Partida Rol por web

Por una vez que la Fortuna nos sonríe, no nos distraigamos buscándole demasiadas explicaciones; aprovechemos la ocasión y salgamos de aquí, que ya nos hemos distraído suficiente.

Remiel anima a sus compañeros a partir cuanto antes; parece que empieza a estar un poco ansioso por encontrarse con aquella criatura de la noche.

No será peor que los demonios a los que ya me he enfrentado. Aunque no está muy claro si aquello era una afirmación... o un deseo.

Armando no parece tenerlo nada claro. Pero finalmente avanza hacia la puerta, dispuesto a atravesarla, y salir de Toulousse, mientras hace un gesto a los grogs, para que avancen rodeando al grupo de magos

Así que no es normal que las puertas estén sin vigilancia, ya decía yo que había algo que me olía mal -pienso al escuchar las palabras del resto de los magos-, aunque, ¿para qué tanta vigilancia si después cualquiera puede quemar un edificio a nadie parece importarle?. Definitivamente, no había explicación posible a eso.

Haciendo un esfuerzo para que mis andares no fueran tan pesados como de costumbre, intentando aparentar no ser tan yo, con el fin de no llamar la atención de ojos extraños. Continúo el camino a través de la puerta, siguiendo al grupo. Prefería no ser yo quien escogiera el camino a elegir, no entre los muros de una ciudad.

La cosa es sospechosa, sí, pero cuando ya os habéis alejado una distancia considerable de las murallas las sospechas de una emboscada o cualesquiera que pudieran ser vuestros temores iniciales se van disipando. Los grogs también abandonan la postura de alerta constante que llevaban hasta el momento, aunque tampoco se quedan apacibles.

Cuando os acercáis lo suficiente, podéis ver una sombra entre los árboles con la forma de un lobo gigante, que no puede ser otro que Jax. Parece que sigue las instrucciones de su dueña y no ha abandonado la espesura en ningún momento. Y a todo esto, ¿donde está Papagena?

Al cabo de un rato de haber llegado alli os llega el sonido de musica acercandose, algunos de los grogs vuelven a su posicion de guardia sin embargo Aigor esta muy tranquilo, si se le escucha bien podeis oir que esta tarareando la cancion que llega mientras le veis ordenando la bolsa de viaje.

Jax algo mas alborotado da un par de vueltas hasta que no se aguanta mas y se va corriendo en direccion de la musica. Los grogs se relajan un tanto aunque siguen muy extrañados, todos menos Aigor.

Al cabo de unos segundos la voz cantarina de Papagena os llega con una cancion de taberna, utilizando esa voz caracteristica de las canciones barbaras de las zonas boscosas de Britania.

Poco despues la maga llega a lomos de Jax, ambos en todo su esplendor, ella portando su boina y el animal esplendoroso y contento de estar otra vez con su compañera. Papagena os mira entre risueña y alegre.

- Venga chicos ¡Alegria! ¡Que hoy era dia de puertas abiertas en Toulousse! Jajaja

Armand se queda unos instantes callado, mirando serio a Papagena... y luego rompe a reír

- Sodal Papagena, la verdad es que dudo enormemente que vuestros métodos hubieran merecido la aprobación de cualquiera de nuestros mayores. Pero están resultando la más de efectivos. - tras esas palabras mira a los presentes- ¿Alguno sabe a cuánta distancia se encuentra el refugio de esas abominaciones?

-Un día de camino hacia el oeste -respondo seco a Armand-.

Lo que suponía una larga caminata, yo no tenía problemas por eso, pero no apostaría lo mismo por todos ellos. Magos acostumbrados a los lujos y comodidades, no durarían demasiado en tierra salvaje.

Poco después de encontrarnos de nuevo con Papagena, ya podía dejar de fingir, podía volver a mis andares y a retomar mi postura erguida, eso de caminar con la cabeza agachada no era para mí. Ya sólo quedaba el tema de mi aspecto que, aunque no pudiera verme, seguro que no podía ser mejor que mi propio aspecto.

A pesar de que había otras cosas más importantes por las que preocuparse, como el hecho de que íbamos a la guarida de esas criaturas, no podía quitarme de la cabeza el aspecto que tendría ahora mismo. Cuando ese tema se solucionara, podría volver a replantearme hacia donde íbamos.

Viendo donde van a tener que adentrarse, los grogs descargan los carros que llevaban desde Val Negra y se reparten los bártulos más necesarios, dejando los más pesados para los caballos. Mientras, otros arrancan ramas y procuran ocultar los carros entre el follaje de la mejor manera posible para poder volver a por ellos con un poco de suerte. 

Y así, os adentráis en el bosque en busca de la Alianza de esas criaturas.