A tu izquierda se encuentra la barra y el camarero, el nervioso Sinnerman, te mira con gesto de preocupación, mientras termina de servir tres copas.
La chica coge las tres copas, las pone sobre una bandeja, y se las sirve a los tres recién llegados.
- No me extraña que se haya girado, ha tenido que oir el resbalón, y habrá pensado que alguien se caería encima suyo. - piensa Crystal mientras sonríe al hombre que se gira, antes de que de nuevo se dé la vuelta.
- Crystal, llámame sólo Crystal - sonríe a Niamh mientras ésta coge el abrigo. - Me alegro. Me encanta verla disfrutar el estar encima del escenario. Yo no sería capaz de hacer nada así. - continúa hablando, de forma que la chica se relaje. Vale que es una de las socias, pero tampoco busca que los trabajadores sean todo seriedad con ella.
Cuando Niamh va a atender a los recién llegados, Crystal se para un momento junto a la puerta para poder ver bien la gente que hay hoy en el club. Aunque se extraña de que haya gente más adinerada de lo habitual, es el italiano sentado sólo quien más llama su atención. Tal vez por haber sido testigo de los problemas de Papazöglu con los Flinnegan, ahora no está muy segura de querer tener nada que ver con sus rivales.
Aunque tentada de sentarse en una mesa cercana al italiano para ver si alguien se reúne con él, o simplemente qué hace, su mirada se posa en Ishmael, que aunque no es muy tranquilo, parece preocupado. - Habrá pasado algo? ¿O temerá que algo pase? - se pregunta la joven.
Caminando suavemente, se dirige a la barra, y se sienta en la esquina, para poder seguir viendo toda la parte pública del local de un vistazo. Espera a que Ishmael termine de servir las copas y se acerque a ella, para preguntarle: - ¿Te encuentras bien? Pareces preocupado, y ésto - hace un gesto vago con la mano, señalando la parte pública - muy tranquilo para que estés así. ¿Acaso me he perdido algo importante? - en su voz se nota la extrañeza pues Niamh aunque seria no parecía preocupada.
Al ver la actitud amable de Crystal hacia ella, la jóven camarera (la única del local) se mostró más relajada, y eso se reflejó en una actitud más agardable y sonriente a los clientes que acababan de entrar.
Cuando ve que te acercas a la barra, Sinnerman se pone algo más nervioso. Es un hombre serio y trabajador, que se suele encargar de todo cuando los dueños no estáis, pero lo definirías como un judío miedoso.
Le preguntas que tal está, y Sinnerman te responde, -Bueno. Sí. Estoy bien señorita. Pero podría estar mejor. - Inmediatamente, al interrogarle sobre si ha habido algún problema, y enseguida confiesa, mientras seca nerviosamente los vasos con un trapo.. -Bueno, para ser sincero sí. Es algo bastante serio, aunque ya lo he comentado antes con la señorita Ezaniel en su camerino. Verá. Es que esta mañana, cuando ha venido el camión para la entrega de los pedidos de cerveza, el trasportista me ha dicho que el precio de la cerveza se ha doblado ¡¡Se ha doblado!!, y que debía pagar al contando. No supe que hacer, la verdad. Tenía el dinero que ustedes me dieron, pero sólo me daba para comprar la mitad de la cerveza, claro. Como tenemos reserva aún para un par de dias, estuve hablando con el camionero, y conseguí convencerle para que se volviera a pasar mañana por la mañana y hablara con uno de ustedes. No le hizo mucha gracía, pero también comprendía la situación. Me dijo que va mañana va a volver a traer el pedido, y que ustedes sabrán. O por el mismo dinero que antes entrega la mitad del pedido o pagamos el doble.- Se queda unos segundos mirándote y añade: - Esto debe ser por culpa de esa maldita Ley Volstead-
Se queda mirándote un momento antes de añadir: - Pero bueno. La primera en llegar al local ha sido la señorita Ezaniel, y ya he hablado con ella en su camerino. Me ha dicho que habrá ver que tal va la caja esta noche, antes de tomar una decisión. - En ese momento, Sinnermal señala a la pared opuesta del salón, donde se encuentra situado el escenario. - Por cierto. Mire, está a punto de salir a actuar. -
Un hombre de color, algo mayor, y vestido con un pulcro traje (y pajarita) sale al escenario de entre los cortinajes rojos bajo un tumulto de voces y humo de tabaco. Nada de eso parece importarle, y parece dirigirse directamente al también viejo piano que hay en el centro del escenario.
