-¿Cómo iba a saber que llevaban lanzagrandas?.-H se apartó un poco de la barra con los brazos en jarras.-De todas formas el seguro te pagó bien, está igual que antes.-
El gran hache os apremia hacia la puerta del fondo mientras Hueng queda murmurando a vuestra espalda. Al abrir la puerta veis unas escaleras que suben de frente y dos puertas a ambos lados.
"H" abre la puerta con cuidado. Observa el exterior y saliendo en silencio se sienta en un camaro azul con una preciosa pintura metalizada.
-Hueng es un buen tipo, pero un poco bocazas, no le hagais caso. Ladra mas que muerde, aunque sabe morder, ¿no sé si me entendeis?.-
- Entiendo... - Susurro, mientras me dispongo a subir al coche, tras asegurarme de que no hay moros en la costa.
Si he entendido correctamente, quiere que nos subamos a su coche, ¿verdad?.
Exacto. Ireis un poco apretados atrás pero saldreis velozmente y sin un arañazo.
Mientras nuestro contratista y el dueño del bar mantienen un curioso dialogo, yo me limito a estar atento ante el posible retorno del grupo de imbeciles.
Pero he aqui que el dialogo parece alargarse. Lo que hace que acabe prestando una atencion mayor.
Me limito a arquear una ceja ante la palabra lanzagranadas y tomo nota.
Pues no nos vendria mal que alguno del equipo acabara convertido en "dinamitero".
Con una levisima sonrisa en el rostro mientras juego con la idea en mi cabeza, deposito mi parte de la cuenta en el mostrador del bar mientras le digo al dueño.
Un local interesante el suyo. Es muy posible que nos vuelva a ver por aqui ya que parece el lugar indicado para cierta clase de negocios.
Tras decir esto, me limito a seguir a "H" hasta el exterior. Una vez fuera, habiendo comprobado que no hay visitantes indeseados, contemplo el coche. Seis en total en un deportivo. Algo estrechos van a acabar los que vayan atras.
Abro la otra puerta del coche y tras echar el asiento hacia delante, me introduzco por el hueco.
Esperemos que sea solo un trabajo de escolta. Pues como tengamos que salir apresuradamente de este trasto, va a ser dificil
Bueno. Yo hubiera welegido otra cosa. Es solo un comentario eh.
Escucho la animada discusion que mantiene H con el camarero algo impaciente por salir del local antes de que volvieran aquellos tipos y apresurandome junto a mis compañeros una vez este empieza a caminar hacia fuera del local. Una vez fuera, veo el coche, sin duda era impresionante en aquel lugar tan "dejado de la mano de dios" ver un coche en tan buena calidad y de una pieza. Tras mi compañero me dispongo tambien a entrar al vehiculo en la parte trasera teniendo que apretujarme en el pequeño asiento compartido trasero.
Mas bien pensaba en algo mas al estilo del gran H. Un clásico.
¿Y ahi cabemos seis?.
Si yo pensaba en una furgo a lo equipo A.
Pero nada. Sin problemas con el vehiculo.
Sencillamente di las gracias al camarero -... y perdona por las molestias...- y me dispuse a subir al coche. La verdad es que no se como ibamos a caber...
Apiñados en la parte trasera del coche, veis como en un momento la calle se queda atrás y el camaro acelera hasta incorporarse al tráfico. Las luces de la ciudad contrastan con la negrura de la noche y los reflejos de los anuncios de las holopantallas iluminan vuestro rostro mientras en la radio suena "All around the world" de una tal Lisa que vivió en el siglo pasado.
-Bueno ¿y como os llamais? por que os he dicho mi nombre pero yo no conozco el vuestro y creo que deberíais hacer algo con vuestra presencia, asi no conseguireis mucho trabajo, cubiertos de sangre y todo eso. Ya sabeis.-
¿Mi nombre?. La persona que era había muerto, y su nombre con él... Ahora era una persona nueva, con un nombre acorde a ello.
- Puedes llamarme Deathstroke...
El gran H se te quedó mirando durante un tiempo decididamente largo para conducir a semejante velocidad. Después se encogió de hombros y volvió a fijar su vista en la carretera.-De acuerdo Death, ¿puedo llamarte death? es que lo otro es muy largo..
