Partida Rol por web

La situación se ha descontrolado bastante desde el momento en que me he ausentado mentalmente un instante, abrumada por toda la información que estaba recibiendo y el asunto de que Zack perteneciese a GEA... los causantes de todo esto. No me habría sorprendido demasiado que me lo dijesen de los hombres de negro, pero con todo eso muchas piezas se unen entre sí. Y entonces Saúl le mete un balazo al hombre de negro que quedaba vivo, y parece como si no le afectase demasiado. Y con eso acaba la noche, y empieza el día y su caos. Pero ya casi estamos en el octavo día, y podríamos salir de aquí todos vivos.

-Sí, Zack, estabas con Laura y Phill. El compañero volvió y los mató a... -y entonces aparece Phill. Pero yo vi cómo le pegaban un tiro, un balazo que hubiese acabado con cualquiera, lo cual es imposible. Algo no tiene sentido en todo esto, y por eso no me da tiempo ni a reaccionar cuando Serpiente los encañona a ambos y abre fuego. Y yo, anonadada, no tengo mucho más que hacer que quedarme mirando ojiplática la ráfaga que casi nadie podría esquivar. Pero sí me da tiempo a echar una mano al collar de Laguna y tratar de apartarlo del fuego, antes de que le salte a nadie. -¡Cuidado! -No quiero que se arriesgue él, y ya hay demasiadas armas como para que yo me ponga a sacar mi arma yo también. -¡Zombis, gente que camina después de muerte y GEA! Todo malos augurios... -alcanzo a decir cuando termina el tiroteo.

Me aparto un poco del grupo cuando comienzan los disparos, asustado de que los últimos días siempre acaben con disparos. Lo que más me preocupa no es la vida de los dos extraños (¿veis? Ya decía yo que no iban a durar mucho), sino que los zombis vengan hacia aquí alertados por los disparos. Por si acaso, saco mi pistola y como puedo, meto las 6 balas en el cargador.

Jo, en el GTA es más fácil recargar. Sólo le das a la redonda y... recojo las balas del suelo que se me han caído y me siento en el suelo para, con calma, ir metiéndolas una a una. Pongo el seguro otra vez, sólo por si acaso, y vuelvo a mirar a los adultos y sus discusiones.

Ni Zack ni Phill pueden hacer nada por evitar los disparos de Serpiente y ambos caen, muertos, en el suelo...

Tal como intuía, Serpiente con un certero disparo acaba con Zack y Phil.

- Y yo era el que tenia el gatillo fácil eh - sonrío - Buen disparo Serpiente. Cúbreme mientras comienzo a registrar el cuerpo de Benjamín y sigo con el resto, a ver si encuentro algo que nos pueda ayudar a entender lo que está pasando aquí – termino diciendo para dirigirme hasta el primer cadáver y comenzar a registrarlo. Tras eso paso a Zack dejando para el final a Phil.

-Tengo que terminar haciéndote el trabajo sucio Sául. Me gusta preguntar antes de disparar, pero cuando no son claros conmigo y está en juego nuestra seguridad, no me queda otro remedio -respondo ante la bromita que me ha querido devolver Saúl. Al menos yo me he comportado siempre igual, no como él que de repente parece haber sufrido de ataque de ira repentina.

- El trabajo sucio dice... Al menos no has perdido el sentido del humor - respondo con tranquilidad manteniendo la sonrisa - Has hecho lo mismo que hice yo con este tipo. Era lo que había que hacer y tengo claro que no voy a dejar que nos maten cuando solo quedan dos dias para que nos rescaten, y menos esta escoria  - contesto a Serpiente mientras registro el cádaver de Benjamin.

-La diferencia, Saúl, es que tú entraste poco tiempo después de que te viésemos salir volando y sin mediar palabra mataste al tipo de la Gea, que puede que fuese la mejor opción, no lo niego. En cambio al tal Zack, le di un margen prudencial para que se explicase y no fue capaz de hacerlo... y el nuevo que entró diciendo que había hablado con gente que ha muerto delante de mi, no me daba buena espina... -le digo mientras me encojo de hombros -pero no seré yo quién cuestione tus métodos.

Ahora que de verdad los tiros han acabado, me dejo caer en el asiento tratando de quitarme las preocupaciones de tanto asunto encima. Y luego echo un vistazo cuando veo a Saúl registrando a Phill, viendo que le saca unas cuantas armas...

-Cuando lo registré en la comisaría, no tenía nada de eso. Desde luego hay algo muy raro ocurriendo en esta ciudad. -Niego con la cabeza. -Pero al menos podeis estar tranquilos, acertasteis con Zack. Al final, resultó que era un mandamás de GEA, uno de esos altos ejecutivos sin escrúpulos que estaban ahí solo por el dinero y no lo que le pudiese ocurrir a la gente.

Luego me levanto y camino un poco, dando un par de vueltas con Laguna para descargar la energía que todavía tengo bombeando dentro, y sobre todo la suya.

