Llegó al baño, desde que había salido de la habitación del director... no había tenido apenas momento de poder pensar con sus cosas... se sentó al mármol del baño y se quedó pensando largamente en todo lo que había pasado... lo que le había dicho el director, lo que ella había sentido... y sobretodo, lo que habían hecho.
Era con el segundo hombre que se acostaba, y el único hombre que la había tocado de aquella forma después de Carl... se había prometido que no permitiría jamás que ningún hombre borrar la huella de su piel pero... no había tardado demasiado en faltar a su promesa...
Se apoyó al mármol de la pica, entre el cabello que caía encima de su rostro se miró al espejo... seguía tan delgada cómo siempre, aunque esto no era algo que le importaba; al fin y al cabo nunca había tenido mucha hambre y siempre había estado así de delgada... pero podía notar como últimamente flaqueaban sus fuerzas.
No quiero ir a clase...
Se dijo, agachándose al suelo, aun con las manos apoyadas al mármol.
Se abren las puertas del baño y entra, algo ojeroso, el delegado de los alumnos nocturnos.
No se había percatado de la presencia de Natasha aún, pero cuando lo hace, dirige una gélida mirada a la chica y levanta la barbilla, en posición altiva.
Abre el grifo del agua y se lava la cara, secándose luego con la toalla aunque dejando un par de mechones de pelo mojados, cayéndole sobre la cara.
Vuelve a mirar a Natasha, después de ignorarla un rato, meditando si está haciendo algo malo o no...
No había hecho caso a las puertas que se habían abierto y cerrado, ni al sonido del grifo... ni a nada. Seguía allí. Agachada y mirando el suelo con las manos en el mármol... aislada de todo cuánto pudiera.
Hasta que se dignó a levantar la mirada, al mismo tiempo que el chico que había conocido la pasada noche la miraba a ella.
¿Qué miras? - preguntó, con una voz débil y sin cortarse un pelo, pues Natasha no consideraba que estuviera haciendo ni algo malo, ni algo raro... y por ello ya se puso a la defensiva.
Matt chasquea la lengua y se mira más de cerca al espejo, para ignorarla.
Se dirige a la puerta, pero antes de salir le dice sin siquiera darse la vuelta:
Me pasaré por aquí más tarde para asegurarme de que has ido a clase. Natasha no lo ve, pero Matt sonríe divertido por poder estropear sus posibles planes de hacer campana.
Gracias, sabiéndolo lo más probable es que me cambie de sitio para faltar...
Se levanta lentamente, y se lava las manos con la misma lentitud... luego se pasa agua por la cara y se seca con la toalla, haciendo, al igual que Matt, que un par de mechones queden mojados por el agua.
No tenía intención de faltar a clase, entre otras cosas porque le había dicho a Erika que la pasaría a buscar... pero la idea no era mala.
Matt amplia su secreta sonrisa pero esta vez gira la cabeza para que Natasha la pueda ver. Se acerca a ella, con la pose más seria, y se queda muy cerca de su cara.
Ya veremos si lo logras... Dice en un susurro muy cerca de su boca. Vuelve a sonreír cínicamente, y se dirige a la puerta del baño con las manos en los bolsillos.
¿Qué les pasa a los tios que les gusta tanto acercarse a mí? ¿Huelo bien o algo?
Se huele el pelo... aunque para ella es el olor de siempre; se encoge de hombros y se apoya a la pared de los baños. Aun era temprano, no tenía ganas de ir a clase y seguramente Erika no habría terminado con el desayuno...
Bosteza, aquella noche apenas había dormido... genial, dormiría en clase.
Finalmente, sale de los baños mixtos, hacia el comedor... a buscar a Erika.