Partida Rol por web

En el primer asalto de Estela, despues de las acciones de sus compañeros y de los matones, ella salta veloz la barra y con la vista hace un barrido rápido en busca de un arma... queriendo encontrar al menos una de fuego, por pequeña que sea.

A pesar de estar en desventaja la frustración pasada en las últimas horas, el secuestro, el hambre y la presión de no poder volver a recuperar vuestra vida afloran en un estallido de ira contra los integrantes de la banda. 

Peter es el primero en reaccionar intentando propinar una patada en las pelotas del pandillero pero se ve frustrada por la presencia de Kim.
Gabriel intenta darle una patada en la cara al mismo pandillero, pero falla el movimiento y se ve agarrado por otros dos integrantes.
Noel lanza uno de los taburetes que se estrella contra uno de ellos lanzándolo al suelo.
Estela se lanza deslizándose detrás de la barra buscando cualquier arma de fuego que pueda haber cerca.
Mientras Kim se voltea intentando estrellar su puño contra el insultante pandillero pero este reacciona mas rápido y es él quién se lo estrella a Kim.

Te deslizas por la barra hasta detrás de ella cayendo de rodillas y buscando un arma de fuego. Una recortada de ocho tiros luce en las manos del camarero que te mira con cara de interés.-Quédate ahí muchacha, no es bueno meterse en problemas con esta gente.-
No detectas el menor rastro del tonto acento árabe con el que te había hablado antes.

-Estaos quietos si no queréis que vuestros sesos se esparzan por el suelo de mi bar.-Una voz fuerte, acostumbrada al mando se eleva por encima del bullicio acompañada del característico ruido producido por la carga de un arma.

Todos parais en el acto. Veis como el camarero apunta con una recortada de ocho tiros a todos y a nadie en particular. También notáis que no hay rastro del acento árabe que utilizaba antes.

-Si creeis que podéis hacer lo que queráis como si fuera vuestro territorio estáis muy equivocados. No quiero peleas en mi bar. Si queréis partiros la cara hacerlo fuera después de que estos muchachos acaben su consumición y me paguen. No antes.-El cañón del arma enfatiza sus palabras hasta límites insospechados.

Los pandilleros murmuran, miran con odio pero al final obedecen y se marchan afuera. A través de las cristaleras tintadas podeis verles a todos esperándoos. Incluso un par de ellos se marchan corriendo, sin duda en busca de mas "amigos". 

-Pagadme y salid por la puerta de atrás.-

Un tipo con pinta de haber salido de una peli barata de serie B se acerca a vosotros con una expresión de colgao. Su peinado es del siglo pasado, sus gafas van a juego y lleva una gabardina gris, que en sus mejores tiempos debía de ser negra. El vestuario lo rematan unos zapatos negros brillantes y pulcros.

-Hey, vaya pelea amigos. Creía que esos cerdos venían a por mí y mira tu por donde ni se han fijado. Soy Henrry pero todos me llaman "el gran H" un placer conoceros y proponeros un negocio, en fin, decidiros rápido ya que vuestros amigos no creo que tengan mucha paciencia. Con 1000 por cabeza solucionado ¿verdad?-

Observo lo acontecido con cierto temor a que el camarero descargue una bala en mi por lo del taburete, y espero escuchando atentamente e intentando ordenarlo todo en mi cabeza. Veo como se empiezan a marchar de la sala lo que me tranquiliza hasta cierto punto pues no soy amigo de las peleas físicas y espero ver la reacción de mis compañeros cuando llega este nuevo extraño dirigiéndose a nosotros. Tras escucharlo miro a mis compañeros - No era esto lo que estábamos buscando? - Dejo caer esperando ver que opinan acerca de la propuesta del tipo.

 Miro con interés al tipo con cara de colgado y le respondo:

 - Te escuchamos...

