Partida Rol por web

- ¡Claire, mira a quién hemos encontrado! -Exclamo, entrando el primero en el colegio y corriendo a ver si encuentro a Claire para darle la buena noticia. - ¡Venimos con tu papá!

Miro alrededor.

- ¿...Claire?

Se me borra la sonrisa mientras escucho a Serpiente y Leo que, gracias a Dios, sí se ha quedado en el colegio tal y como dijo. Ante su comentario de que han cuidado de mi, diría algo del estilo "yo he cuidado de ellos!" o "soy suficientemente mayor como para cuidarme solo!", mas no es el momento y hay algo que no entiendo. Pero... ¿por qué se han ido?

- ¿Pero y la idea de reforzar el colegio? -Pregunto sin entender. - ¿Y lo de ir juntos? ¿No quería Claire ver a su papá? ¿Por qué se ha ido? -Miro a Serpiente. - ¿Por qué se han ido, Serpiente? No lo entiendo...

Clavo mi atención en la llave del coche que he encontrado, mientras intento descifrar por qué Claire haría algo así. ¿Por qué se iría?

Le devuelvo la mirada a Carlos, la mía es de indiferencia y decepción -No tengo ni idea de dónde han podido irse ni por qué, Carlos. Sólo tenían que esperar medio día por nosotros y ni siquiera han sido capaces de eso... este mundo es así, no te puedes fiar de la palabra de nadie. Y lo que más me molesta es que hemos perdido un día por venir hasta aquí pudiendo dirigirnos a otro lugar, podríamos haber acompañado a Kimball y los demás a la comisaría...

- Así que al hospital – digo en voz alta mientras me dirijo hacia uno de los pupitres para sentarme.

- Tanta prisa tenían en marchar – murmuro.

Observo el rostro de Carlos, y como la inocencia va desapareciendo de él día y a día.

- Lo siento Richard, no pensé que su hija iba a marcharse sin esperarnos, al menos ya sabe donde puede encontrarla.

- Cierto, Serpiente, pero estas son las cartas con las que nos ha tocado jugar y habrá que esperar a la siguiente mano – termino diciendo.

Ay, esta Claire... Siempre tan impulsiva...

Muchas gracias por todo, de corazón. Partiré al hospital lo antes posible.

¿A donde iréis vosotros?

- Tal vez nuestra mejor opción sea dirigirnos a la comisaría, donde se encuentra Kimball, es el policía negro que conoció en el taller. Un hombre un tanto peculiar pero al menos se puede contar con él. Y si quiere, mañana por la mañana puede ir hasta el hospital y encontrarse con su hija, será más seguro que ir de noche - respondo a Richard.

Muy sabio por tu parte. Tienes razón, así lo haré.

Yo opto por ir a la comisaría, al menos sabemos que allí estará Kimball, ya que no creo que se mueva de allí, al menos esta noche. Es un tipo un tanto peculiar, pero al menos es lo más de fiar que nos hemos encontrado hasta ahora y ya sabes... más vale malo conocido... sé que si lo vamos a necesitar nos va a ayudar a salvar el culo, al menos a mí me debe una -le respondo a Sául con una medio sonrisa irónica -Claire y Calen ya han tenido su oportunidad y a mí personalmente me han defraudado, así que no tengo por qué ir en su búsqueda. Lo siento mucho, Richard -Comento al padre de Claire -¿Y tú qué, Carlos? ¿prefieres ir con tu querida Claire o con nosotros? -le pregunto al crío con cara de te lo advertí.

- Cierto Serpiente, y yo soy su hermano como bien me dijo la ultima vez que lo vimos – respondo con la misma sonrisa – Es nuestra mejor opción en estos momentos. Descansemos un poco, preparemos el equipo y esta noche pongamos rumbo a la comisaría. Richard puedes acompañarnos hasta allí y por la mañana dirigirte al hospital, seguramente algunos de los supervivientes te acompañen. Lo siento de veras, pero yo no lo haré. 

- Te ha tocado aprender una lección dura por las malas, pero recuerda Carlos, lo que no te mata, te hace más fuerte – termino diciendo mientras recargo el rifle de caza.
 

Leo se queda escuchando lo que hablan los demás - "Yo iré con ustedes a la comisaría. En última instancia, si es necesario, acompañaré a quien decida marchar al hospital" - dice, enfatizando con una mirada a Richard, ya que de seguro querría reencontrarse con su hija - "Mientras nos preparamos para salir ¿porqué no intentan descansar un poco? - sugiere el joven - "Diganme ¿ha sido productiva su estadía en el taller? ¿Qué ha pasado allí? ¿Quién más había además de ese tal Kimball?" - Preguntas, preguntas y más preguntas llegan a la cabeza de Leo, por lo que solo formula alguna que otra, prefiriendo no atocigarlos. 

Turno de noche - Día 5

De pronto, todos os calláis y ya nada importa, nada salvo vuestra propia supervivencia.

