Partida Rol por web

Tierra Muerta

El peor de los viajes (Lean Calic, Escena II)

Cargando editor
02/03/2011, 11:53
Leanúit (Lean) Cailc

Estuvo un largo tiempo meditando, se sentía de veras en un punto muerto del que dificilmente podría encontrar la salida, si es que había alguna.

Cierto era que habían cosas que no cuadraban, pero todo era muy real, muy vivido, nada le daba por seguro que sus aparentes “demencias” no eran más que eso. Bien podían estar trasteando con su mente, tan en un sentido como en el otro. Sin moverse un ápice, y sin dejar que lo hiciera su padre, la muchacha, triste y vacía, miraba como las nubes transcurrían en el cielo azul.

 ¿Como coño podía saber cual era la realidad a ciéncia cierta? Si eso era realmente una prisión... ¿estaba la mente de su padre también encerrada en ella? Mientras hubiese la más remota posibilidad que eso fuera así, no podía abandonarlo. Senzillamente, no podía.

¿Qué podía hacer? Había pedido ayuda a las divinidades pero estas hacían oídos sordos a sus gritos de auxilio. Podía sentir el cielo, pero este no la escuchaba. Se sentía MUY cansada, quería bajar la espada, abrazar a su padre, e irse a comer tranquilamente y olvidarlo todo. Como era aquello... ¿ser feliz? ¿Como podía sonar tan raro?¿Tanto tiempo había transcurrido? ¿Tanto lo había olvidado?

Que tentada se sentía, ¿que había que decidir?¿Tan dificil era la decisión? ¿Cuales eran sus opciones? Suicidarse, después de haber luchado casi dos largos años, dia a dia para mantenerse viva... o dejar la espada y vivir una vida tranquila y feliz. ¿Que la detenía? La duda.
Si, era la duda. No tener la certeza de que aquél era su padre, o saber que al menos que lo era su mente, y por otro lado... ¿y si no lo era? su padre podía estar en cualquier otro lugar esperando encontrarse con ella. Pero... ¿si realmente lo era este?... ¡¡como se podía permitir hacerle sufrir viendo como su hija se SUICIDABA!! Aquello era una aberración.

Miró de nuevo a los ojos a su padre, estaba claro que sufría, que podía hacer... ¿por qué nadie les ayudaba? ¿Por qué sentía que todo era tan y tan cruel?

Intentó serenarse un poco más, sus labios comenzaron a entonar una canción, con un susurro y voz muy suave, volviendo a su niñez, recordando esa melodía que su padre le desafinaba cuando esta no podía, o no quería dormir, reviviendo su voz cuando despertaba de una pesadilla en medio de la noche.
Poco a poco, eso si ayudó. -A ver, con calma- pensó. -¿Qué hace que un sueño sepas que lo es? otras veces que he soñado algo y de pronto descubrí que soñaba ¿qué fue lo que me indicó que así era? El dolor. Sin duda, es el único vínculo. Solo he sentido dolor soñando, cuando ya me acaecía alguna herida en el mundo físico. Sin embargo, ahora no siento dolor, no en las manos...-

De pronto, extendió su mano zurda libre y pasó un dedo por la afilada hoja de su espada, haciendose un profunde corte en él, pero... ¿sentiría el dolor?

 

 

 

Notas de juego

Estaba casi terminado cuando he visto tu mensaje, imagina que Lean no oye las palabras de Zzarat (o si las oye, pero no aportan información nueva para ella, no le ayuda más que la otra vez).
Las oiga o no, se pierden como un eco entre sus pensamientos.

Cargando editor
04/03/2011, 10:33
Director

La joven sintió dolor al cortarse con la espada. Como era de esperar. Las gotas de sangre cayeron lentamente hasta el suelo arenoso de delante de la casa.

Lean luchaba en su interior por saber si lo que veían sus ojos era real. Su corazón quería que a si fuera, pues por fin se había reunido con su padre, su meta y único fin. Nada era como ella recordaba, solo la figura de su padre permanecía inalterable.

Su cansado corazón cedía ante lo inevitable, el mundo que la rodeaba no era ni de lejos lo que debía ser. No era el lugar de muerte y podredumbre donde por donde había vagado estos últimos años. Pero Lean prefería engañarse a si misma y vagar perdida en el olvido, antes que enfrentarse a la verdad. Una verdad que su mente le gritaba con fuerza, esto no es real. Y aunque la voz de Zzarat le había enseñado el camino, no se atrevía a cruzar.

¿Y porque alguien había ideado aquel "espantoso" lugar? Justo para que ella se quedara para siempre y no volviera a despertar jamas.

lean estaba atrapada, y poco a poco, el profundo sueño se tornaría en real, para siempre.

