Partida Rol por web

Tal y como esperaba, sobre todo por las claras instrucciones de Tabitha sobre aquella puerta, esta se encontraba cerrada. Aunque prefería mantenerme alerta y que no me pillasen por sorpresa. Pero la curiosidad del joven y su estupidez, le llevaron más allá y decidió probar suerte con otra puerta: la del despacho del profesor. En esta ocasión, el picaporte de metal no opuso resistencia y la puerta se abrió lentamente. Aquel chaval se esponía demasiado y nos ponía a todos en peligro. Era hora de que empezase a aprender por sí mismo y a entender lo peligroso que podía ser todo aquello.

Me moví lo suficiente como para poder cubrirle desde atrás. - Adelante, héroe. Pasa. - Le indiqué serio. - Yo te cubro... o quizás me vaya a ver que hay en las taquillas de nuevo... ya veré lo que se me antoja, mientras compruebas la habitación. - Era hora de que supiese lo que significaba ponerse en peligro y no saber si podía contar con quien estaba a su lado y de paso saber que podía pasarle si no contaba con los demás para moverse por ahí.

Pero no iba a dejarle solo. Realmente no se me ocurriría hacerlo. Solo quería que sintiese la presión y el miedo en su propia piel. Que se diese cuenta de que todos nos necesitábamos para salir de allí y que sus negligencias y estupideces de adolescente, quizás queriendo impresionar a la chica que nos acompañaba, acabarían llevándones a la muerte.

- Vamos. - Le apremié. - No tenemos todo el día. - Luego miré a Tabitha y con un gesto la indiqué que se quedase detrás mía. La verdad era que no me gustaba mucho la idea de tener a alguien armado, más aún con una escopeta, a mi espalda, pero al menos la tendría controlada y me aseguraría de que tampoco ella hiciese una tontería.

El joven estaba harto de esperar, estaba muy nervioso y quería salir de ahí. Hacía un tiempo que:

-No podían salir por el ascensor.

-Había un cadáver que se había levantado.

-Había muerto alguien.

-Se había levantado de nuevo el cadáver.

Lo que menos quería era esperar y así se lo hizo saber a Rick:

-Ninguno de los tres decimos nada pero hemos visto los tres que le ha pasado a ese tal Moore y como el señor ese de negro se ha levantado con la carne putrefacta...¿cuánto tiempo piensas estar aquí? -hizo una pequeña pausa y siguió con la perorata -¿Sabes? No me han dado nada en la vida, nada! He luchado duro todos los días de mi vida y también he luchado duro para ser aceptado aquí en estas instalaciones...no pienso morir aquí y cuanto más tiempo estemos quietos peor nos irá. -señaló hacia el cadáver que le había atacado a Rick- ¿Te apuestas algo que si nos quedamos aquí un rato más se vuelve a levantar? ... lo que ocurre una vez puede volver a pasar otra vez, y suele pasar de hecho, es un principio de entropía y fiabilidad...así que efectivamente, no tenemos todo el día. -estaba casi fuera de sí, había muerto alguien y el sheriff estaba poniéndose tonto bajo el punto de vista de Will. Tenían que salir de ahí. Ya.

-voy a entrar, ya que no quedan héroes.-dijo realmente molesto.

Abrió la puerta con la mano izquierda mientras sujetaba el arma con la otra..de un golpe abrió el despacho. No se veía nada, así que tanteó en la penumbra la pared más cercana por dentro con la mano buscando el interruptor cobardemente y torpemente.

Hablas de teorías cíclicas sin tener en cuenta las variantes posibles.- Le había sorprendido que el chico entendiera siquiera de los conceptos que mencionaba, aunque si bien lo pensaba si él estaba inscrito en la Academia sería por algo. No aceptaban a cualquiera.- Podemos repetir la misma fórmula eternamente si nuestras acciones son idénticas, por supuesto, sólo tenemos que encontrar el factor determinante y despejarlo.

