escuchar los cantos de los pájaros.

La sonrisa de Martín se amplió, y señaló con un gesto de cabeza los árboles próximos, fuera de la zona de las edificaciones.

-¿Saben?, me gusta encaramarme a algún árbol y allí puedo pasarme horas, contemplando. -Luego se puso de nuevo algo más serio, aunque no perdió su aire habitual. -¿Ha tropezado con algún tipo indeseable, Diego, mientras andaba por los alrededores? ¿Ha visto a alguien merodear cerca?

Diego alza una ceja ante las amenazas de Facundo

-Deciselo *chabon, me chupa un huevo. Y si tenes un problema, lo resolvemos ahora, como caballeros...

Lo mira con una media sonrisa llena de ironía y sobriedad.

Luego vuelve a mirar a Martin con una sonrisa alegre

-Merodeando mas que todo, no tuve tiempo de acercarme como para ver si tenían una personalidad encantador o no.

- Caballeros... mas bien caballos - murmura el locutor verificando de mantener las distancias con el irascible cámara

Estoy segura que pasear con vosotros será mucho mejor que hacerlo sola , asi que os tomo la palabra - intento con mi tono juguetón suavizar las cosas entre mis compañeros-pero luego no me lloreis si os tengo de un lado para otro el poco tiempo libre que os quede- y con un ligero contoneo de caderas que intenta ser mas divertido que sensual sigo adelante en busca de los que faltan.

Por fin, tras de la esquina del edificio frente al que estáis, aparece precisamente Josep, seguido a unos metros de distancia por Ernesto y Raúl. Vienen justo de la parte posterior del edificio al que íbais a entrar, tras del cual están los campos posteriores de la propiedad, la carretera que baja a Bariloche y algunos caminos a la montaña.

Al verlo a Ernesto, Facu esboza su mas sincera sonrisa lame-culos y se acerca dispuesto a hacer lo que mas sabe, decir lo que cree que a su jefe le gustaría escuchar - Ernesto - comienza antes de mirar a su alrededor, verificando en forma obvia que nadie, excepto el grupo que lo acompaña, los está escuchando - Estuve haciendo algunas preguntas y parece que el dueño les pidió a los empleados que inventen unas historias de fantasmas para asustar a los clientes -

Tras pensarlo un poco agrega - No me supieron decir bien cuales son las historias, pero quizás deberíamos agregarlas a la publicidad... despues de todo, si al dueño le interesa hacerlas pasar por reales... - propone sin completar la idea, pero dejandola abierta a la decisión final de Ernesto

- Martín, aquí presente... - señala a Rivera - ... no sabe nada de esto, pero el otro muchacho, Jorge, debe conocer, por lo menos cual es el cuento que tienen que contar -