Cargando editor
04/03/2011, 10:43
Nathan

Nathan gritó desesperado cuando su hija se propino el corte. Por un momento el padre creyó perder a Lean, más su corazón se tranquilizó, en parte, al ver que solo se había herido, y no era un corte mortal.

- ¿Que hacer hija? Dijo con voz quebrada, dando un paso hacia delante. 

Cargando editor
05/03/2011, 21:25
Leanúit (Lean) Cailc

La muchacha pasa un rato mirando su dedo, incrédula, la mano le tiembla, y un hilo de sangre baja fluyendo de ella. ¿Quería una certeza?, pues aquí la tiene.

-Siento el dolor, puedo sentirlo.- Solo puede murmurar en los primeros instantes.

-¡¡Oh, joder!! – De pronto abre los ojos como platos, dándose cuenta de su locura. -¿Qué es lo que he hecho?, ¡¿Qué es lo que he estado apunto de hacer?!- Lean abre la mano y deja caer la espada.

Sus brazos se sacuden nerviosos, su labio se tuerce con tristeza. –Lo siento mucho, papa. Lo siento mucho. Lo siento mucho.- Dicho esto, corre ya sin dudarlo para abrazar a su padre, en busca de perdón y consuelo, nuevas lagrimas surcan de nuevo en sus ojos, aunque esta vez el sentimiento sea distinto, y cuanto más cerca le inunda un sentimiento de calma y felicidad.

Cargando editor
09/03/2011, 10:06
Nathan

Nathan sintió un torrente de alivio y felicidad al ver como su hija soltaba el arma y corría a abrazarlo. No sabía como habían llegado a ese punto, pero agradeció de forma muda a los dioses que todo acabara de aquella manera.

El padre y la hija se fundieron en un fuerte abrazo, lleno de ternura y felicidad, mientras las lágrimas inundaban los ojos de Nathan.

- Ahora todo irá bien hija. Dijo el hombre secando las mejillas de su hija. - Entra, comamos algo, pues tenemos mucho trabajo que hacer, antes que venga el recaudador.

Nathan se sentía feliz, desorientado, pero feliz, pues no esperaba aquella escena cuando se levantó por la mañana. Pero ahora todo había pasado, y podían volver a sus quehaceres habituales.

Con dulzura, acompañó a su hija hasta la mesa, donde esperaban las viandas.

Cargando editor
12/03/2011, 18:54
Leanúit (Lean) Cailc

Largo tiempo había pasado de la última vez que la muchacha se sintió como una chiquilla en busca de consuelo en los brazos de su padre, así que se resiste un poco antes de dejarse conducir hasta la mesa.

Una vez allí, piensa que es lo que hará desde aquél momento, se siente feliz porqué tiene allí a su padre, y cada vez menos le importa ya el resto. Pasa un buen rato mirando como este se mueve torpemente entre los utensilios de la cocina y en como se acerca a servir el almuerzo.

Cuando su padre le alarga el plato, ella observa la comida con interés, el olor no le alcanza, pues como ya se ha dicho no dispone de un sentido del olfato, pero si puede sentir el calor en sus manos y el vapor en su cara. Con un tenedor juega un rato medio pensativa, y sonriendo en una especie de extraña melancolía, esperando, hasta que su padre toma asiento, solo entonces Lean le pregunta:

-Cuéntame una vez más, Nat. ¿Cómo conociste a Anna?- Hace la pregunta, se gira, y le mira a los ojos con una amplía y afable sonrisa, que indica que prefiere cambiar de tema y por el momento olvidar lo transcurrido en el decurso de aquella tortuosa mañana.

Cargando editor
15/03/2011, 20:28
Nathan

 Nathan se sentó a la mesa y dibujó una sonrisa ante la pregunta de su hija.  - Como si no lo supieras, Lean. Dijo mientras se servía un baso de leche templada.

- Ya sabes que fue en las fiestas del pueblo el verano pasado... Nos presentó el maestro del pueblo, Íkarus ¿Te acuerdas de él? Bueno, no importa... He izo un gesto con la cabeza, pues se había ido por las ramas. - Ana lo había pasado muy mal desde que se quedó viuda, y no podía cuidar las tierras ella sola... El hombre pareció enrojecer por unos instantes. - Ya sabes, una cosa llevó a la otra y acabamos conociéndonos mejor.

Cortó más rebanadas de pan, y las untó generosamente con tomate y aceite. - Tanto ella como yo nos necesitábamos, fue una gran suerte que nuestras vidas se cruzasen... 

