Partida Rol por web

Mientras busco por el taller algo que nos pueda servir escucho la voz Leo, no me quedan claras las palabras por lo que corro para ver que ocurre. Al ver a una nueva superviviente mi corazón deja de palpitar al ritmo de maracas, vuelve al latido placido que da la tranquilidad de no estar frente a esas horrorosas criaturas.

Hola soy Lucas y ella es Silvia, también hemos conseguido sobrevivir. Pareces cansada, me alegro de que haya más personas que no porten ese maldito virus.

Y en mi pensamiento sólo hay una cosa: Habrá sobrevivido Sara al virus, ¿Porque los abandone?

Y claro rápidamente pregunto a la nueva inquilina del taller: ¿Has visto ha algún otro superviviente?

Encantada, yo soy Claire -repito mientras me dejo caer en el suelo, quitándome la bota que me queda y mirándome los magullados pies -lo siento, no he visto a nadie, a nadie vivo al menos ¿y vosotros?

"Yo soy Leo. Gusto en conocerte, Claire" - los ánimos del joven parecen aumentar a medida que llega otro superviviente - "Disculpen chicos, dejé sola a la Señora Tempel revisando la fosa para autos. Iré a ver si necesita ayuda" - dedica una sincera sonrisa a los allí prensentes y vuelve a su tarea de buscar elementos que les sean útiles en el futuro. Se aleja repasando en voz baja, confeccionando una lista mental de lo que pueden llegar a necesitar - "Linternas, baterias ... comida sin duda ... armas" - "¿Que dices Leo? ¿qué clase de armas puede haber en un taller?" - sigue repasando - "abrigo, herramientas varias"

Comprobando la zona, descubrís que no parece haber peligro aparente en el taller. Y, de pronto, escucháis un ruido.

Cuando vais a comprobar de donde procede, os encontráis con una sorpresa.

¡Guau! - ladró el perro mientras movía el rabo con energía.

En su collar traía un nombre escrito: "Laguna".

Mientras reviso todo lo que podemos utilizar del taller (ya sea para defendernos o protegernos) escucho el sonido de un ladrido, extrañado rápidamente me dirijo a la procedencia del sonido y veo la silueta de un Husky. -Parece ser que tenemos otro superviviente.-

Después de cerciorarme que no muestra indicios de haber sido infectado, acaricio al animal y leo que en el collar pone "Laguna". Hola Laguna, buen chico, aquí estarás a salvo.

Mueve la cola con entusiasmo, acercándose lo mas posible a Lucas para que lo acaricie.

"¿Está todo bien? ¿Pero qué...?" - Leo se sorprende al ver a Lucas con un perro - "Lindo pichicho. Me encantan los siberianos ¿Es de alguno de ustedes?" - pregunta, agachándose en cuclillas delante del perro, pero sin tocarlo - "¿Creen que sepa diferenciarnos de aquellos infectados?"

Ante el ruido de pasos en el exterior, dejo a Leo yendo a investigar mientras repaso otra vez el sitio donde me he quedado traspuesta hace un ratito de nada. Viendo que tarda en volver, desando el camino a paso tranquilo, ya que si no he oido gritos debe de ser por que todo va bien. O eso creía, cuando oigo un ladrido resonar en el edificio, por lo que aprieto un poco el paso para encontrarme con otra superviviente más en nuestro pequeño colectivo... y con un perro.

-Vaya, veo que no somos los únicos que hemos encontrado aquí un sitio apacible. Muchacha, un placer, soy la señora Tempel, pero puedes llamarme Tricia. -Digo sonriendo, repasando su aspecto hasta reparar en que le falta uno de los zapatos. -Oh, pero mi chica, ¿qué te ha pasado? No es mucho, pero si quieres te puedo dejar mis zapatillas de estar por casa... -y entonces suelto una pequeña risita, pensando en lo mucho que llevo sin estar en mi casa. Porque, desde luego, el asilo no era para nada mi casa. -No creo que te fallen de número -rebusco en mi bolso hasta sacar unas zapatillas algo gastadas por el uso-, pero siempre puedes doblarles el talón y serán mejor que ir descalza por ahí. -Y luego me vuelvo a Leo. -Mio no es, pero quién sabe si su dueño seguirá entre nosotros... o entre las cosas que hay ahí fuera.

"¡Ufff, bueno! El edificio parece ser seguro. Por lo menos no he visto algún zombie adentro y las puertas y ventanas parecen no haber sido violadas" - Leo se reclina sobre el asiento de unos de los autos. Lleva más de una semana sin poder descansar adecuadamente y por primera vez siente que podrá hacerlo - "Chicos, no se ustedes, pero yo estoy bastante cansado. Si sigo así pronto me confundirán con ellos jaja" - dice, tratatando de distenderse poco y añadir su cuota de humor al grupo -"Me recostaré aquí por un rato. Avísenme si me necesitan para algo" - apoya la cabeza en el asiento, tomándose el hombro derecho con una ligera mueca de molestia y dolor. Evidentemente no fue fácil llegar hasta aquí.      

