Oliveiros, Papá Oso, ese criminal sin demasiados escrúpulos, parece sonreír francamente mientras pasa con Katia un buen rato. Le explica que se trató de un aparatoso accidente de coche, pero que no es nada.
Se deja enternecer por su nueva empleada, y se toman un tiempo charlando antes de 'probar la mercancía'. Katia conoce bien a los hombres, y tras una breve charla lo cala rápidamente, pues, pese a ser prudente al revelar nada, se abre y se relaja lo suficiente. Es un hombre ambicioso, eso está claro, y algo resentido por su puesto, probablemente perdió una ocasión de ascender o esté disgustado con su jefe, o tal vez le esté amargando el puesto tras los... recientes acontecimientos. Acostumbrado a las mujeres, y a las mujeres bellas, parece más contento con la combinación de belleza, dulzura y charla inteligente de Katia que meramente con su físico. (Tampoco se ha adecentado tanto como podría haberlo hecho, aún puede sorprenderle)
Es alguien duro y exigente, al que no le gustan los errores, por eso sorprende lo suave que resulta en el trato tanto en la charla como en la cama, donde se preocupa tanto del disfrute propio como del de Katia, tomándose un largo tiempo de preámbulos para que se relaje.
Katia ha visto eso algunas veces con otros clientes. Papá Oso está prendado de ella, no cabe duda. Si bien es un tipo inteligente y no cometerá graves negligencias -aún-, le resultará más o menos sencillo de manipular, o con el tiempo, que la haga partícipe de algunos negocios, o que suelte un poco la lengua. Ese es un trabajo que, si bien será sencillo, llevará algún tiempo, y Princess podría ser peligrosa tanto social como físicamente, pudiendo querer apartarla de Papá Oso o en el peor de los casos, eliminarla.
Al terminar, la deja intimidad para que se vuelva a arreglar, y cuando está lista, lo encuentra en bata, sentado en su sillón, fumando un puro caro y con otras dos copas en la mesa, listo para prepararle lo que desee tomar.
Motivo: Astucia+Empatia +2
Dificultad: 1
Tirada (8 dados, se repiten 10s): 1, 10, 3, 3, 9, 1, 2, 9, 6
Éxitos: 3, Éxito
Me retiro a un aseo para volverme a arreglar, aprovechando para observar la distribución del local y sus medidas de seguridad. Me lavo rápidamente, recordando que esto es sólo un trabajo más, y coloco mi escasa ropa antes de volverme a maquillar. Esta vez lo hago de forma un poco más discreta, nada tan exagerado como lo que traía al principio, pero no utilizando toda mi habilidad en ello, como haría en una cita habitual.
Vuelvo junto a Papá Oso y me fijo en que prepara dos copas. Me siento de lado junto a él, en el borde del sofá, como si estuviera dispuesta a levantarme nuevamente en cuanto él lo pida.
- Gracias, señor Cardenas. Ha sido amable conmigo - le digo con la mejor de mis sonrisas. Miro las dos copas en la mesa y me vuelvo hacia él con un gesto dubitativo. - No sé si prefiere que le acompañe un rato más o que suba a que me enseñen el resto de local... - le digo fingiendo nerviosismo. - Lo siento, hasta ahora sólo había trabajado con citas organizadas y no sé... - Me interrumpo, dejando desvelar una cierta timidez que seguramente a un hombre tan dominante le pueda resultar atractiva.
Pero mi gesto es algo más enrevesado. Por un lado quiero que se plantee seriamente lo que significa enviarme al salón, para saber hasta qué punto le he impresionado: tal vez no hoy, pero alguien como yo no tardaría en destacar entre las prostitutas mucho peor entrenadas, lo cual le podría proporcionar algún beneficio económico. Pero, por otro lado, quiero que sienta el dolor de la pérdida, que se plantee si realmente me quiere compartir con cualquier cliente sólo por unas monedas, pues independientemente de lo solicitada que pueda llegar a estar, el beneficio de una nueva meretriz para el local no le supondrá una gran ganancia.
Motivo: Seducción
Dificultad: 1
Tirada (11 dados, se repiten 9s, 10s): 3, 9, 8, 3, 7, 2, 1, 4, 2, 2, 7, 5
Éxitos: 2, Éxito
Motivo: Seducción
Dificultad: 1
Tirada (11 dados, se repiten 9s, 10s): 4, 7, 6, 2, 7, 6, 6, 6, 1, 6, 5
Éxitos: 0, Fracaso
Joder, no sé por qué le he dado dos veces al botón. Y menos mal que la segunda tirada no vale para nada, porque era una puta mierda. Bueno, está lejos de los 7 éxitos anteriores, pero sigue teniendo un -4 para resistirse (don de gentes y gracia seductora).
Papá Oso sonrió al ver aparecer a Katia. Desgraciadamente, el local tiene un baño antes de la sala principal, así que no es 'necesario' que se pasee por el club, y hacerlo llamaría la atención.
Cuando le da a escoger entre quedarse un rato más o marcharse a trabajar, Oliveiros se lo piensa un poco.
Está bien por hoy... siéntate y charlemos un rato. Luego te enseñaré el local, cuando esté más tranquilo. Evidentemente se refería a después de cerrar.