Jeremiah empezaba a ejercer su magia. El sonido del piano no llega demasiado claro entre el sonido de las risas y las voces del público del local. Es un público difícil, formado por rudos trabajadores en su mayor parte, casi todos hombres.
Un par de tímidos aplausos surgen del público nada más las notas empiezan a sonar. Observas que provienen de los cuatro jóvenes de barrios más altos (dos chicos y dos chicas) que te llamaron antes la atención.
Te sientes sorprendida ante el ritmo del piano, pues nunca has oído algo así. No sabrías definirlo, pues no es que tengas gran cultura musical, pero es algo "raro". Lento, demasiado lento. Te extrañas. Esperabas algo rápido (lo usual en este tipo de locales y en las otras actuaciones de Ezaniel y Jeremiah). Esperabas algo tipo Charleston.
No suena mal pero... ¿Qué demonios está tocando ese negro?
Por cierto, que Ezaniel no ha salido aún al escenario, y no logras verla.
- Llámame Crystal, ¿de acuerdo? - contesta con una sonrisa en la cara, sabiendo que es muy probable que tenga que pedírselo bastantes veces más hasta que acabe calando la idea.
Cuando habla del problema con el proveedor, se pone seria, pero en realidad le dura poco, tal y como él mismo ha dicho, ha de ser por la maldita ley.
- Probablemente no sea el único proveedor que suba los precios. Pero creo que ha hecho lo mejor posible en esa situación. Si vuelve a ocurrir, pida que vuelvan al día siguiente para hablar con ellos. Nos ayudará para poder tomar la misma decisión que tomaremos con la cerveza. Depende de la caja que se haga con ella. Aún así, hablaré con los demás para dejar también algo de dinero por si hay alguna emergencia. - De este tipo... o de cualquier otro. - se calla el comentario, pensando en las mafias del lugar, las cuales hasta ahora les han dejado tranquilos, pero con la nueva ley, eso puede cambiar en cualquier momento.
Cuando señala a Jeremiah, Crystal busca con la mirada a su amiga, extrañándose al no verla, y aún más al escuchar una música diferente a las que les tiene acostumbrados el hombre.
- Ponme algo fresco y dulce. - no es una petición que deba extrañarle. Crystal rara vez toma lo mismo, aún parece estar buscando algo que la guste mucho, tanto como para pedirlo siempre. - Por cierto, ¿ha llegado alguno de los chicos?
Rápidamente, Sinnerman te prepara un "Old Cuban, New York Style ". Saca varias botellas, y echa en una coctelera ron añejo, lima y menta. En algún momento, debería haber echado champagne, pero ves que sus juegos de manos hacen que use como sustitutivo el dry ginger ale y algo de soda con gas, que añade con moderación a la coctelera. Será caro abrir champagne si no se toma la botella entera. Trucos del oficio.
Agita todo en la coctelera con frenético brio. Por último, coloca la mezcla en una copa, de estas de cocktail, sacada de un armario, y echa una cucharadita de azúcar (si azúcar) en el brebaje. Agita con brio el contenido con la cucharilla, antes de sacarla de la copa y servirte. Este cocktail no lleva hielo, ni rodajas, ni aceitunas, ni cerezas.
Al sorber, Crystal siente que el líquido está fresco, dulzón y fuerte. Fresco, a pesar que las botellas que ha mezclado Sinnerman estaban a temperatura ambiente. Uno de los trucos mágicos de Sinnerman.
-Dulce y fresco, Crystal.- Añade con una sonrisa, fruto de la satisfacción de aquél que hace bien su trabajo, y lo sabe.
-¿Los chicos?- Sinnerman te observa, tranquilo ahora que ha soltado lo del problema de la cerveza, como quien se ha descargado ya de un peso. -Pues el señor Auditore no ha venido hoy, aunque como sabe trabaja todo el día en ese despacho de abogados del centro, auqnue puede que se pase dentro de un rato. Pero no es seguro. El jóven Donovan está en la sala de atrás, trabajando en el tema de las apuestas, como siempre. Y, como puede ver, Johnson ha salido ya al escenario. -
Nueva escena en la que Crystal / Ezaniel (Calafia/Rhasiel) compartáis espacio. Debes seguir la partida en el siguiente capítulo:
Capítulo II - "Mareas y Resacas"
Aunque te los he marcados por defecto, recuerda que cuando postees en esa escena deberás señalar como destinatarios sólamente a Ezaniel y a Crystal Zeeman (por ahora).