Dalia, sorprendida y aún algo mareada, respondió:
- ¡Hiero...! - tomó el control de si misma y no se dejó llevar por el alivio que sentía - Señor. Discúlpeme, no pude evitar que se llevaran el camión junto con la Libélula - aunque seguramente le dolía más a ella que a Hieronymous, Dalia se sentía culpable y responsable de lo que había pasado. ¿De quién más podía ser la culpa? Fue una estúpida al pensar que podría convencer a los piratas. El torrente de pensamientos de culpa se desvió de repente cuando se acordó de las bombas y del detonador - Las... ¡las bombas! Habían unos cables a las salidas de los edificios, ¿qué ha ocurrido?
Dalia trató de enderezarse en vano, pues aún seguía atada de pies y manos. Miró hacia sus ataduras y de nuevo a Hieronymous, entrecerrando los ojos para que la luz solar no la cegara.
- Tranquilízate. - Dijo Hieronymous con voz tranquila mientras que la desatapaba. - Cuando alguien tocó el primer cable un pitido alertó al restó del campamento, pero el pitido procedía del detonador que se le caería a ese canalla, las bombas no explotaban de forma automática. - Por fin acabo de desatarla y ambos se levantaron, a Dalia le costó un poco debido a lo dolorido que tenía el cuerpo pero Hieronymous la ayudó. Una vez ambos levantados le puso una mano en el hombro a Dalia y dijo. - Olvídate de Libélula, lo importante es que estés sana y salva, cuando está misión termine nos encargaremos de informar sobre este ataque, esa gente es otro mal que debe ser erradicado.
Tras este incidente el viaje continuó su curso, de nuevo rumbo hacía Cele. Las guardias se doblaron por las noches pero no hubo ningún ataque más del que se tuvieran que defender. El estado de Fred no fue a mejor y algunos temieron por que acabará resultando una carga, por lo que lo tumbaron junto con el cargamento para que reposara todo el viaje. Dalia tuvó que conformarse con viajar junto a los soldados tras haber perdido el vehículo en el que viajaban Hieronymous y ella. El viaje no fue cómodo, y el ambiente era algo tenso, pero el silencio ayudaba a Dalia a pensar.
Tras varios días de viaje por fin alguien dijo algo en voz alta, cuando Dalia pudo sacar la cabeza por la ventana pudo ver por primera vez aquella estructura monstruosa de metal que se alzaba en el horizonte. Por fin se acercaban a Cele, o como algunos locos decían, al paraíso.
[FIN DEL PRÓLOGO]
Bueno, te daré vacaciones hasta que los demás terminen su previo, que no falta mucho. Y como prometí te doy ahora los puntos de conocimiento que te pertocan como hice con Elias y Mesiah, pero después aplicare el nuevo sistema.
Basándome en lo que has hecho durante toda la historia subete el contador de aprendizaje de las siguientes habilidades:
- Combate cuerpo a cuerpo.
- Percepción.
- Esquivar.
- Intimidar.
- Defensa.
- Supervivencia.
- Estilo.
Y puedes subirte un punto completo en estás:
- Conocimiento general. (Hieronymous te ha dado bastante la brasa)
- Resistencia. (Tanto física como mental. Por razones obvias.)
- Persuasión. (A pesar de que no lo consiguieras lo has intentado, así que el punto te lo mereces)