Las puertas del colegio se vienen abajo y entran ellos. Aquellos que no son ni zombies ni humanos, sino algo mas...

Os miran desafiantes, como si recordasen su vida pasada, como si clamasen venganza.

El que antes fuera conocido por el nombre de Tim, contempla a Serpiente con furia en los ojos, y junto a el otros cuatro zombies se disponen a atacar...

Uno se lanza contra el pequeño Carlos, otro contra Leo (Lucas ¿eres tu?, piensa Leo mientras el zombie se lanza contra el), una zombie ataca a Saúl, otros dos arremeten contra Richard y finalmente Tim se lanza a por Serpiente.

Leo se encuentra sentado en el mismo rincón en el cual estaba cuando sus compañeros llegaron, cuando súbitamente las puertas del colegio parecieran estallar. Leo se incorpora velozmente al ver que esos horribles seres, antes humanos, se abalanzan sobre ellos con ansias de hincar los pútridos dientes en sus carnes. Pero grande es la sorpresa que se lleva Leo al ver que su atacante resulta ser su antiguo compañero - "¡Ayyy nooo, Lucas no! ¡¡¡MIERDAAA!!!" - El zombificado Lucas intenta arremeter contra Leo quien, al no ver otra salida a la situación, apunta su pistola a la cabeza de Lucas. Espera que se acerque lo suficiente pues, aunque sepa que es lo que debe hacer, no quiere. Efectúa un disparo a quemarropas, salpicando la pared y a los demás zombies de sangre y sesos - "Lo siento mucho Lucas" - Baja su arma y ve como los zombies restantes van a por sus compañeros - "Tengo que ayudarlos"  

¡¡Ah!! ¡Zombis!

Tan pronto como esos monstruos entran, sé que nuestro final se acerca. ¡¡No, no, nooo!! ¡Qué miedo!

- ¡Serpiente! ¡Saúl! -Chillo. Ni siquiera sé si los tengo detrás, si ya han muerto, si soy yo... ¡¡Mami!!

Los zombies se lanzan contra vosotros.

Serpiente se libra de ellos con facilidad, así como Leo mientras Carlos consigue eludirlos.

Saúl no tiene tanta suerte, y uno de esos muertos vivientes le muerde en una pierna, dejandole una marca, considerablemente visible.

Richard se lleva la peor parte, al lanzarse dos de esos monstruos sobre el y devorar al pobre escritor, sin que podáis evitarlo.

Con esfuerzo, lográis neutralizar a los que quedan, mientras el silencio y tristeza lo inundan todo...

-¡Nooooooooooooooooooooooooooo! ¡Saúl, a ti no!! -acierto a decir, casi sin creérmelo mientras me doy cuenta de que Richard no ha tenido tanta suerte. A él no le han mordido sino que directamente lo han devorado. Ya no podrá reencontrarse con su hija, Claire. Tal vez si nos hubiesen esperado como habíamos hablado, ésto no hubiese pasado y entre todos habríamos salidos indemnes de este ataque.

-¿Carlos estás bien? ¿y tú Leo? -les pregunto.

-Me acerco a Saúl para ver la dimensión de su herida, no presagia nada bueno, por lo que he visto en este tiempo, que te muerda uno de esos podridos desemboca en que vas a acabar convirtiéndote en uno de ellos, pero... ¿cuánto tiempo más podrá tener de vida? ¿podrá existir algún tipo de forma de cura? -¿Saúl cómo te encuentras? Esto no es nada bueno...

Justo cuando era más necesario que mi rifle de caza no me falle, lo hace, dejándome expuesto al ataque de la mujer zombie. Noto sus dientes entre la protección de cuero mordiendo la carne, escuchando el grito de Serpiente y a duras penas consigo zafarme finalmente de ella.

Me siento en uno de los pupitres del colegio, retirándome la protección de la pierna, que me duele horrores, veo la marca del mordisco, la sangre comienza a adquirir un tono entre marrón que no me gusta nada. Alzo la vista y me encuentro a Serpiente a mi lado observando la herida.

- He sufrido heridas peores pero - me quedo en silencio unos segundos, sabiendo lo que me va a pasar pero con miedo de decirlo en voz alta -  ya sabes que me puede pasar y en que puedo convertirme. Sería mejor que me pegases un tiro y terminases con esto - digo sacando la pistola de la funda, agarrándola por el cañón acercando la culata a Serpiente.

-Déjate de tonterías Saúl, si te tengo que pegar un tiro lo haré sin problemas, pero aún no es el momento. Dime cómo te sientes, ¿crees que puedes caminar? nos acercaremos hasta el hospital a ver si alguien puede ayudarnos allí. Esto no es lo peor que te ha podido pasar, seguro que has vivido cosas peores en Vietnam. -Le arranco el trozo de tela del pantalón que cubre la herida para hacerle con ella un torniquete -Te haré un torniquete para que no pierdas más sangre, en el hospital al menos puede que encontremos algo con lo que desinfectar la herida.