Miró a ambos hombres, empezando a cansarse de la lucha de “ver quién la tiene más grande” mientras ponía los ojos en blanco. Hombres, tan primarios como siempre. El primer factor a cambiar era la relación de esos dos, no pedía que fueran amigos del alma ni que se fueran a tomar cervezas juntos, más bien un poco de orden dentro del caos que estaban viviendo.

Os cubro.- Estaba situada la última en la fila, así que les dio la espalda a ellos aunque no se alejara demasiado de Rick, con el cañón del arma apuntando al suelo y fijándose en los dos cadáveres que habían dejado atrás, vigilando que no hicieran movimiento alguno.

La oficina estaba oscuras solo había un parpadeo de luz  al fondo, por lo que se ve parece ser la computadora. William al entrar instintivamente prende la luz,  de buenas a primeras  lo primero que se observa es un cuerpo de una persona muerta baleada.

Rick reconoce eso. Señales de disparos  de alto calibre (la misma señal que tenia el guardia de seguridad  al inicio de la instalación). Este cuerpo en apariencia no parecía que  fuera a levantarse, el hombre tenia un disparo  justo entre ceja y ceja, y varios impactos en el pecho. Estaba sentado en  suelo, con la mirada al techo fija, mientras varios libros le caen encima.

Rick le pareció verlo en el  tren, aunque no esta seguro. Tabitha reconoce al joven es un estudiante de  quinto semestre, no sabe su nombre, pero sabe que es estudiante. William lo había visto, pero tampoco sabe mucho.

Al lado de él, también inerte hay una mano cortada  esta de un color gris.  El dueño no esta presente. La mano no pertenece al joven, solo esta ahí…  y muy cerca hay un cuchillo ensangrentado.

Revisan la oficina, es pequeña,   al fondo esta la computadora que estaba prendida (la única luz que se podía ver al inicio). Una mesa con una cafetera,  y mucho desorden..

- Dudo que se levante... no con la cabeza volada... - Le respondí al chico. No se que le pasaba que tenía que andar replicando a todo. Por un momento deseé llevar aún mi placa de sheriff y no aquella de vigilante. Seguramente ese era su problema. Creerse más por "trabajar duro" y ser "un luchador". Como si a los demás nos hubiesen regalado algo en esta vida. A mí más que regalármelo me lo arrebataron todo de golpe y ahora tenía que conformarme con intentar rehacer mi vida con aquel trabajo, que no llega ni a la suela del zapato al que tuve que dejar atrás. Y por si fuera poco lidiar con un criajo cargado de testosterona que se cree el sabio y el experto del grupo.

Al menos ella es más sensata.

Ver a Tabitha colocarse de aquella manera, cubriéndome la espalda me llamó la atención. Ni los novatos sabían hacer aquellas cosas. En cuanto a William, debía estar verdaderamente enfadado o los tenía que tener bien puestos para adentrarse así en el despacho. Claro que también podría ser que fuese un verdadero inconsciente. Pero no le dejé solo, no era mi estilo y crucé la puerta tras él, apuntando a la oscuridad hasta que el chico dio a la luz.

- Mierda. - Mascullé al ver al nuevo cuerpo cosido a balazos, acercándome a él con cuidado. - Como el vigilante. - Dije en voz alta al ver sus heridas. Me llamó la atención la mano amputada y grisacea que había tirada en el suelo. - Malas noticias, tenemos otro más como el soldado de las fuerzas especiales merodeando por aquí... aunque se ha dejado una mano en el paseo. - Mi humor llegaba a ser incluso molesto para muchos, pero era lo único que me había mantenido cuerdo y en este mundo desde la muerte de mi esposa e hijos.

Cuando entraron, Tabitha echó un rápido vistazo al interior, lo suficiente para ver los nuevos cadáveres y retirar la mirada mientras respiraba hondo, mala decisión al introducirse en sus fosas nasales el nauseabundo olor de la pólvora, sangre y descomposición.