Tan rápidamente como ha empezado, nuestro particular baile, termina.
Termina en el momento en el que el dueño del bar, encañona a todos los presentes con una recortada de dos cañones.
No obstante, antes de poder replicar al camarero o dueño o lo que sea, un tal gran H, curioso nombre para un no menos curioso tipo, nos interpela haciéndonos una propuesta.
Mil por cabeza. No estaría nada mal. Si no fuera por que la necesidad impone su criterio. Sube la oferta.

Kim se palpa el golpe recibido por el maldito bastardo que le ha golpeado. La recortada del dueño del bar a cortado por lo sano cualquier acción. Hacía tiempo que el oriental no se veía en esas lides. Estoy un poco oxidado, maldita sea... Los pandilleros se baten en retirada sin mostrar resistencia a la escopeta. Allá, en neotokio, una pandilla decente habría sacado sus pistolas y la cosa habría discurrido por otros derroteros. Pero esto era NightCity, y al parecer, aquí no se comía el pescado crudo. Una cifra saca a Kim de su ensimismamiento. 1000 por cabeza. Era un buen inicio. Mientras se frota la herida, magullado y un tanto humillado, escucha como sus compañeros hablan con el gran H.

-¿Mejorar la oferta? Pfff...-Gran H se vuelve mirando a los pandilleros.-No soy yo quién está metido en un lío de pelotas  además, solo se trata de conducir un par de furgonetas y daros la posibilidad de escapar pero si os da miedo ya me buscaré a otro. Ni siquiera Chu hueng y su recortada será capaz de volverlos a convencer dentro de unos minutos para que no destrocen el bar con vosotros dentro.-El tipo se da la vuelta y con un gesto de despedida mientras se aleja hacia la puerta del fondo.-Está bien os daré 6000 pavos por que me caéis bien y les habéis zurrado a esos babosos plateados, pero os los repartís vosotros.-

 Miré a mis compañeros, esperando que aceptara una oferta que no estaba nada mal para empezar. Necesitábamos ese trabajo y no podíamos permitirnos escoger otro...

Genial! Habían encontrado a alguien de confianza (o eso parecía) que les daba trabajo y escapatoria... Despues de eso, no sería muy dificil encontrar refugio seguro.
Henrry... claro que aceptamos... pero tienes que saber que no conocemos Nigth City...

Asiento satisfecho al escuchar la nueva oferta. Miro a mis compañeros para ir comprobando sus reacciones y finalmente digo.
Conductores y escoltas del cargamento sea cual fuere este. Por mi parte, trato hecho.

"El gran H" primero pensaba que iban detrás de él, y después nos ofrecía un trabajo corriendo, y eramos nosotros los que teníamos prisa y no él? No puedo mas que callarme una pequeña risa cuando habla aunque viendo como mis compañeros parecen conformes con el trato, y como ahora mismo necesitábamos el dinero y salir de ahí cuanto antes, me inclino por no alargar el asunto y dar mi visto bueno a la operación.

Por mi vale, ya hablaremos de como nos lo repartimos y que tenemos que hacer, pero creo que sería mejor que lo hiciéramos lejos de aquí.

Con esa cara pasada de moda os mira sin pestañear.-No os preocupéis por no ser de Nigth City. Yo os guiaré a través de la ciudad, además la mayor parte del trayecto es por la autopista y solo hay que conducir recto. Pero el chico tiene razón, pagad las copas y marchémonos.-Tras lo cual el pintoresco hombre sigue hablando con el camarero.

-Oye Hueng, espero que no te importe, de todas formas parecen chicos duros.- 

-Lo único que me importa es que pagueis las copas y os largueis. No he sobrevivido dos veces a la destrucción de mi bar para tener que reconstruirlo otra vez.-

Chu Hueng recoge el billete que le tendeis dándoos la vuleta mientras continúan con la conversación.

-La segunda vez yo no tuve nada que ver, fueron esos nómadas de Denver los que pensaron en parar a echar unas birras cuando la guardia de EBM les perseguía.- 

-Ya pero tú les contrataste.-Dice el camarero elevando un poco la voz e inclinándose sobre la barra.