Supongo que no le costaria mucho apiñar los explosivos que tengas, pincharle un detonador y hacerlo volar todo, pero hay edificios civiles a los lados de la base.
La ametralladora está montada en la furgo? Se puede encarar para acribillar a todo el que entre?
Escucho sorprendida las respuestas de mis compañeros. Está claro que a Marc le voy a tener que enseñar un par de trucos sobre cubrir sus huellas, pero no es nada que no esperase. Me sorprende más la descripción de todo lo ocurrido con los neonazis y las reacciones de los ases sobre la actuación de Lázaro y Tecno.
Miro con severidad a este último cuando ignora vilmente a Francisco. Pero parece que la principal causa de discordia es con Lázaro. Al igual que cuando nos mostramos en contra de usar explosivos, parece que su visión de nuestras acciones es completamente diferente a la de la mayor parte del grupo. Marc me sorprende con su respuesta y sonrío al pensar que yo no lo hubiera dicho mejor que el mecánico.
- Y ese es parte del problema - intervengo al fin cuando Lázaro termina de leer el diccionario. - Talión no pretende dominar a nadie. Sólo hacer pagar a los criminales aquello que la policía no puede o no quiere hacer. Si los antidisturbios hubieran acabado con esos skins no habría hecho falta que interviniésemos - digo rebatiendo su anterior comentario. Sin embargo yo misma estoy de acuerdo en que deberíamos centrarnos en misiones con más relevancia que acabar con unos skinheads, así que no insisto en ese tema.
- Pero hay una cosa que parece que aún no has comprendido, Lázaro. Si la opinión pública nos ve como terroristas, estamos jodidos. ¿Crees que saliste de la cárcel por tu pico de oro? Sin la colaboración de algunos policías nuestro rescate se habría ido al traste. Y, ¿qué policía nos va a echar una mano la próxima vez si vamos asesinando gente sin justificación? Hemos tenido suerte... una vez más... pero no va a durar eternamente.
Observo a militar. Poco queda en él del cocinero que una vez fue mi amigo. Sus constantes referencias al ejército y su recuperada obsesión por los explosivos me hacen pensar en algún tipo de estrés post traumático. Tal vez la herida que recibión de Phoenix o los tiroteos en los que nos hemos metido el último mes le han llevado de vuelta a la guerra. Su mención al Sahara, en particular, me hace recordar que, antes de todo esto, siempre había pensado que España les había dejado totalmente en bragas al abandonar su antigua colonia. Precisamente lo que Talión no debería hacer con la gente de esta ciudad. Tal vez para un soldado las muertes de civiles sean daños colaterales, pero para mí sigue siendo algo inaceptable.
- Si esto es una guerra, Lázaro, no la vamos a ganar sin aliados. Ni, desde luego, discutiendo entre nosotros. Si piensas que eres el único profesional que sabe cómo enfrentarse a las mafias, puedes coger la llave de uno de los pisos francos y esconderte allí, porque aquí hay gente que lleva matando rusos desde que tú estabas en el frente - digo mirando a Francisco por un momento. Al menos él ha conseguido mantener la calma, porque hace tiempo se habría liado a puñetazos ante un comentario semejante o ante una niñada como la de Tecno. - Joder, si queremos cortarle los huevos al Fu-manchú que está amenazando a tu abogado (y de paso a toda la ciudad), y acabar con Gagarin y su panda de tovarich vamos a tener que trabajar juntos. Todos, TODOS, tenemos cosas que aportar a Talión y por eso estamos aquí. Pero el momento de discutir los planes es mientras se plantean, no improvisar cuando no queda más remedio. - Levanto la mano, conciliadora. - No sé si había otra solución que disparar a ese tipo, y todos sabemos que ningún plan sobrevive al contacto con la realidad, así que no me vengais con chorradas, que me habéis entendido. Ya os la habéis medido demasiado tiempo y tanta testosterona no os deja pensar.
Me acerco al mueble bar y saco unas copas. - Acabemos con esto de una vez, pero dejemos zanjada esta discusión definitivamente. Tenemos mucho trabajo que hacer, y no va a funcionar si no arreglamos las cosas entre nosotros.