A quien sí reconoció fue al cuerpo más joven. ¿Cómo se llamaba? ¿Edad? ¿Clase? Ni idea. Le sonaban todas las caras de haberse visto por los pasillos al cambiar de clase o en la cafetería, pero ni siquiera se acordaba de un solo dato. En realidad, apenas se acordaba del nombre de Will.

A diferencia del resto lo que más le llamó la atención fue el desorden, como si fueran asaltado el lugar antes de que llegaran pero, ¿para qué? Se adentró en la habitación rodeando los cuerpos sin dejar de mirarlos por si querían levantarse, acercándose a la librería y mirando los libros sin llegar a coger ninguno para después dirigirse a los casilleros, ojeando por encima los nombres.

¿Veis la llave? – Abrió cajones, cajas… todo lo que podía, buscando la llave, dejando a ellos el ordenador.

El miedo era una reacción de una serie de procesos que ocurrían dentro del cuerpo humano, provocando que las manos sudaran, la pequeña paranoia, estrés o que el corazón palpitara a toda velocidad peligrando que fuera a salirse del pecho. Gracias a la ciencia y sus interminables estudios conocía las cualidades de la Oxitocina, la hormona del “miedo”, sobre todo las que permitían buscar respuestas rápidas a problemas imposibles.

Así en su cabeza hiló que todo eso había sido obra interna, ¿qué sino? El lugar está sumamente protegido, no solo por los continuos controles sino por el secretismo de cada área.- Entonces la solución era clara, si no había sido un ataque externo, debía de venir de dentro. A partir de ahí cientos de nuevas preguntas surgieron en su cabeza, sobre todo al recordar el cadáver levantarse. Las células tardan en morir. Hay estudios de animales que les cortan la cabeza y el cuerpo todavía se mueve.- Descabellado, por supuesto, pero el hecho de que fuera obra de algún tipo de anomalía vírica cobraba sentido.

Había estado muchos años intentando investigar los proyectos de la Academia son apenas poder acercarse a un par de muestras y, ahora, sentía que tenía la respuesta delante de sus narices pero no lograba descifrarla.

Ese era otro de los motivos por el que quería ir a la oficina. Pasó incontables veces frente a la puerta queriendo entrar y ver los documentos o archivos que guardaba en el ordenador, pero siempre estaba cerrada con llave o había algún impedimento que no le permitiera apenas acercarse sin levantar sospechas.

Es mi momento de saber qué está pasando.

Aprovechó ese lapsus de buscar información para acercarse a la librería y ojear el lomo de los libros buscando alguno que pudiera llamar su atención, de abrir archiveros fingiendo que buscaba llaves o una salida.

Ahora mismo ella quería permanecer dentro de la Academia.

Will que tenía una actitud altiva para protegerse de la realidad guardó silencio al ver la escena de la habitación.... ¡esto se iba a repetir en todas las habitaciones?!!!. Pasó de contestar a lo de la cabeza volada, ahora mismo le aterraba más la sala donde estaban que la anterior.

-Sheriff, no pierdas de vista a los que supuestamente están muertos... voy a echar un vistazo. -era curioso que lo primero que el joven tomó fue el cuchillo*. Lo sostuvo en la siniestra ..no lo iba a necesitar ahora pero le daba confianza.

El joven evitó mirar mucho los cadáveres, y menos la mano...uno le sonaba de ser un estudiante, no lo conocía o no lo recordaba, pero tampoco iba a hacer el esfuerzo por recordarlo.

Rebuscó la habitación en busca de la llave como decía su compañera... lo bueno para Rick es que el joven parecía compungido por las cadáveres y había dejado la actitud contestataria que tenía minutos antes.

Will fue al ordenador a echar un vistazo tras rebuscar la habitación.

Bueno, posible lo que los demás no sabian es que tú habias recibido instrucción militar y que sabias como moverte.  Ninguna arma te quedaba dificil y  es por eso que  sabes que hacer en esos momentos. Y sí, es claro que algo pasó al interior de Umbrella, ellos mismos estan atacando a sus empleados, esto es un peligro pero tambien una oportunidad. Si pudieras hacerte con aquello que  causó este desastre.