Cargando editor
20/03/2011, 00:01
Leanúit (Lean) Cailc

Al oír esa historia sonríe de forma un tanto agridulce, alarga el brazo para tomar una de las rebanadas de pan untadas del mismo plato de su padre, la forma en que lo hace es distraída, como un reflejo, propio y típico de alguien acostumbrado a ello. Mientras se la lleva a la boca y se la empieza a comer la muchacha hace esfuerzos por intentar recordar algo de aquello y entorno a su madrastra pero nada de ello le viene al respecto.

Eso si, puede recordar Íkarus aún habiéndose relacionado poco con aquél hombre, algo para nada rara si traemos en cuenta el hecho de que Lean había sido siempre una persona muy cerrada y poco sociable hasta que se desató el horror. La joven, se entendía mejor con los vegetales que cultivaba que cualquier otra alma humana.

–Si, recuerdo a Íkarus, y ya sabes que no me caía bien.- Hace memoria con un escalofrío. -Era un cotilla y, aún peor, siempre andaba inventando cosas de la gente con tal de poder escuchar el sonido de su propia voz. ¿Acaso olvidas que algunos de los peores rumores que circulaban a nuestro entorno tenían origen en su boca?- Da otro mordisco al pan y prosigue. -¿Y íKarus, de qué conocía a Anna,?-

Cargando editor
25/03/2011, 20:49
Director

Justo cuando Nathan iba a responder a su hija, todo empezó a temblar. Todo al rededor de Lean se agitó sacudido por una terrible fuerza.

Como si se tratara de un espejo roto, fragmentos de lo que veía la joven estallaban en mil pedazos. Dejando en su lugar una cegadora luz blanca que lo envolvía todo.

Los sonidos del exterior cesaron, y solo quedaba silencio.

Nathan intentó, instintivamente, acercarse a su hija, abrazarla, protegerla. Con ojos desesperados se dio cuenta que no podía, pues la extremidad con la que había hecho el gesto, se partió como una rama seca.

Cargando editor
25/03/2011, 20:54
Nathan

Los ojos asustados y desesperados se fijaron en los de su hija. En su cara se podía ver el mido, la desesperación y la impotencia. Incrédulo miraba el muñón de su brazo, y cuando intentó incorporarse, la rodilla estalló. Más no había sangre, solo una luz blanca y cegadora.

Intentó articular palabra, pero de su abierta boca no surgió sonido alguno.

Cargando editor
26/03/2011, 23:32
Leanúit (Lean) Cailc

Al principio la muchacha estaba tan metida ya en aquella fantasía que cuando, lo que fuera, la sacudió... empezó a creer que sufrían los efectos de un terremoto, pero lo que le quedaba por ver era mucho peor y el cruel espectaculo fue devolviéndola a la realidad. Con horror contempló los intentos y esfuerzos estériles que hacía Nathan para abrazarla. -¿Papá?-
Sintió como si la punzaran en el estomago viendo como su padre se deshacía a añicos, Lean se dejó caer de rodillas a su lado intentando recoger los pedazos con las manos. Brotaban, de nuevo, abundantes lágrimas de sus ojos mientras arqueaba el labio inferior tristemente como una niña pequeña la cual se siente profundamente desdichada:-¡¡NO!! ¡¿Qué?! Nononononononnonononono ¡¡¡Papà!!!!- Aquella realidad se desmoronaba, quizás para darle el alivio de la muerte, o solo quizás para reservarle otro horror mayor... los recuerdos vividos en los últimos años volvían a golpear su mente como olas de un mar furioso. Y histérica empezó a gritar.- ¡¡¡¡¡Papà!!!! Papà, no. No te vayas, Papà quédate porfavorporfavorporfavor ¡¡¡¡¡Papà!!! Papà no te vayas, no me dejes sola otra vez, otra vez no. Búscame papá, busca en Talin, por favor papà Talin recuerda; Talin... Papáááááááááááááááááááá!!!!!!! -

Cargando editor
30/03/2011, 16:48
Director

Una luz intensa cegó por un instante a la joven. Casi parecía caer vertiginosamente al vacío, y todo parecía dar vueltas a su alrededor, incapaz esta de ver nada, solo notar el rápido descenso.

Sin previo aviso, la joven despertó alterada, temblando y empapada en sudor. El suelo sobre el que yacía estaba frío y sucio. Montones de bultos malolientes cubrían su cuerpo. Los sonidos que llegaban a sus oídos eran apagados, pero incesantes. Y aunque le costaba localizarlos, no había duda que eran gritos, gritos humanos.

Cargando editor
31/03/2011, 22:54
Director

Notas de juego

Escena cerrada. Pasa a la Escena III ^^