¿Qué eso era cosa de los antidisturbios?- me repetí al escuchar a Lázaro decir aquello, incrédulo por dichas palabras. Claro que era su trabajo, así como el de la policía acabar con las mafias y los traficantes, o rescatar a víctimas de la trata, o capturar a asesinos… pero si Talión existía era precisamente porque la policía no se estaba haciendo cargo de ello. No éramos terroristas, y si Lázaro pensaba eso es que no sabía lo que era el terrorismo… pero si que éramos criminales y asesinos, y una sociedad debía estar muy jodida para que ese tipo de gente fuese la que tuviese que llevar la justicia a quienes la merecían. Por desgracia, así de jodida estaba la cosa, y puede que incluso más. Le iba a decir todo aquello, así como un par de cosas más después de su contestación a Marc cuando Katia intervino.
Tienes razón- dije tras unos segundos, los cuales usé para calmarme -Discutir entre nosotros no nos sirve de nada…- dije, mordiéndome la lengua para no añadir que tampoco lo hacía ir de pistoleros.
Pero espero que al menos sirva para que aprenda la lección y piense antes de disparar- me dije mentalmente mirando a Lázaro.
Con poco que añadir a lo dicho por los demás, Xavier sólo remachó La buena reputación entre la gente y las fuerzas de seguridad es lo que impedirá que los primeros nos abatan en cuanto nos vean y los segundos nos denuncien cuando menos nos lo esperemos. Cargarse a escoria, por muy mala vida que lleven, no va a ayudarnos a mantener dicha reputación. Sólo te estamos pidiendo que te lo pienses dos veces antes de apretar el gatillo, Lázaro.
Pero dejemos atrás el pasado. Si alguien quiere dejar salir algo de agresividad acumulada, sugiero que practiquemos algunas técnicas de combate. Yo me ofrezco para hacer de agresor armado concluye, señalando el cuchillo que lleva en la cintura e intentando apaciguar del todo los ánimos.
Tras las palabras de Katia, Francisco puso los ojos en blanco e hizo un gesto de “me rindo”. Con lo que con desgana dejaba entender que se desentendía de todo aquel asunto.
Quedaba implícito por sus palabras, que Lázaro no solo no aceptaba el error que había cometido, sino que además en su defensa de lo imposible, se dedicaba a lanzar mierda sobre una misión de la que ahora decía propia de una ONG, cuando él precisamente había sido uno de sus impulsores y votado por realizar una misión de perfil bajo. Ya fuera por la presión de haber sido detenido o por otra razón desconocida, a su compañero se le había fundido una bombilla en algún momento.
Hasta Marc, que normalmente era el más callado e impulsivo del grupo había tenido sumo tino con su intervención.
Hacía años que eran amigos, pero ahora le había quedado claro que con su comportamiento preadolescente, no podía contar con Lázaro ni para ir a comprar el pan. Y precisamente en un momento en el que iban a necesitar la colaboración de todo el equipo…
Desestimó la invitación de Katia a tomar una copa, pues en ese momento no estaba de humor para esas cosas, y finalmente negó al último comentario de Xavier.
- Mejor no nos distraigamos.- Le respondió desestimando su ofrecimiento a practicar técnicas de combate cuerpo a cuerpo.- Tenemos mucho de qué hablar y poner en común información importante para ver cuál será nuestro próximo objetivo.-
Lázaro no entendió nada de lo que le dije, respondiéndome con una definición del diccionario, como si eso quisiera decir algo. Al igual que uno no puede reparar un motor sin entender como funciona, uno no puede etiquetar a este movimiento que estamos llevando a cabo sin entenderlo. La RAE no lo entendía, pero pensaba que Lázaro sí, aunque estaba claro que no. No me tranquilizaron para nada las palabras de los demás, Lázaro no estaba queriendo entender y eso lo convertía en alguien muy peligroso para nosotros.
No presté atención al gesto de Katia de las copas, y me mantuve en un pesimista silencio mientras esperaba aquella información en común.
Xavier se encogió de hombros al ver la respuesta de Francisco: -No me refería a ahora mismo, claro.
En cualquier caso parece que ya tienes algo pensado, Francisco. Oigámoslo.
- Pensado como tal aun no tengo nada, pero si que tengo información que seguro os interesará a todos.- Comentó con un gruñido.
- ¿Os acordáis de la droga Berserker?- Preguntó de repente dejando unos segundos de dramático silencio.- Pues tendríamos que habernos puesto a ello hace tiempo.- Prosiguió con un deje bromista en la voz.