En el archivo solo encuentras  notas  de estudiantes,  e impresiones sobre su personalidad. Es más,   es como si los observaran y evaluaran,  hay un cuadro que dice observaciones comportamentales de los estudiantes por DR Marz (MdPs). Sabes que esas siglas indican  psiquiatría. No conoces a ningún  Dr Marz en la escuela.

El cuadro  tiene nombres de todos los estudiantes y dice al lado notas como:  "Fácilmente influenciable y obediente, sujeto sugestionable para preparación tipo F", en otros  ves que dice "Posibles problemas en su moralidad, habla mucho de ética, no cumple con requerimiento", Miras tus notas y dice: "Analítica,  evidente deseo de poder y sobresalir, ¿posible grupo B?"

No entiendes a que se refiere eso de los grupos. Pero no te gusta.

Era curioso, ¿a los estudiantes les estaban analizando?, ¿eran ustedes tambien ratas de laboratorio?

Mientras Rick  se queda  vigilando, William y Tabitha   buscan en la habitación.  Tabitha  abre un cajon y comienza a mirar unos archivos de información sobre estudiantes, mientras  William revisa el otro encontrando  otros  asociados a las notas !y hasta los examenes! (cosa que seria interesante si no estuvieran en una situación tan complicada)

Mientras busca, Tabitha encuentra  Munición adicional para Beretta (8 balas) y William una planta verde y se hace con cuchillo que limpia con la camisa del fallecido (*)

Sin embargo no encuentran ninguna llave para pasar al otro sector.

Luego el estudiante se acerca al pc  cuyo monitor esta  inclinado y logra ver estos mensajes:

Computador de la oficina del coordinador académico Victor Ruiz.

Mensaje 1.

Remite Margaret Gallagher (directora)

Doctor Ruiz, ¿cómo van las clases?. Le informo que durante los próximos  15 días quedan canceladas todas las practicas en mi laboratorio personal, el único estudiante que tiene permiso a entrar es Mateus Pretelt. No quiero interrupciones

Margaret G

Respuesta a ese mensaje por Dr Ruiz:

Entendido Doctora. Las clases bien. Nadie la molestará aunque lloriqueen.  Le informo que me encargue de la llave del  deposito como conversamos, han estado desapareciendo objetos y deseo prevenir perder material importante por alguien sin escrúpulos, aunque los de seguridad dicen que no han visto a nadie intentar colarse no me quito la llave de encima. Nos vemos en la reunión del viernes.

Victor Ruiz.

Will revisó el ordenador...¡los exámenes!..Cuán lejano quedaban estas cosas ahora. ¡Qué lástima! Pero esto le hizo ver lo artificial que era todo, pero todo. Los estudios, el trabajo, la posición..todo palidecía cuando te jugabas la vida. Procedió a abrir el buzón del doctor, leyó los correos en voz alta y posteriormente añadió con fastidio:

-La llave no está ..o la vemos entre tanto desorden... supongo que la tiene ese tal Mateus Pretelt... -miró al cadáver del estudiante que le sonaba de algo - ¿será ese? - dijo a modo de pregunta retórica justo antes de buscarle los bolsillos con la esperanza de encontrar su cartera, tal vez la llave no era una llave sino una tarjeta electrónica y podía tenerla en la cartera.

-Voy a buscar en los bolsillos...vigilad por favor...-guardó su arma y revisó al pobre muerto, quien posiblemente tenía tantas o más ilusiones que el pobre Will*

No sabía exactamente qué tenía que buscar así que cada documento, cada objeto, cada fotografía podía ser la pista clave que necesitaría, agudizando por ello todos sus sentidos para estar pendiente de todo lo que pasaba a su alrededor, por pequeño que fuera, sobre todo a sus compañeros a quienes les daba la espalda fingiendo que buscaba la llave.

