La caminata estaba siendo dura, muy dura: no por el hecho de la distancia recorrida (el enano podía andar mucho mas sin desmayarse) sino por el calor: se estaba asando, literalmente. Las temperaturas en esta zona eran bastante altas y el se estaba friendo como una patata.
Si lo llego a saber... prefiero seguir desnudo- piensa el enano mientras sigue siguiendo a la alegre draeneri (mirándola con cierta envidia por sus ropas ligeras)- en fin, nada de quejarse. Ya queda poco.
Tras las palabras de Lucyien, asiento en silencio mientras la sigo- espero que pueda ayudarnos en nuestros problemas.