Partida Rol por web

El grito parece haberse ahogado.
Trent comienza a inspeccionar la cerradora mientras que Miller hace lo mismo con la habitación.
Este ultimo descubre un carton de leche, pero lo mas extraño es que el cartón esta intacto, el cual tiene un codigo de barras.
Sin pensarlo Miller lo coloca pero...no funionaa. Pero Trent demostrando su ya conocido caracter se lo arrebata de las manos le da la vuelta y...la puerta se habre.

No podeis creer lo que hay dentro. 4 9mm y 2 paquetes de 4c(el tiempo programada es de 10 segundos). Ademas de eso podeis una buena cantidad de comida.
En la pared un gran panel de control "las luces!" pero tiene una gran cantidad de botones. ¿Cual sera el correcto y como hacer para no cargarse nada al pulsar el menos correcto?

Emma y Foster no han vuelto a oirse ¿estaran bien?

Entré al cuarto y, gracias a la poca luz que entraba de afuera, pude ver el interior a duras penas. La situación era difícil. Poco tiempo, mucho que cargar, y para colmo, una puta aguja en un pajar. Dejé la escopeta en una mesa, donde había armas y explosivos plásticos. Tomé dos pistolas y las acomodé en mi cintura, mientras me metía una barra de C4 en el bolsillo como podía. De repente, vi la comida.

Después me dije.

Desoyéndome, tomé un trozo de pan que había por ahí y comencé a masticarlo rápidamente, mientras miraba el interior del tablero.

-¿Cómo sabremos cual es el indicado? ¿Y si eliminamos algo de seguridad? ¡Mierda!- grité al golpear la pared.

Trent observaba la comida con toda la intención del mundo, y el trozo de pan masticado que sujeta Miller, pero se mantiene quieto, optando por posar finalmente sus ojos en la caja de interruptores.

- Cualquier cosa que hagamos se podrá deshacer, y cualquier cosa que deshagamos, rehacer. Sólo nos queda una opción. ¡Encenderlos todos! -concluye, con una media sonrisa-.

Dicho esto, empieza a activar los interruptores. Una vez terminado, arrastra las dos pistolas que quedan hacia el lado de la comida y se dispone a sentarse en el suelo tranquilamente, a dar un bocado rápido... pero sin prisas.

- Que lástima que nos hayamos tenido que buscar una forma de abrir esta puerta entre la oscuridad, tardando unos minutos. Los precisos, por otro lado, para saborear la comida... -y, toda una declaración de intenciones, mueve el brazo en una reverencia hacia la comida, agachando la cabeza, hacia Miller-. La comida está servida.

Una risita entrecortada, seca, surge de su garganta.

Trent parece optar por las bravas. Al poco tiempo de activar todos los interruptores ois como muchos sistemas comienzan a activarse, entre ellos la luz. Luz, por fin podeis volver a miraros a las jodidas caras.

La comida os sabe a gloria y por ello la saboreais con tranquilidad.
¿por que habria tantas armas alli? Al menos habeis solucionado la duda de por que estaba tan asegurada esa puerta.
Comenzais a observar la estaciona pero no hay nada salvo la mesa con la comidad y el panel de control.Sin duda se oseaba solo como almacen pensais.
Cuando ya os habeis llenado la barriga recordais el grito de Emma. ¿y si están en peligro?
Pero no sabeis muy bien que hacer, seguir inspeccionando la planta aunque quizas ya no haya nada mas que merezca la pena perder el tiempo por ello o bajar a enteraros de el por que de las voces. Lo unico que teneis claro es que las armas os las llevareis.
¿habreis conectado algo que no deberiais?
Pero no hay tiempo para eso ya habeis perdido suficiente mientras comiais.
Debeis moveros y rapido.
Cuando volveis a levantaros volveis a oir gritos que provienen de la planta de abajo.

Me quedé un poco más tranquilo al ver la rápida soluciób de Trent, y hasta esbozé un sonrisa que festejaba la actitud. Constesté su revenrecia en tono jocoso, mientras tomaba un chocolate y le quitaba el envoltorio. Justo después del primer mordisco, otro grito.

¡Diablos, lo había olvidado!

-Maldita sea, ¿y si entraron? Debemos ir abajo, ya- dije mientras martillaba la escopeta. Estaba a punto de salir cuando recordé un detalle.

-Me olvidaba de esta- le mencioné a Trent extendiéndole la barra de C4 restante.

Trent lo pone junto a las pistolas. y se mira el mono penitenciario.

- Estas cosas se hicieron para no poder guardar nada dentro, ¿sabes? -dice, con tono jocoso-. Supongo que me servirá de saco.