-Serpiente -hago una ligera mueca, sigue sin convencerme el llamar a alguien por el nombre de una cosa-, si te sobra alguna bala de escopeta, la mía lo agradecería, aunque todavía tengo munición. Por cierto, ¿habeis conocido a un Frank por aquí? No sé cómo, pero parecía tener una vacuna para todo el asunto de los fiambres andantes, y evitar que te contagiasen o algo parecido...

- Señora Tempel, tome cuatro balas para la pistola, la escopeta y las balas de Benjamín, yo no voy a usarla. Si no os importa yo me quedo con el escudo antidisturbios, una de comida y siete balas para pistola. Las que restan y la medicina podéis repartirlas entre vosotros como veáis, creo que Serpiente tiene comida para mañana, el resto de vosotros no lo se - empiezo a decir con tono relajado - Esteban toma la ropa acolchada, una pistola y cinco balas. Y tu Carlos quédate con las cuatro balas que restan. Y creo que con esto estamos bastante bien armados - digo al repartir las cosas - De todas formas Serpiente si necesitas algo, me dices.

- A Frank lo vimos en el hospital fue junto con Patrick los que nos hablaros de los GEA, dijo que iba a ir a buscar a sus amigos a la comisaría mientras nosotros veníamos al parque de bomberos. Y si, era capaz de crear una vacuna para el virus, me imagino que es por eso por lo que andan detrás de él - contesto a la señora Tempel.
 

Acepto las balas que me da Saúl sin rechistar, con tantas de ganas de escapar de esta ciudad como de comerme la lata de conserva que aún tenía en la mochila. Me despreocupo y dejo que los demás vigilen, sentándome en el suelo y comiéndome la última ración de atún en -espero- muchos años.

- Por fin. Mañana nos salvan.

Decido estrenar mi "nuevo" saco de dormir tendiéndolo en el suelo y metiéndome dentro para intentar dormir un poco y, a poder ser, sin tanto frío por una noche.

Asiento ante las palabras de Saúl, que vienen a completar mi conocimiento sobre el asunto del grupo del que habían salido Laura y el aún humeante y dos veces muerto Phill, todo ello mientras me guardo en el bolso el cúmulo de equipamiento que me van ofreciendo, en el cual ya me sobran las balas de pistola como para defenderme de una noche peligrosa... que es lo que me temo que va a dejarse caer hoy, como ya hiciera hace unos días. Así que con eso en mente reviso mi arsenal para comprobar que todo funciona, no hay nada atascado y si hay un ataque podré defenderme decentemente, pese a la edad. Pero la verdad, con tanto día de ejercicio me noto en mejor forma que hace muchos años.

-Yo tengo un poco de comida guardada, así que por mi no os preocupeis en ese sentido. Y tengo más armas en el bolso de las que necesito, eso desde luego. -Luego miro al pequeño. -La hora más oscura llega antes del alba. Mañana será el último día, pero habremos de estar preparados para esta noche. Suerte que el parque de bomberos es bastante seguro.

Turno de noche - Día 7

La noche llega tranquila, sin zombies ni contratiempos. No puede augurar nada bueno tanta calma.

Y entonces, suena la radio...

Nerviosa, no paro de lanzar miradas a la puerta una y otra vez, esperando ver aparecer los muertos vivientes como una horda tratando de evitar que fuésemos al rescate... pero no aparecen, y la verdad es que mi pensamiento era más cercano al de un cuento que a algo que suela ocurrir en la realidad. Pues nunca en un juicio me ha pasado eso de que alguien aparezca corriendo en el último momento, llevando en la mano la clave y respuesta al asunto en cuestión, pero sí que es algo habitual en los libros y la televisión. Así que niego con la cabeza y me recosto, tranquila y preparada para cualquier cosa que pueda venir.

-Sería bueno que guardásemos las energías, pues mañana tendremos un largo día por delante. Y algo me dice que esos hombres no serán los únicos peligros que podríamos encontrarnos antes de escapar de la ciudad. ¿Estais todos preparados? Será mejor partir mañana por la mañana que en la noche, porque aunque las defensas hayan aguantado no significa que no haya fiambres ahí fuera esperando por si salimos. -Y luego me sumo en mis pensamientos, considerando todo mi equipo y pensando en qué hacer antes de que llegue la mañana.

Me encuentro sorprendido por el hecho de que aún no hayamos vuelto a recibir la visita de esos podridos. Hasta la fecha los ataques han sido habituales, tal vez hoy no hayan conseguido romper la seguridad del edificio y entrar. Esperemos que el resto de la noche sea tranquila como hasta ahora, pero prefiero no confiarme por si acaso.

Escucho las palabras de la señora Tempel, estoy de acuerdo con ella, prefiero movernos mañana por la mañana, esta noche estaremos mejor aquí, bajo techo. -Estoy de acuerdo con usted, señora Tempel, mañana nos acercaremos a la explanada con cautela, nunca se sabe qué peligros pueden acecharnos ahí fuera. Y tengo claro que me preocupan más los vivos que esos muertos vivientes. Descanse y duerma un poco para recuperar fuerzas para mañana, yo haré guardia mientras tanto.