Pasaba los papeles leyendo rápidamente los títulos o algunas palabras clave, sin poder detenerse en demasía en todo su contenido cuando encontró las notas de estudiantes y un informe psicológico. Al principio no le sorprendió demasiado. La academia era un lugar prestigioso que elegía prácticamente a dedo a sus estudiantes, vigilando que fueran las mentes más célebres, así que el hecho de que los estudiaran psicólogos para determinar su comportamiento, como si de un trabajo se tratase, no debía suponer nada extraño. Pero lo que salía de regla eran las anotaciones, pasando de ser estudiantes a sujetos de prueba.

Pero, ¿qué es esto? No entendía nada, ¿acaso ellos estaban sometidos a alguna clase de prueba? Pero, ¿para qué? Rápidamente buscó su nombre llevada por la curiosidad, deteniéndose con el dedo índice sobre sus anotaciones. ¿Grupo B?

Estaba la posibilidad de que fuera algún grupo de apoyo, de reunión, pero ella era una chica sobresaliente que no necesitaba un grupo de refuerzo, mucho menos ser colocada en el B, el segundo, cuando claramente debía ser una A aunque no supiera ni a qué se refería.

Miró discretamente a sus compañeros, todavía pendientes del ordenador y lo que acontecía a su alrededor, aprovechando el momento de distracción para sacar su móvil y hacerle una foto a esa parte. No tenía el sonido puesto, tampoco el flash, pero el imperativo cuidado de no ser descubierta hizo que no tuviera el mejor de los encuadres.

Sin embargo verificó que podía leerse el contenido, guardando después el móvil en su mochila y dejando de lado los papeles… al menos durante dos segundos, lo que tardó en escuchar el nombre de Pretelt.

Pensó detenidamente sobre qué decir del chico, sobre todo teniendo en cuenta que parecía ser la única que le conocía. Miró detenidamente a Will para después pasar su mirada hacia Rick, el único que podía suponerle un ligero problema en toda su investigación, ¿si ocultaba información creerían que era culpa suya? ¿Estaba segura confiando en ellos? No confíes en nadie.

Habló para decir lo justo y necesario, girando su rostro hacia el documento para buscar ahora la información que había sobre Mateus Pretelt mientras esperaba a que ellos buscaran por su parte.

Tabitha estaba de espaldas a los dos hombres, buscando en la habitación cualquier cosa que pudiera servir como pista en completo silencio, concentrada en su cometido.

Abrió el cajón y revolvió el contenido, sacando un cargador de escopeta que prefería no saber qué hacía en la oficina de coordinación académica, aunque al tener en cuenta de que había un arma en su taquilla las respuestas volaban por sí solas. Después sacó un conjunto de folios de aparente nulo interés que captaron momentáneamente la atención de la chica, ojeando los documentos mientras pasaba uno y otro lentamente, como si hubiera encontrado algo que sólo ella entendiera.

No tardó demasiado en alzar el rostro de los papeles, dispuesta a dejarlos en su lugar de origen cuando escuchó a Will, entrecerrando los ojos, pensativa.

Primero miró al estudiante detenidamente mientras recordaba sus palabras y el contenido de los mensajes que encontró en el ordenador para pasar la mirada a Rick, perdiéndose en los oscuros ojos del guardia. Estaba claro que estaba perdida en sus pensamientos, dejando los labios en un fino hilo mientras alzaba levemente el mentón como aquella persona que está entablando una cruenta lucha en su interior.

No, ese no es Mateus.- Señaló con un golpe de cabeza al cadáver del estudiante al que se dirigía William, retirando por fin la mirada de Rick. En la frialdad que mostró en su voz y la apatía de su rostro podía denotarse que conocía perfectamente al chico mencionado.- Es el asistente personal de la directora, está en mi clase.- No parecía que fuera a decir nada más, volviendo a darle la espalda para ojear en los papeles que tenía en la mano.- El Dr. Ruiz debe tener la llave encima*, si no está aquí, tal vez en las clases o en el depósito.