Deberíamos tapar las ventanas con planchas de hierro o cualquier otra cosa, siempre nos protegerá en el caso que rompan los cristales. ¿Alguien me ayuda? Miro a Laguna. ¡Vamos chico!.

Vuelve la familia a mis pensamientos, Ha David le hubiera gustado Laguna, la mirada se me entristece unos minutos.

¡Vamos chico!

Estaba casi dormido cuando escucha a Lucas hablarle al perro. Se incorpora rápidamente y no puede evitar darse la frente contra el marco de la puerta - "¡Estemmm!" - no sabe si el golpe existió o no, solo tiene una sensación en la cabeza - "¿Planchar las ventanas con tapas de hierro?" - de más está decir que Leo está más sumergido en el plano de los sueños que en el real. Se le confunden las palabras en su mente - "Te ayudo Lucas"

Laguna levanta las orejas cuando siente como Lucas clava su mirada en el y le llama. Acto seguido, corretea a su lado, como queriendo indicarle que está listo para la "acción".

"¡Buen trabajo!" - exclama Leo, una vez que terminan de reforzar las ventanas - "¿Crees que con eso sea suficiente Lucas?" - pregunta el joven a la vez que seca el sudor de su frente con su antebrazo. Acto seguido, se sienta en el suelo usando una pequeña estanteria móvil de herramientas como respaldo. Con su mano izquierda llama al perro - "¡Laguna, Laguna! Buen perro ¿qué andas husmeando ehh?" - saca de su bolsillo un paquete de plástico. Es su interior había un pastelillo semiaplastado. Se lo ofrece al can - "Me pregunto como llegaste hasta aquí" - observa a sus compañeros y acota - "Creo que es una buena señal que este perro haya llegado hasta nosotros"

No creo que sea suficiente pero no hay otra cosa, le digo a Leo con la voz entrecortada por el esfuerzo hecho.

Me siento cerca del grupo. Y mirando a las chicas tristemente les susurro: Es mejor que descansemos todos un poco, deberíamos hacer turnos de guardia por las noches, por si algo intentase entrar aquí. Silvia ¿Te importaría ser la primera, parece que estas más descansada?. 

Muchas gracias señora -digo quitándome la bota restante y colocándome las zapatillas de casa.
No es algo que me pondría para una pasarela pero ¿que importa ahora? mi carrera de modelo ha acabado, igual que la vida que conocía.

Me dispongo a darle conversación a la anciana cuando veo al precioso perro, un husky, el único perro al que tolero y que me parece encantador. Rápidamente corro hacia él y comienzo a acariciarlo con las dos manos -chico, bonito, eres una preciosidad, que cosa más bonita, ¿Laguna?, yo te llamaré señor nieve, Don Nieve -le digo con apremio mientras toco su precioso pelaje -seguro que antes ganabas campeonatos de perros ¿verdad chico? ven, vamos a buscarte algo para comer y beber, Don Nieve no puede pasar hambre.

Conforme busco por el taller algo de comer para el perro escucho como Lucas pide establecer un sistema de turnos -Me parece buena idea, yo vigilaré junto a Don Mordiscos, junto a Laguna, si os parece bien

Leo observa con una sonrisa a Claire y Laguna - "Eso es...tenemos que tener nuestras mentes ocupadas" - "Con que Don Nieve ¿ehh? Jaja, suena bien" - Nota que Silvia está callada y algo apartada del resto. Quizás solo esté cansada, triste o asustada, o una mezcla de todo. Leo se dirige hacía ella y se sienta a su lado. Piensa en algún tema de conversación para distraer a la muchacha y hacerla olvidar por un momento de la pesadilla que están viviendo - "Hasta Don Nieve ha dicho por el momento más palabras que tu ¿no te parece un lindo nombre el que le ha dado Claire? ¡Don Nieve! Refrescante para este clima cálido"   

DÍA 1 - TURNO DE DÍA

Un nuevo día comenzaba para vosotros, pero no era uno cualquiera. Era el primero de ocho largos días, suponiendo que lograrais sobrevivir tanto tiempo... Sabíais que muchos de los que estaban ahora con vosotros no lo lograrían, pero no podíais pensar en eso, no ahora. Aún había mucho que hacer.

Esto tan solo era el inicio, el comienzo de vuestra aventura. Vuestra aventura en "Zombies World"

Leo se despierta sobresaltado. No sabe a que hora se había quedado dormido. La tenue luz del Sol que se filtraba por una de las ventanas reflejaba en el espejo retrovisor de uno de los automóviles directo a su cara - "¡Uuuaaahhh!" - se incorpora y se despereza, estirando sus músculos aletargados  - "Mna mna" - tiene la boca reseca, por lo que lo primero que su cuerpo le pide es agua - "¿He dormido mucho?"  - pregunta a sus compañeros - "Bueno, no importa. Supongo que habrá mucho por hacer y deberemos aprovechar el mayor tiempo posible mientras aún sea de día" - se acerca a una de las ventanas y mira - "¿Hace mucho que amaneció?"