Partida Rol por web

Aparece alguien más. Esto empieza a ser monótono, la llegada de más y más gente, las presentaciones. Hola, yo soy Ben... ¿tú cómo te llamas?... Bla, bla, bla...

¡¡Joooooder!!

La voz suena musical en mis oídos, pero no termino de reaccionar. Me quedo mirándola, boquiabierto, unos instantes, hasta que me doy cuenta de que estoy con cara de empanado, y me giro temiendo que Kyra diga algo inconveniente que me deje con el culo al aire.

Eh... Hola -Joder, que guapa es- Kyara, Nyara, Kurt, y yo soy Ben -Acelero las presentaciones, pasando una mano por mi nuca, súbitamente caliente, con la mirada gacha por la vergüenza- Bie... bienvenida.

ugh, y yo con el violín en casa. Qué mala pata.

-Hey-levantó la mano cuando la nombraron como quien dice "presente en clase", después dio un toque a su gemela en el brazo, bajo el codo.-Bueno, podéis quedaros aquí con el culo helado-coño que de lechosos, esto debe ser parte de la mierda de integración social, traed a las negras, dará imagen de diversidad..

Ajustó la correa de la cartera-bolso sobre su hombro, cruzándosela por el pecho y, dando un par de saltitos y algo de estiramientos empujó con una risilla melódica a Kyara-mueve el culo que llego antes.

Y sin esperar un instante más echó a correr dejando atrás al grupillo de desconocidos.

El viaje, sin duda, ha despertado completamente mi interés. Ahora sé a qué he venido, sé que lo que Bruce ha dicho es verdad,y desde luego no podía estar más satisfecho con este descubrimiento. Si lo que dice sobre mí es verdad, me esperan grandes cosas, y desde luego, me espera una magnífica forma de escapar de la rutina. El susto inicial se ha visto reemplazado por impaciencia, impaciencia por empezar ya a descubrir lo que tenga que descubrir sobre mí.

Siempre me ha gustado Europa. Aunque nunca he estado en Suiza, este lugar está muy cerca de la tierra de mi madre. El paisaje no me es demasiado desconocido. El castillo, que es considerablemente hermoso, me resulta un tanto familiar, pero estoy seguro de que nunca lo había visto.

No puedo esperar a bajar. Y así es, apenas sí hemos aterrizado cuando bajo a tierra firme y comienzo a andar, con paso y mirada decidida, hacia la cuesta que me ha indicado Bruce. Mientras lo hago, observo que ya hay algunas personas en el Helipuerto. Sé que a veces soy brusco, pero a veces conviene un poco de educación. Que sea rápido.-Buenos días.-les digo secamente y sin sonreír. ¿Y ahora qué les digo? ¿Que si subimos todos juntos a la academia Xavier? Bah, esto se me dá fatal. Pero fatal. Bueno, yo ya he saludado. Ahora preséntate y sigue hacia delante.-Me llamo Cristopher.-digo, todavía sin sonreír, parándome un momento. Supongo que ya que he saludado, debería aguardar un momento a que contesten. No es que me importe, pero bueno, hoy estoy siendo educado, cosa excepcional en mí, así que estiremos este inusual momento de camaradería. Pero sólo les voy a dar 10 segundos, tengo mucha prisa por llegar a ese condenado castillo.

Lia había disfrutado de todo el viaje, contemplando los paisajes. A menudo había mirado a Bruce de reojo y sus dedos tambolireaban, inquieta. Pero el paisaje era inigualable, sobre todo al llegar a ésas montañas espléndidas, así que prefirió centrarse en los colores intensos que veía.

Al ver el castillo apenas apartó la mirada. En Venecia lo más parecido a un castillo era el Palazzo Ducale, y ni de lejos se parecía a éso. Se agarró a la estructura cuando descendió el helicóptero, aunque no le pareció tan aparatoso como se lo esperaba. Al desabrocharse y levantarse comprobó que su maletín y su chelo estaban intactos, puesto que de lo contrario poco importaría el castillo. Pero para su descanso, todo estaba perfecto, así que se cargó la funda a la espalda y bajó con cuidado, sin prisas.

Asintió a Bruce cuando se dirigió hacia ella con una leve sonrisa, aunque por dentro se sentía nerviosa. Se despidió de él con una leve reverencia con la cabeza y se encaminó hacia la puerta, más allá de la cuesta. Caminaba colocándose el pelo constantemente detrás de la oreja, visiblemente inquieta. Cuando vio la puerta se paró un momento, respiró profundamente para tranquilizarse, y recorrió lo que le quedaba de trayecto hasta ella y atravesarla, en busca de ése guía.

