Dejame darle al menos una miradita anda. Ni que sea para alegrarme la mente mientras me cuentas de donde has sacado esos dos caballeros. Que son ¿dueños de una mancebia? ¿hidalgos en busca de algo de vicio? ¿framenores que son todo vicio? Venga, que por mirar no se gasta y siempre podemos hacernosla a la manera de Sodoma que por ahí nadie va a notarselo.
- El viejo Cesar no ha cambiado, tan verde como siempre jejeje, no te preocupes que ya la veras, ahora ahi que llegar pronto a nuestro destino, tenemos mucho que hacer, dale a ese viejo caballo que tengo ganas de llegar a la posada de Aralar antes de nuestro encuentro. Primero un buen manjar para mi amigo y luego descansaremos un rato. ¿En que piensas gastar tu parte viejo amigo??, ¿en bellas mujeres?, cuentame cuentame.
Eso dependerá de como corran nuestros negocios compadre. Habría que saber que clase de señores o moneseñores son los clientes con los que nos las tendremos que ver. Anda no remolonees y dime lo que sepas, no me gustaria ir para llá y encontrarme con dos caballeros listos a darnos tres palmadas de acero toledano en las tripas. Así que dime con que clase de pervertidos nos las tendremos que negociar. Además si la posada anda cercana siempre podemos pararnos a un lado aguardar a algun caminante y hacerle una jugarreta, que ando faltado de dineros.
Da otro chasquido de lengua y trata de lograr que el miserable rocín se ponga en marcha con algo más de brio.
- Si supiera algo mas de esos señores te lo diria amigo, yo tampoco me fio mucho de ellos, por eso quiero contar contigo, se que se puede confiar en tus habilidades con la daga, ya me lo has demostrado otras veces, si algo sale mal les cortamos el cuello y trato cerrado. Siempre contamos con la ayuda del tabernero, le ponemos unas cuantas monedas en su mano y asunto arreglado. Ademas seguro que ahi carne fresca en la taberna, algun cliente adinerado que esta de paso, con esos podemos sacar algun dinero mas.
Y así, debatiendo sobre vuestro negocio, ponéis rumbo hacia la posada el Aralar. Aun os queda un buen camino, pero llegaréis mas o menos a la hora de comer. Momento en el cual Ramiro podrä demostrar lo buen amigo que es.
La esclava emite de vez en cuando algún sonido raro, cuanto mas os acercáis a la taberna, mas intenso suena, así que el bueno de César decide darle una dosis de calmante de madera...de un golpe seco y no demasiado fuerte, consigue dejar inconsciente a la susodicha.
Durante el viaje os surge una duda: ¿cómo esconder a la esclava y que coartada usar para no levantar sospechas?
Es de imprudentes mostrar la mercancía antes de cobrarla, y si sois mercaderes de paños, o eso vais decir, ¿como encaja esa figura femenina con vosotros?
Entre los dos os ponéis de acuerdo en alquilar una habitación privada para tener secuestrada a la fémina y decir que es vuestra criada, pero que está enferma y necesita reposo. Si, eso debería bastar.
Pues fin de la escena introductoria señores. Cuando los demás vayan terminando, abriré la escena de la taberna. Espero que sea esta noche, o mañana tempranito.
Un saludo.