Permanecía en el quicio de la puerta, controlando tanto el pasillo como al muerto de la habitación mientras que los chicos rebuscaban la dichosa llave que necesitábamos para salir de allí. Si me hubieran hecho caso y hubiésemos registrado el lugar de manera ordenada, no tendría que estar mirando hacia atrás todo el tiempo. Pero no podía pedir mucho más. Al menos parecía que le echaban valor y no se amedrantaban al tener a la muerte tan cerca de sus rostros.

Arqueé una ceja cuando William dijo que iba a registrar el cuerpo del cadaver y más aún me tentó salir de allí y dejarle solo, como me hizo... pero la chica estaba en medio y ella no tenía la culpa de la insensatez de aquel chaval. Cuando la miré, sus ojos estaban clavados en los míos. Pero no me miraba, era como si atravesase mi cuerpo y buscase leer mi alma. La escuché hablar y miré el cuerpo del suelo.

- Cierto. Este no es el perrito faldero de la pomposa directora a quien por cierto, me gustaría encontrarme y preguntarla que está pasando en sus instalaciones. - Hablé a los jóvenes, sin mirar a ninguno directamente y asomando la cabeza cada poco hacia el pasillo. Y es que el dueño de aquella mano no debía de estar muy lejos...

William de repente recordó que Mateus Pretelt fue el chico que  fue grocero con él cuando fue a entregar unos papeles el día de ayer, posiblemente por la tensión habia olvidado el nombre del perro faldero de la directora como bien lo dijo Rick.  Tabitha hizo bien en recordar quien era, el muchacho que hace poco había ganado el puesto de asistente personal de la mujer, que la acompañaba la mayor parte del tiempo y que adicional era un completo idiota.

El computador del Dr Ruiz  dice que tiene la llave del deposito, no sabian donde estaba la de la puerta, pero era la única pista que tenian.

William sabe que la clase de hoy "introducción al laboratorio" era con él.

En los informes:

Sobre Pretelt, encuentras una nota  que dice "Ambicioso, ética cientifica acorde a reconocimiento. Adecuado para apoyo del personal"

Además de eso   no dice mucho más.

Si la idea era   encontrar al Dr Ruiz, era necesario explorar el lugar. Los salones de clase estaban a unos cuatro pasos de distancia.

- Vamos, no os durmáis. - Apresuré a los chicos. Ahora paracía que era Will quien no tenía prisa. Tras mis palabras, con el arma en la mano, salí de nuevo al pasillo y miré la puerta que tenía justamente enfrente a nosotros. Esperé a que los dos saliesen de aquella habitación. - Cerrad la puerta. - Les indiqué y puse mi mano sobre el pomo de la que pretendía entrar.

- Cubridme... - Si es que sabían hacerlo. Esperé al menos a que se colocasen detrás mía antes de abrir aquella puerta de golpe y entrar deprisa apuntando siempre hacia donde miraba, dando un par de pasos hacia el interior de la habitación, pero manteniendo mi espalda pegada a la pared y sin alejarme del foco de luz. Así al menos evitaría que algún héroe me diese un tiro por la espalda.

Las clases están enfrente nuestra. Delante está el Salón 2 y la más alejada la primera. Al fondo, junto a los ascensores y cercano a los sofás, el depósito.- Indicó a los dos hombres mientras terminaba de releer, esta vez borrándose el interés que tenía en los documentos y los dejaba dentro del cajón, cerrándolo a su paso.- Ten cuidado en acercarte demasiado Will. No sabemos si es alguna reacción química que les dota de unos segundos de “vida”.- Podía ser tantas cosas posibles que sólo podía lanzar hipótesis al aire, posiblemente la mayoría erróneas, pero sin tener un análisis detallado o un estudio previo no le quedaba otra.

Salió detrás de Rick, indicándole al chico más rezagado que la siguiera con un ligero golpe de cabeza antes de coger la escopeta con dos manos, aunque todavía apuntando al suelo.

No le gustó cómo entró Rick en el depósito, sobre todo sin saber qué había dentro o, mejor dicho, quién. Colocó su espalda en la pared adyacente a la puerta para asomarse al interior y deteniendo a Will por si quería entrar, esperando a que el guardia diera la confirmación.