Antes de que pudiera responder a la presentación de Ben, una de las chicas ya había decidido entrar. ¿Debería entrar yo también?, ¿Cuánto tiempo llevarán aquí esperando?, ¿Alguno se conocerá de antes?, eran algunas de las preguntas que invadían mi cabeza, pero no me atrevía a formular aquellas que si podían responderme.

- Gracias. Yo soy Liz, encantada. - añadí finalmente, aunque más nerviosa que encantada. 

Entonces, comencé a observar la puerta, mientras jugaba con mi pelo y pensaba en qué hacer, cuando llegaron dos personas más.

Kyara vio como su hermana iba avanzando y se dirigía hacia el castillo mientras los demás bajaban, pero no podía dejar las cosas así.

-Ben, que te deshidratas, e intenta no resbalarte, tú ya me entiendes -esbozó una sonrisa divertida y saludó a todos los presentes de forma silenciosa antes de ir en pos de su hermana.

Y sigue llegando gente. Un tal Christofer, y otra tía. Aunque yo sólo puedo concentrarme en la guapa pecosa, y en tratar de no mirarla directamente y disimular.

Liz, diminutivo de Elizabeth, precioso nombre...

Maldita sea, el inevitable comentario de Kyara no se hace esperar, y me pongo colorado como un tomate. Me doy la vuelta mirando al castillo, para que Liz no me vea la cara de gilipollas, mientras veo a la cabrona de Kyara alejarse detrás de su hermana.

Bueno, esto... Igual deberíamos subir también, aquí hace algo de fresco...

Empiezo a caminar cuesta arriba, con las manos en los bolsillos y bastante cabizbajo.

Menuda mierda...

Por los comentarios, parecía que si no se conocían previamente, al menos llevaban el tiempo suficiente allí como para haber intimado algo, ya que hablaban de cosas que no alcanzaba a comprender.

Kyara subió, y poco después la siguió Ben, haciendo alusión a la temperatura. Hacía algo de frío, pero era bastante llevadero. Aún así, abroche los botones del abrigo que me faltaban por cerrar, y miré al resto de presentes antes de dirigirme hacia la entrada.

Salgo.

Bah, puta pandilla de capullos. ¿Para esto saludo? ¿Para que me ignoren sistemáticamente? Luego la gente se preguntará por qué soy tan hosco. Me está bien empleado por intentar ser amable con esta gente. Es lo que ocurre por hacer cosas que no son propias de tí, recuérdalo. Que les follen.

Bueno, ya han tenido diez segundos. No voy a perder ni uno más. Comienzo a caminar a zancadas hacia la puerta, sin mirar a ninguno de los otros tipejos que se dirigien hacia allí.

Lia observó sorprendida como la gente iba pasando. Supongo que seguían unos a otros, incluso parecía que había quienes ya se conocían. Vio como uno a uno iban yéndose, asi que tras dudar un momento, se giró hacia el chico que quedaba ahí con ella.

-Supongo que tenemos que ir pasando, ¿no?- le comentó, rompiedo el hielo-Por cierto, me llamo Giula. ¿Alguna idea de qué ocurre?-preguntó con una dulce sonrisa. La muchacha hablaba con un palpable acento italiano, conservando un poco la forma de hablar como tarareando.

Miró por la puerta donde habían desaparecido los demás y volvió a mirar al chico.
-¿Vamos?-preguntó recuperando la sonrisa. 

Todo aquello pasaba con suma rapidez, más de la que le hubiese gustado. Otros chicos llegaban hasta el extraño lugar y cada uno se presentó como era debido pero no Kurt, él simplemente se limitó a devolverles algunas sonrisas y asentir ante algunos comentarios pues su mente se hallaba difusa, en algún otro sitio.

 Entonces, cuando la mayoría se había encaminado ya una chica finalmente le sacó de su trance, por su forma de hablar intuyó que podría ser Italiana pero la verdad es que no era experto en el tema. La miró unos instantes, con una sonrisa e el rostro, y tras aclarar un poco la garganta finalmente recuperó el hablar.

Mucho gusto, yo soy Kurt – él hablaba con un marcado acento Alemán – La verdad es que no tengo ni idea de lo que está pasado aquí, lo mejor sería seguir a los otros y ver que pasa…Después de usted señorita –