- Tranquilo Kimball, estoy preparado pero tu no te alteres innecesariamente, necesitamos estar calmados y serenos – respondo al policía sacando la pistola de su funda, con el dedo cerca del seguro para disparar si aparece algún zombie.
- Pudo ser casualidad, señora Tempel. La pieza la tuve entre mis manos desde ayer por la mañana y esta noche no hemos recibido la visita de una horda zombie, así que tampoco tenéis que preocuparos por una simple pieza. ¿Qué pensáis que los zombies andan detrás de ella? ¿O que es la culpable de que los zombies hayan invadido la ciudad? Por dios – me quedo en silencio unos segundos – Si es así señora Tempel, me temo que no volveremos a encontrarnos porque no voy a desembarazarme de la pieza hasta que consiga descubrir que es y para que sirve.
Interesante historia, estaremos preparados por si aparecen esos bichos... pero... -me quedo pensando en la historia de la señora Tempel. Me preocupa más el hecho de la existencia de asesinos ahora mismo que esos muertos caminantes -¿Y señora Tempel cómo supieron quién era la asesina? quizá Machete se fuese porque pensase que el asesino seguía vivo y por eso la disparó...
Señora, si sabe algo de esa pieza, será mejor que lo comparta con nosotros. Tenemos que saber que demonios es. Puede confiar en mi. ¿No somos tan distintos, sabe?
Comienzo a hiperventilar, asustado ante la pasividad de los demás. ¿Cómo pueden tomárselo a broma? ¡Manda narices que el único que me haga caso es el negro Kimball y la señora! ¿Brujería? ¿Pánico por la muerte de Machete? No tiene nada que ver con haber visto a los zombis descuartizar a machete, lo que digo es verdad.
Miro a Serpiente, un poco enfadado por no creerme.
- Vosotros no controláis a los zombis como para controlar si estoy o no en peligro -Respondo con un mohín. - A... además... antes de que lo tocase Saúl, lo tocó Calen que es quien lo cogió después de la muerte de Machete. ¿Y si no es "quién lo coge" sino "quién lo toca"? ¿Y si los zombis no nos han atacado porque primero han atacado a Calen?
Jolín, ¿lo entendéis ya?
- Podrían estar atacando el colegio con Calen, Claire, Leo y Esteban allí. O peor, podrían haberles matado a todos y ahora venir hacia aquí.
¿Que dices, crío? - preguntó alterado - ¿Que los zombies podrían estar donde Claire?
Luego reflexionó unos instantes.
Pero la verdad que a mi también me parece una simple pieza de motor. Aunque nunca había visto algo igual, sinceramente.
De repente, encuentras algo en el suelo. Está algo pegajoso, parece que tiene restos de sangre, ya reseca.
Son las llaves de un coche...
Voy a responder al papá de Claire cuando, al dar un paso hacia atrás, noto que he pisado algo. Me agacho y cojo el pegajoso objeto, mirándolo.
- Mirad. He encontrado unas llaves.
Les enseño la llave de coche manchada de sangre reseca.
Niego con la cabeza, ante la cabezonería de la gente que me acompaña en el taller. -No sé nada más que lo que ya he dicho, agente. Y tampoco quiero saber nada más. Y sí, la excusa que usó para dispararme fue precisamente que no sabía si yo podía ser la asesina... pero le puedo asegurar que lo descubrimos, con total seguridad, aunque al igual que ustedes más de uno tuviese sus dudas posteriores. Pero que Silvia se dedicaba a acabar con sus acompañantes para "traerles la paz antes de que se los comiese un zombi", eso era seguro. También encontramos una pieza de motor, y la asesinada quería montar su coche y hacer no-sé-qué con él, pero tampoco pude saber mucho más, porque Silvia acabó con su vida. Quizá habeis confundido una pieza con la otra, y el objeto ese está en otra parte... pero eso habría que preguntárselo a otro de los que estaban aquí, que eran los que estaban más acuciados por reparar el coche antes de que llegasen los militares, en vez de esperar a éstos.
- Tranquilo señor Phillips, no se ponga nervioso, en unos momentos iremos a donde se encuentra su hija – digo al padre de Claire intentando calmarle.
- Carlos, es una pieza, estoy seguro de ello. No es algo que atraiga a los zombies. Lo que le ocurrió a Machete fue mala suerte. Ya veras como a Claire y al resto no les ha pasado nada – comienzo a decirle y de repente encuentra unas llaves de un coche – Carlos, comprueba si en la llave aparece el símbolo o la marca del vehiculo, así nos será mas sencillo encontrarlo y ver si puede sernos útil.
Calmémonos todos. Como Kimball, John y la señora Tempell van a ir a la comisaría, Saúl, Carlos, Richard y yo iremos al colegio a por Claire y los demás y luego nos dirigiremos a un lugar seguro, siempre que quieran venir con nosotros. Si preferís quedaros en el colegio, por mí no hay problema, pero esa no será mi última parada. De todos modos, una vez allí podemos hablarlo a ver qué opinan los demás. ¿Tenéis algún problema con que llevemos con nosotros la pieza maligna al colegio? porque sino, y si estás de acuerdo Saúl, nosotros podemos proseguir nuestro camino y que Carlos y Richard vayan por su cuenta a recoger a reunirse con los demás -comento con los implicados.
- No tengo problemas en ir hasta el gimnasio por nuestra cuenta Serpiente si Carlos tiene miedo de acompañarnos por llevar la pieza, y que después se reúnan con nosotros cuando Richard se encuentre con su hija y el resto. Podemos ir de avanzadilla y ver que o quienes hay allí - contesto a Serpiente.
-Ellos deciden, yo ya he dicho todo lo que tenía que decir. -contesto a Saúl -Y bastante hemos hecho hasta ahora... -ya estoy un poco harto de tanta tontería, pienso mientras digo en voz alta -Siempre lo he dicho, trabajo mejor sólo... y no tengo ningún problema en seguir mi camino por mi cuenta. Ahora vosotros decidís si queréis que os ayudemos o no... -les digo a Richard y Carlos.
Miro a Saúl y Serpiente, bufando al oírles. No hay que ser inteligente ni adulto para comprender que soy una carga para ellos, sin embargo, tampoco me quiero separar y tener que buscarlos otra vez. Juego con las llaves que acabo de encontrar en la mano.
- Os acompaño. -Sentencio, convencido. -Al gimnasio, al cole o a donde sea. Voy con vosotros. Aunque podríamos pasar primero por el cole, para ver si Claire y los demás están bien...
-¡Eso es lo que esperaba oir, Carlos! -digo aliviado -Ya era el momento de que dejases de gimotear y te comportases de acuerdo a las circunstancias. Este ya no es un mundo seguro y para poder sobrevivir tienes que tomar decisiones y mantenerte sereno. Esa es la mejor lección que puedes aprender ahora mismo -prosigo- Te aseguro que no tienes nada que temer, nunca te voy a poner en peligro, nunca, ¿lo entiendes?.
-Está decidido, nos vamos al colegio en busca de los demás. -comento con Saúl.