Dicho esto, abre su cremallera y lo mete todo dentro del mono, como mejor puede. Echa un vistazo rápido al resto de la habitación y prosigue, con tono afectado, mientras se palpa donde han ido a parar los distintos implementos de destrucción:

- Sí, mejor llevarse todo lo que haga daño. Esto está despejado, demasiado, a ver si hay algún pandillero pirado de esos, o un puto fanático de las armas. Por cierto -dice, tras encaminarse con paso ligero a la puerta; su cara seria y el tono grave de su voz parecen eliminar toda ligereza de las palabras- Miller, más nos vale que tengamos cuidado con la dama. Tiene toda la pinta de estar loca. Se me ocurre que puede estar chillando por cualquier cosa. Tiene una conducta bastante errática.

Reí en voz baja al ver a Trent metiendo el armamento en el mono.

-Jeje, no te vueles un dedo Trent- dije, mientras salía del cuarto y, dejando el tono jocoso de lado, apuntaba la escopeta cargada al frente. -Respecto a esa dulzura, supongo que si nos genera cualquier problema, podemos solo dejarla ir por su cuenta. Y, si se pone difícil, bueno digamos que no voy a dejar que me retrase en ningún caso- insinué con una sonrisa.

- Me alegra que pensemos lo mismo al respecto -responde Trent con otra sonrisa, pero se desvanece al ponerse a escuchar en la oscuridad-. Bueno, mejor será que vayamos, no sea que las puertas estén aún abiertas.

Dicho esto, se cierra bien el mono y se apresta empuñando su pistola y la botella de whiskey.

- Nunca se sabe a lo que habrá que golpear -dice, colocándose detras de Miller-. Siempre se ha de estar *detrás* de la escopeta -añade con tono elocuente-.

Sus pasos son igual de silenciosos que al venir, se nota que está en vilo.

Estáis decididos a salir de allí y no os importa si es mas o menos acompañados, cosa que demostráis mediante vuestra conversación.
Comenzáis ha andar por el largo pasillo. Hay varias puerta y ventanas que debían de estar conectadas mediante algún tipo de seguridad, que ahora las veis abiertas.
Seguís andando hasta las escaleras pero esta vez mas precavidos a sabiendas de que hay puertas de mas abiertas. Conformes las vais cerrando os dais cuenta de que han trascurrido el tiempo suficiente para que entrara esos bichos.

Y vuestros temores no tardan en hacerse esperar. De las escaleras comienzan a subir 6 engendros que se empujan resbalan y se entorpecen las paso los unos a los otros como pueden. Tiene que ser los primeros, tienen hambre, un hambre que no pueden controla y eso lo veis reflejado en sus ojos y en como comienzan a babear y aullar cada vez mas alto. De la una puerta que lleva al otro lado del centro comercial empiezan a salir mas de esos, concretamente 10.
Parece que al final no fue tan buena idea conectar todos los interruptores.¿o pueden que ya estuvieran dentro?
No tenéis salida.
Os dais cuenta de que la única salida posible es por donde veníais en dirección a las salas de cine. Y una vez allí buscar una ruta alternativa para escapar. Ya diablos en caso de tener que enfrentaros a ellos tener una mayor cobertura.

- ¡Me cago en todos los dioses! -grita Trent, enfurecido- ¿Es que no han cerrado las puertas o qué? ¿De dónde sale tanta mierda?

Empuñando la pistola con la mano derecha y apoyándose en la muñeca del brazo izquierdo, Trent apunta y dispara a los engendros de las escaleras. El primer tiro resuena por el el edificio, y el ruido atronador se mezcla con otro más silencioso, pero también increíblemente repulsivo.

La bala alcanza de lleno en la cabeza del primer monstruo, volándole la tapa de los sesos y desparramando sangre y materia gris por doquier como una sandía podrida. La escena es alarmantemente asquerosa porque, por un instante, el cuerpo no recibe la señal de que el huésped se ha ido al infierno y sigue caminando, tropezando con el siguiente escalón y mostrando lo que queda del cerebro en la cavidad craneal. Los restos no tardan un segundo en vertirse con otro horrendo ruido de salpicado.

El segundo, alcanza a otro en pleno pecho, perforando el pulmón y derramando un icor negruzco. El impacto le hace perder el equilibrio, cayendo dando tumbos por las escaleras.

- ¡Aaaaaaaarrrrrgh! -grita Trent, consumido por la adrenalina-.

El clic deja pasmado a John, que cesa de gritar y se siente increíblemente estúpido, la sorpresa se lee claramente en su rostro.

-¡Mierda, no he comprobado la recámara!

Y, retirándose hacia la habitación asegurada con el lector de tarjetas magnético, comienza a caminar renqueante, palpando en intentando sacar una de las pistolas que acaba de recoger.

Al ver semejante despliegue ante nosotros, quedé pasmado por un segundo. Demasiado tiempo...