- Mis pesquisas por descubrir que eran las Deathbet han dado sus frutos, y digamos que he tenido una experiencia de primera mano de que se tratan.- Prosiguió abandonando el tono distendido.- Son combates ilegales a muerte, pero no del tipo “cuatro matados en un almacén dándose de hostias”, sino a lo grande, de alto standing. Con limusinas y todoterrenos de lunas tintadas, scorts de lujo, unas carpas enormes con gradas montadas en una localización secreta, bebidas selectas, comida de diseño, ipads con los que hacer apuestas, y mucha, mucha seguridad. La entrada mínima para el público son 50.000 euros, así que ya podéis imaginar que los que asisten son gente pudiente como grandes empresarios, actores, políticos, etc y estaba a reventar de gente. ¿Y qué porque os comentaba lo del Berserker? Pues porque gran parte de los luchadores son pobres desgraciados a los que inyectan esa droga para que se conviertan en unas bestias asesinas que se destrozan entre sí. El espectáculo es… tan decadente y desagradable como os podáis imaginar, con gente ricachona aplaudiendo y jaleando mientras unos tipos se destrozan literalmente arrancándose mandíbulas a puñetazos o desgarrado cuellos a mordiscos. Todo lucia como si fuera el hijo bastardo de los espectáculos del coliseo romano y la matanza de Texas... Por desgracia había una seguridad de la hostia y no tenía un tanque a mano para arrasar con todo y exterminar a esa escoria, pero en los descansos si pude mezclarne con la gente y aunque todo el mundo llevaba mascaras, pude identificar a varias personalidades a las que quizás podríamos sacar más información...-
PD: Paro para que podáis hacer ronda de preguntas y respuestas con detalles al respecto del tema.
Escuché con atención las palabras de Francisco, eran sobre la droga berserk que ya nos habíamos cruzado con ella. Sin duda esta nueva información daba un golpe más de tuerca en la crueldad del ser humano.
Extendí las piernas mientras posaba mis manos sobre las rodillas escuchándole. De nuevo el rico y poderoso aprovechándose del que nada tiene, nauseabundo. Les partiría la cabeza a esos ricos y famosos de un solo golpe.
¿Con baile de máscaras y todo? Chasqueé la lengua —suena a que tenemos que hacer algo. No puede haber por ahí cuatro hijos de puta con dinero que se crean con derecho a inyectar una puta droga a la gente y que se peleen para disfrute del público. Parece que tenemos que informarnos y tomar medidas —.
Estoy con Marc, hay que hacer algo- dije tras escuchar a Francisco contarnos el estercolero humano con el que se había topado -Me gustaría ver que les parecería a los hijos de puta esos que les inyectásemos a ellos un poco de Berserker, a ver si les sigue pareciendo tan divertido- añadí.
Coincido. Cuando arrestamos a Sebas el gordo y se la inyectó él mismo sólo pudimos reducirlo entre tres GEOs y yo, y porque casi le volamos las rodillas a tiros. Esa cosa te transforma en una cosa violenta y balbuceante, inmune al dolor y deseosa de muerte, tanto de recibirla como de dispensarla.
Debería ser nuestra prioridad. Junto con investigar el tema de los magrebíes y acabar con Fu-Manchú. Igual hay que ir pensando en subcontratar trabajo remata el inspector con una sonrisa.
"Tecno" permanecía pensativo mientras Francisco explicaba sus hallazgos acerca de las veladas de peleas clandestinas.
- Puedo investigar en la Deep web para intentar enterarme de donde se celebrará la próxima velada. Tal vez así podamos autoinvitarnos a la fiesta...
Escucho preocupada las noticias del Berserkr. Teníamos que haber podido parar la introducción de esa droga en Barcelona, pero después del trabajo del puerto los chinos habían modificado sus planes y nos quedamos sin opciones para ese trabajo. Los efectos de eso empiezan a dejarse ver y tal vez sea hora de recuperar toda la información que teníamos al respecto en su momento.
- Seguramente pueda conseguir una invitación más formal a una de esas fiestas a través de una agencia - contesto a Tecno. Después de todo, Francisco nos ha dicho que suele haber muchas escorts en esas reuniones. - Pero hay algo que me preocupa en todo esto. Si intervenimos en estas fiestas seguramente los chinos se den por aludidos y ejecuten parte de su plan contra Larranzábal y con los explosivos. Aunque, evidentemente, son algo que debe ser castigado, creo que antes deberíamos acabar con las amenazas del tipo que nos llamó por teléfono - comento, pensativa. Por otro lado, tampoco vamos a poder entrar a sangre y fuego por allí. Aunque sería feliz ejecutando a la mayor parte de los asistentes voluntarios a esas DeathBet, habrá trabajadores y acompañantes que no tengan malditas las ganas de encontrarse en uno de esos lugares. Aún necesitamos más información sobre los organizadores, que deberían ser nuestro objetivo primario en ese trabajo.