Partida Rol por web

Durante toda la discusión y conversación, permanecí medio oculto, intentando no dejar ver mis emociones y mis anhelos. No me gustaba la jugada que había hecho ese perro de Jerknir, pero no era menos cierto que poco podíamos hacer contra el otro clan y los guerreros del Jarl. Tampoco me hacía gracia dejar a los Ros que se salieran con la suya y ocuparan la mejor zona del valle. Aquella batalla era por unas tierras, pero esas tierras las habían robado y ahora debíamos de batirnos el cobre para ver quién ocupaba las nuevas.

La idea de no involucrar a toda la población me pareció una idea sensata y bastante acertada. Lucharíamos en un combate cerrado, entre los mejores guerreros de cada clan y sobre los pesaría la responsabilidad de llevar a su clan a la mejor zona del valle.

Creía estar preparado para la batalla, haber aprendido la lección anterior y poder vencer en esta ocasión, aunque esas últimas palabras de Bojrn......el rencor todavía estaba ahí, y solo esperaba que me espoleara en la batalla.

Poco más podía hacer o decir, pues estaba con el clan Lavidr y, allá donde ellos fueran o las decisiones que tomaran, estaría yo para apoyarles.

-Ya lo ven, huye- exclamo Jeknir en tono de burla con sus hombres. Hubo mas palabras que intercambio con estos y que hicieron que todos rieran y señalaran a Einar en clara señal de burla, pero sus palabras se ahogaran en la distancia y en las propias risas de estos.

Aquello podría haber estallado en mas pero la cuestión que ahora se acrecentaba entre los clanes era cual sería el primero en reclamar el territorio prospero del norte para si, y cuando algunos del clan Rotensnö ya se retiraban, como era el caso de Jendalos, uno de sus lideres, Embla del clan Lavidr, los reto allí mismo por el derecho a poseer aquellas tierras y luchando para ello allí mismo, pero esta vez enfrentando un duelo entre los mejores guerreros de cada clan.

Por su parte, Bjorn, esposo de Embla, amenazó a su vez al clan del hacha de guerra, que era el significado de su nombre y que estaba plasmado en su estandarte. Pero aquella amenaza quedo en el aire pues si bien entre la multitud de guerreros que se reunían de aquel clan hubo voces de guerra y amenaza, estas se ahogaron pronto cuando su líder no se inmuto en lo mas mínimo pues para el una amenaza no era mas que una debilidad que anunciaba las intenciones de alguien a su enemigo.

Fue Erik quien tras las palabras dirigidas por Bjorn al clan Rotensnö acepto su propuesta y el pacto que venia implícito en el. Y con ello el enfrentamiento entre ambos era un hecho. Ante ello, Jeknir avanzó hasta pararse en el centro de la plaza, donde pudieran verle y entonces habló a todos. -Los clanes Rotensnö y Lávidr reclaman el derecho al territorio del norte del valle mediante un combate bajo el juicio de los dioses antiguos. Que sean ellos los que decidan quien es digno de poseer esas tierras-.

-El combate se llevará aquí mismo, en está gran plaza cuyo suelo será bañado por la sangre de los futuros forjadores de esta tierras-. Y como era de esperarse, Jeknir tenía una amplia sonrisa de victoria, todo había salido perfecto.