La velada se alargó otro poco más, tiempo que Oliveiros aprovechó para saber otro poco sobre Katia. Mientras aún estaba en bata, sonó el teléfono de nuevo. Miró el nombre en la pantalla, y Katia aprovechó para hacer lo propio en un vistazo: 'Juárez'
Disculpa... Hizo un gesto con la mano para que esperase y no hablase, y descolgó. Compañero...! Saludó con un medido tono de pitorreo ¿Ha pensado algo? Escuchó. El hombre del otro lado del teléfono tenía acento mejicano, y parecía explicar algo tratando de excusarse. No... Mire, yo también tengo mis problemas, ¿O no me ha visto la cara últimamente? Parece que le interrumpe, pero diciéndole algo que le agrada, habla de miles de euros Entiendo, eso es más rasonable... Aún así, si tiene tantos problemas de personal, quisá tenga que hablar con otra gente, nesesito a los mejores, y no quisiera que me mandase gente inesperta, comprende...? Mira de reojo a Katia mientras el tal Juárez parece ofendido. Mire compañero, no se me haga el ofendido. La última ves no fue como esperábamos. Si ese es su presio, nesesito saber que lo que compro es de calidad. Juárez no parece calmarse demasiado con los tranquilos razonamientos de Papá Oso, y se puede oír claramente cómo le dice '¿Crees que mi gente no da la talla'? No se lo tome como algo personal, compañero. Esto son negosios, y tampoco viene usted siempre a mis clubs, ¿No es sierto? Y no creo haberme enfadado nunca por ello. La respuesta de Juárez parece algo más airada. Ya. Le interrumpe Papá Oso, ahora también más enfadado. No estoy para jugármela de nuevo. Garantíseme calidad, o ajuste el presio compañero, y volveremos a hablar. Si me disculpa...
Juárez gruñe malhumorado, diciendo que se lo pensará, pero el propio Papá Oso con su expresión parece dudar de que vaya a hacerlo. Tras despedirse con cierta frialdad, cuelga y resopla.
Negosios... No tienen horario, hehe... Son casi las cuatro de la madrugada. Pocos negocios legales están abiertos a estas horas.
Motivo: Ast+Subter-3
Dificultad: 1
Tirada (4 dados, se repiten 10s): 2, 8, 7, 9
Éxitos: 2, Éxito
Sonrío con un gesto comprensivo e inclino la cabeza en dirección a Papá Oso.
- Entiendo - le digo. - No le molestaré más, entonces. Le pediré a Princess que me enseñe el local con calma, si lo prefiere... - Me acerco a él, acariciándole la mano con la que aún mantiene el teléfono. - Aunque tal vez prefiera relajarse durante un rato más - comento con tono juguetón.
No me agrada Papá Oso, pero al menos he conseguido juntarme a él la primera noche, lo que tal vez me permita mantenerme alejada de la calle, o del trabajo en el club. No es un gran consuelo, pero algo es algo. De momento esta posición me permite acceder a bastante información sobre la mafia latina y, si todo va bien, no tardaré demasiado en terminar esta situación pegándole un tiro en los huevos. Pero tiempo al tiempo, la paciencia siempre ha sido una de mis virtudes y no puedo permitirme cometer un error y que Princess o este hombre descubran mi tapadera.
Papá Oso sonrió.
El local seguirá aquí mañana, preciosa mía... Acarició la mano de Katia dulcemente, y la noche continuó hasta el alba.
Por este lado creo que ya estamos. Dado que tienes muchos frentes, lo podemos dejar aquí hasta que haya necesidad de abrir otra charla o escena.
Por este lado creo que ya estamos. Dado que tienes muchos frentes, lo podemos dejar aquí hasta que haya necesidad de abrir otra charla o escena.
OK por mi parte, pero ahora mismo no tengo precisamente ningún frente abierto... Aún no he digerido bien la información de planificación (tengo que ponerla en común con el resto del grupo), la parte de las monjas está terminada, Tecno está casi completamente out e incluso he conseguido escribir antes en la escena de Milenka, pero no hay mucho que tirar por ahí hasta que no se muevan piezas.
Si Itir tiene tiempo, podemos intentar darle caña a los rusos desde los sicarios, que les quitará algo de potencia de fuego para cuando vayamos por los Camaradas. Si no, puedo intentar moverme por aquí para ver qué hacer con Cenizo e intentar provocar una guerra de bandas por aquí para terminar de rematarles.
Si tienes alguna cosa en mente, estoy abierto a sugerencias.
Lo que tú prefieras. Si quieres ir a dúo con Paco, también me va bien.
Cuando decidamos qué hacer como grupo, pensamos cómo seguir por aquí, sobre todo para no abrir demasiados frentes y que seas tú quien marque el ritmo sin agobios, ¿ok?
Perfecto tio. Muchas gracias por la comprensión :)
Buenas, pues es hora de seguir con mis historias, que Francisco me está dando envidia (que aquí la gente se lo va a pasar bien ellos solos mientras los demás intentamos sacar tramas para todo el grupo)... De entrada, necesitaría que Tecnovirus ponga a sus contactos a buscar al exmarido de Jessy (a.k.a. Princess). Vi su fotoen el bolso de Princess, así que si puedo conseguirla en cualquier momento en el que la mujer esté liada (literal o metafóricamente) con Papá Oso y sacarle una foto con el móvil será mucho más fácil.
¿Puedo ayudar con alguna tirada? Aún tengo PX que gastar y le estoy dando una vuelta a cómo emplearlos.
El jugador de Tecno lleva sin conectarse a Umbría desde el 24/01, así que lo PNJtizaré yo, y haré que efectivamente ponga a contactos de la red a buscar a ese tipo, aunque sin nombre ni otros datos sobre él, como lugar de origen, fecha de llegada a España o posibles ocupaciones va a ser un trabajo de chinos... o de negros.
La foto la puedes conseguir en un descuido, eso sí.