Las líneas discontínuas seguían sucediéndose en una ininterrumpida carretera. Los edificios a ambos lados reflejaban la decadencia de esa zona de Nigth city. Podredumbre, suciedad y pobreza, acompañadas de pintadas reivindicativas o simples graffitis en colores de distintas gamas, rojo, azul, negro... eran las llamadas zonas de combate.
-En estas zonas mandan las bandas callejeras controladas por las mafias o las megacorporaciones, aunque ellos creen abiertamente que son libres y los auténticos dueños.-
- Deathstroke... - Fue mi respuesta a su pregunta si me podía poner un mote ridículo, indicándole que no lo apreciaba...
A continuación miré las calles y comenté:
- A veces las apariencias engañan.
Es verdad, podía haber dicho un nombre mas corto... pero bueno, si es lo que Gabriel quería... no se le puede lllevar la contraria.
-Yo soy Scarlet...
Miro a mis compañeros, viendo como mienten en sus nombres, al menos los que lo habían dicho con anterioridad, y dudo para mis adentros si decir mi verdadero nombre, pues a quien demonios le importaba mi verdadero nombre? Si bien Noel había muerto en aquel barco... Para que lastrar o hacerme llamar la atención con un nombre que solo hacia que relacionarme con mi vida pasada... Pensé en inventarme un nombre, pero no se me ocurría ninguno convincente... Ninguno que después no me jugara una mala pasada... Y solo me venia a la cabeza un nombre... Aquel que solía usar mi antiguo yo...
Leon... - Digo sin levantar mucho la voz pensando que aquel nombre quizás no pegara mucho con mi aspecto físico, y menos en aquellos momentos pero era un nombre con el que me sentía protegido y seguro.
Tres de los mios ya se han presentado a requerimiento de H.
Por mi parte, callo mientras contemplo el paisaje de camino hacia donde sea que vayamos.
Encajonado en mi hueco, no se me pasa el detalle de que parece tocar elegir apodo. Y mentalmente me encojo de hombros antes de añadir.
A mi me puedes llamar Peter. Eso bastara de momento. Pues tengo la sensacion de que ya se encargara la fauna local de hallar un apodo adecuado para mi.
Kim sigue la escena distante. Su charlatanería parece haberse acabado. No lo gusta que las cosas fluyan sin control. Máxime cuando uno no sabía hacia donde se dirigían los acontecimientos. El tal Henrry había llegado como un ángel del cielo a salvarles de la bronca con los pandilleros. Y no contento con eso, parecía ofrecerles trabajo. Algo no cuadraba en la mente de Kim, desde luego NightCity no tenía pinta de ser la ciudad de los buenos samaritanos. El precio a devolver podría ser muy alto.
Pero había poca elección. Así que poniendo buena cara, el oriental se presenta:
- Mi nombre es Kim. Y menos mal que tengo el culo pequeño, si no no cabemos en ese lindo buga...
No tuvisteis mucho mas tiempo de charlar. En la radio ponian un anuncio del servicio de cuerpos Savage Doc.
"¿No sabes que hacer con un pariente muerto o un amigo y además estás necesitado de dinero? Savage Doc está aquí para solucionarte el problema. Te compramos el cuerpo al mejor precio del mercado y sabrás que sus órganos salvarán la vida de un niño saharaui. (coro de voces cantando) Savage Doc el mejor precio para tí de nigth cityyy..."
Después del anuncio comprobáis que estáis de nuevo en el puerto, cerca del sitio donde empezasteis vuestra nueva vida. El gran H puso el freno de mano y bajó del coche haciéndoos una seña para que bajarais también. Los faros del Camaro iluminaban la trapa de un almacén cerrado. Cuando este la levantó, dos furgonetas azul oscuro aparecieron en el interior del almacén.
-He aquí el trabajo, conducir estas dos preciosidades hasta la otra punta de la ciudad. Chupado.-
Miré fijamente los vehículos, de manera impasible, y, sin apartar la mirada, pregunté:
- ¿Y la trampa?. nadie paga una pasta así solo por llevar un vehículo de un lado a otro?. Entiende, haremos el trabajo, pero si esperas que haya compañía indeseable, por lo menos deberías de decirlo...
-Vaya, creía que estabais mal de dinero y no ibais a regatear.-Dice rascándose la cabeza.-La verdad es que...puede