Los disparos de Trent me sacaron del trance y reaccioné. Alzé el arma rápidamente, y, debido a mi precipitado accionar, descargué un casquillo inútilmente en el aire, por arriba de las cabezas de los enfermos. Mis manos temblaban nerviosas, ante el desenlace que vaticinaba si no lograbamos escapar de esa. Otro disparo en vano.

-¡Mierda Trent, sabía que nada bueno saldría de tocar todos los putos interruptores!- grité desesperado viendo la turba de locos acercándose.

Disparé nuevamente, y dejé salir un ¡Yujuuu! al ver como la cabeza de uno de esos engendros estallaba sin dejar rastro, salpicando de sangre a sus "compañeros".

-¡Debemos correr! ¡Ya no hay salida por ese lado!- dije al tiempo que amartillaba la escopeta y me volteaba. Comencé a correr hacia las salas, con la esperanaza de encontrar una salida de emergencia y ninguno de esos hijos de perra.

Pero Trent se internaba en el cuarto de la comida, buscando sacar un arma de su mono.

-¡Vamos Trent! ¡No hay tiempo para eso!- grité plantándome frente a la puerta.

Si bien mostraba un aire individualista, sabía que no sobreviviría mucho tiempo solo. Además, el tipo me caía bien.

Cita:

Trent, que seguía afanándose en agarrar otra pistola se gira hacia Miller, lleno de rabia.

- ¿Qué esperaba, que dejara a los otros a merced de la oscuridad? ¡Necesitábamos cerrar las puert...!

Pero ceja en el intento, los disparos de Miller le han acallado, y se retira a la salita hurgándose en el mono e intentando avanzar rápido. Ni que decir tiene que no tiene gran éxito en ninguno de los dos empeños.

Cita:

El rostro del hombre se despeja, había entrado casi instintivamente, como un animal acosado busca una esquina en la que morir defendiéndose. Pero en unos instantes cobra una expresión resoluta.

- ¡Qué demonios! ¡Es cierto! ¡Corramos! -enfatiza sus palabras al sacar al fin una de las pistolas de su mono, donde había dejado la otra antes de buscar la nueva-. ¡Vaya usted delante, yo me encargaré de derribar los que se nos acerquen demasiado por la espalda!

Trent se sorprendía a sí mismo, nunca antes había disparado un arma. Intentaba no pensar en lo que pasaría cuando la adrenalina dejara de circular por su cuerpo.

Los disparos de Trent y Miller no son todo lo afortunados que debería de serlo en una situación así.
Solo quedan 13 bichos en pie que cada vez están mas cerca vuestro. Habéis conseguido abatir a dos de ellos y un tercero debido a un disparo de Trent a caído rodando por las escaleras.
Por un momento Trent decide quedarse encerrado en la habitación que conseguisteis abrir pero lo piensa mejor y sigue a Miller. Los dos corren en buscar de una puerta que les lleve a un lugar mas abierto y que tenga la posibilidad de una salida.
Ante vosotros hay 4 puertas que corresponde a las de las salas del cine y nada más. No tenéis más salida que elegir una de esas salas.

Arrinconados los dos hombres, perseguidos por una horda de seres sin mente, ansiosos de probar su carne, al final los instintos vuelven a empujar la relexión hacia bien dentro de la psique de Trent, que se desespera golpeando una de las puertas de las salas. Sin embargo, tras unos segundos de pánico, se serena, mira con otra intención la puerta y posa unos ojos de loco en Miller.

- Las salas de cine son espacios abiertos, con escaleras que les entorpecerían y varios pasillos por los que esquivar, por no hablar de las puertas de emergencia y el poder saltar las butacas... Ellos son lentos, ¡podemos cazarlos ahí dentro! No van a durar para siempre, la puerta más cercana la ha cerrado Foster antes, y -se ilumina su rostro- ¡puede que las otras también!

Apoyando la espalda contra la pared del cine, observa la multitud, como contándolos.

- No parecen haber aumentado en número... ¿Qué me dice, Miller?

El razonamiento de Trent era lo que necesitaba para tranquilizarme. Tenía toda la razón. Dentro de las salas, dificilmente nos atraparían.

-Lo que sea para salir de aquí- dije, pateando la puerta de una de las salas. Al entrar, miré rápida pero atentamente todo el lugar, comprobando que estuviera vacío.

Miller consigue abrir una de las puertas que os lleva a una amplia sala de cine que permanece a oscuras.
Tanto las luces de la sala como la pantalla están apagadas y solo podéis ver por las numerosas luces de emergencia. Pero como si os hubierais carga la luz de esa parte del centro comercial por la acción de subir todos los interruptores.

Cerráis la puerta a vuestro paso pero pronto la tiraran abajo.
Desde vuestra posición de debido a la falta de luz no podéis ver si hay mas puertas ni donde están situadas.
Tenéis que pensar un plan y rápido.