Moscú, Desfile del día de la Victoria de 1982
El bloque comunista observa con detenimiento este glorioso día. Será el primer desfile no presidido por Leonid Brézhnev desde mediados de los años sesenta. La enfermedad que lo alejó del Politburó ha sido un alivio por los países occidentales, y el nombramiento del joven Mijaíl Gorbachov (antiguo secretario de Agricultura y miembro más joven del Comité Central) como Secretario General del PCUS antes que Yuri Andrópov y Boris Ponomariov que parecían estar mejor posicionados para heredar el cargo hacían presagiar vientos de cambio en la inamovible Unión Soviética.
La televisión estatal soviética capta las imágenes del nuevo líder de la URSS. Parece tranquilo ante el que será su primer discurso ante la gran nación. Millones de compatriotas escucharán detenidamente cada una de sus palabras a través de las cadenas de televisión y de las emisoras de radio. Pero antes de escuchar sus palabras todo el país y gran parte del planeta verán desfilar a las fuerzas militares rusas.
Desfile del Día de la Victoria de "1982"
Tras el largo desfile en que la URSS mostró parte de su potencial bélico el nuevo secretario general del PCUS se acerca al estrado para dirigirse a la nación. A su lado está su amigo y héroe de la Unión Soviética Marko Ramius que le acompaña en el que sea su discurso más importante.
Multitud de cámaras de fotos y vídeo se alzan en el momento en que Mijaíl se acerca a los micrófonos y comienza a hablar. Su voz suena firme, llena de convicción y fuerza.
- Amado pueblo de la Unión Soviética, queridos camaradas comunistas...me dirijo a vosotros para hablaros de un sueño, un sueño que los Padres Fundadores de esta nación tuvieron al derrocar a los sanguinarios Zares y a la nobleza que oprimía nuestro glorioso país...un sueño que la Alemania Nazi intentó destruir, un sueño que el enemigo capitalista intenta destruir...os digo que nunca lograrán destruir el sueño de la Unión Soviética, se lo impediremos cueste lo que cueste...porque nosotros los soviéticos siempre resistimos...resistimos porque somos ¡un pueblo duro!, ¡un pueblo trabajador!, ¡un pueblo comunista! - hace una pausa mientras escucha los vítores de los soldados y periodistas allí congregados. Mijaíl sonríe.
Gorvachov continúa durante media hora lanzando ataques contra el bloque capitalista, y también pidiendo a los pueblos hermanos comunistas que se unan en un frente común. Un bloque sin fisuras. Al final hace una promesa a toda la nación.
- Camaradas, os prometo que el racionamiento terminará en poco tiempo...las cosechas que nos brindará nuestra amada patria serán la envidia del mundo entero. Nuestros recursos naturales nos llevarán a otro nivel con respecto a Occidente y ellos sentirán envidia...ellos se darán cuenta que su patética forma de vida no es la solución a sus problemas...ganaremos la guerra contra el capitalismo y la ganaremos en los próximos años...¡MUERTE AL CAPITALISMO! - grita a pleno pulmón mientras levanta el puño izquierdo. A su lado Marko Ramius lo levanta también.
Todas las personas levantan el puño y comienzan a cantar a pleno pulmón el himno de la Unión Soviética. Miles de soldados y personas elevan sus voces al cielo. Cientos de moscovitas que veían el desfile a través del televisor se asoman a sus balcones y ventanas al escuchar el impresionante coro. La televisión rusa capta estas imágenes y las emite a todo el mundo...
Mientras en occidente estas imágenes son vistas con suma preocupación.