Partida Rol por web

En tu avance al torreón se te presentan dos posibles vías de acceso. Por una parte puedes intentar entrar por la puerta principal, la cual está abierta y supone el acceso más directo al interior. Por otra, es posible que haya algún acceso secundario a través de las dependencias del servicio. Es una decisión difícil, pues una decisión errónea puede llevar a un encontronazo con el enemigo...y las heridas comienzan a notarse.

Jonelle tras la última herida determina que lo mejor es ser prudente. Optar por la vía principal es encontrar al enemigo de frente, y en sus condiciones, eso determinaría su muerte inmediata. Lo mejor sería buscar una forma de acceso secundaria, quizás tardara más, pero al menos ningún asaltante buscaría la forma de acceder a la torre por allí, dándole tiempo para comprobar qué había sido de la familia Glover.

La mujer rodeó la torre, solían haber puertas que daban a las cocinas, iba directa a buscarlas para poder entrar por esa vía en caso de que estuviera abierta.

Con discreción decides bordear el  torreón en busca de una posible entrada menos concurrida. Uno de los edificios anexos te permite ocultarte justo a tiempo de la vista de un enemigo que persigue a una joven criada.  Este rápidamente le echa el guante y tira de sus cabellos, arrojándola al suelo. Las intenciones del hombre son evidentes, pero es pronto detenido por otro. — ¡Oye tú! ¡Hay que largarse de aquí! — Advierte con grave voz. Este se anticipa a la decisión de su compañero y empuja con brusquedad a la criada al suelo. — ¡¿Con las manos vacías?! — Protesta el primero al verse privado de su botín, visiblemente crispado e incluso dispuesto a pelear. Aparece un tercero, si bien su figura es mucho menos corpulenta que la de ambos hombres.

— ¡Idiotas os he dado una orden! ¡Fuera de aquí ya! — Por el timbre de su voz, es incuestionable que se trata de una mujer, pese a que su yelmo oculte sus facciones.

A espaldas de esos dos puedes ver cómo a varios metros, al fondo de un callejón junto a la buscada puerta se encuentran Lady Gilliane, su hija, el maestre y un guardia. Sin embargo, a sus espaldas hay otro hombre que a todas señas parece un enemigo, pues se dispone a agarrar a la joven Marya Glover por la espalda. Parece que los otros enemigos no han reparado en los norteños que buscas, pero no tardarán en hacerlo.

La situación estaba volviéndose cada vez más peligrosa. Jonelle no pensaba hacer nada por la criada, al menos inicialmente, lo peor que podía depararle era que le metieran la polla hasta el fondo, y si eso sucedía podría matar a su atacante a traición y por la espalda, sin arriesgarse a recibir daño alguno, y es que en la guerra, todo valía.

El tipo fue interrumpido por otro compañero y por una guerrera que emitía las órdenes. Fue entonces cuando vio a los Glover al lado del torreón con un enemigo justo a su espalda. Salir era muy mala opción, no podría pelear contra cuatro guerreros, aunque el guardia colaborase seguiría siendo una lucha desigual, así que la guerrera se posicionó al lado del edificio de gran tamaño, en un ángulo para que los Glover la vieran y los enemigos no, y comenzó a hacerles señales moviendo sus manos y para que mirasen a su espalda, con un poco de suerte alguno se percataría de sus señales y miraría justo detrás.

Lamentaba no tener un arco entre sus pertenencias, de lo contrario podría haber acertado contra el atacante de la dama. Siendo lo mejor esperar, a ver si con un poco de suerte, el tipo que quería violar a la criada y sus compañeros se retiraban y no se percataban de la presencia de los nobles, si solo había un guerrero moriría fácilmente.

Y así actuó Jonelle, con paciencia, apoyada en el edificio haciendo señales a los Glover para que mirasen detrás, estimando cuál sería el siguiente movimiento de sus enemigos.

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