Partida Rol por web

Mientras miro el amanecer después de hacer el último turno, sigo pensando en mi mujer, un pensamiento que no cesa ¿Donde estas Sara? ¿Estas viva?. La gente que me acompañaba en el taller se iban despertando poco a poco, el más madrugador fue Leo. Buenos Días, tranquilo acaba de amanecer.

La noche había sido placida, ni rastro de gente ni de zombies, no creo que durase mucho esta situación, en la radio no paraban de repetir que nos sacarían de allí transcurridos ocho días. No se si será verdad pero tengo que sobrevivir para saberlo, no quiero acabar de esta manera.

Los sonidos a su alrededor despiertan a Silvia, y recuperando la conciencia busca algún peligro. Despertarse cada mañana en un mundo tan peligroso no le permite relajarse. Afortunadamente la noche le fue bien, ayudo en las guardias y después pudo acostarse dentro de uno de los coches. No era lo ideal, pero en peores sitios se tenía que refugiar la gente. Parece que había encontrado un sitio seguro.....de momento.

-Ya puestos.....¿hay algo de comer por aquí?, me encantaría tomar un café.

El perro había traido un punto de tranquilidad adicional al taller, que como bien dijeron era claro que si el can andaba por ahí no debía de haber muchas cosas de esas, pero tal pensamiento no me impidió que a la hora de dormir volviese a encerrarme en el armario en el que había amanecido unas horas antes.

En la oscuridad, abro los ojos lentamente, cerciorándome que todo sigue igual. Una vez que es así, compruebo todo mi equipaje y salgo del sitio, buscando a los compañeros que hice ayer, hasta encontrármelos por ahí charlando.

-Ay, muchacha... un café no sé, pero yo ya no recuerdo cuándo tomé un té por última vez, y por desgracia mucho me temo que el tiempo hasta que encuentre otro va a alargarse bastante. -Paso la mirada por todos. -Aunque estaría bien echar un vistazo por la zona para ver si encontramos algo donde ayer no miramos, quién sabe si podría haber comida o algo así... y quizá nuestros dos fuertes chicos podrían tratar de bloquear accesos o acciones de ese tipo, que tengo entendido que funcionan muy bien para impedir el paso de esas cosas que se pululan por el exterior. -Tomo asiento en la parte frontal de un vehículo a medio reparar, esperando a ver qué quieren hacer mis compañeros, y si aparecerá la otra chica.

-Barricadas.......puede que ayuden algo, pero a la hora de la verdad son las personas puras las que tienen que dar el paso para vencer a esos engendros de fuera. De todos modos, esto es un taller, habrá herramientas.

Me levanto y lo primero que hago es permanecer callada mientras acaricio Don Nieve. Escucho a mis compañeros hablar mientras observo mis ropas raídas y rotas, antaño prendas de última moda y de alto coste.

La verdad es que yo salí de mi casa porque me estaba quedando sin comida. Iba hacia el centro comercial cuando os encontré. Creo que sería buena idea que cojamos alguno de estos vehículos y viajemos hacia allí. Seguro que encontramos comida y puede que a algún grupo de supervivientes ¿que me decís? -pregunto al resto de supervivientes mientras me humedezco el labio inferior, seco tras tantas horas de sueño -también podríamos ir a algún bar cercano ¿vienes conmigo Don Nieve?

"No quiero decidir por nadie, pero lo que sea que hagamos deberiamos de permanecer juntos. De esa manera tendremos más chances de sobrevivir" - dice Leo al escuchar las opiniones de sus compañeros - "Debemos evaluar la posibilidad de que aquí no haya suficiente alimento para todos nosotros y quizás se acabe antes de los ocho días. También debemos pensar que tal vez tarden más tiempo en rescatarnos. Tendremos que racionar al máximo nuestros recursos" - Investiga más minuciosamente los baules y las guanteras de los autos, esperando encontrar comida o armas - "Creo que no sería buena idea separarnos"

Me parece buena idea Leo, yo iré al centro comercial ¿quien viene conmigo? -pregunto mientras me estiro preparándome para partir cuanto antes, aprovechando la luz del día.

Estoy contigo Leo. No me agradaba mucho dejar el taller, salir podría suponer la muerte y un día más en el taller era un día más con la esperanza de encontrar a mi esposa. Ayer estuvimos asegurando las ventanas y puertas con el material que encontramos. ¿Qué os parece si intentamos preparar un vehículo que funcione para salir del taller con la mayor opción de supervivencia?.

Miro al grupo en espera de una contestación, nuestras vidas están en juego y no puedo decidir por la vida de nadie más, ya lo hice una vez y me arrepentiré toda la vida.

Si no tenemos alimentos moriremos. Además, muchos hemos perdido a seres queridos y puede que algunos de ellos se hayan refugiado en el lugar más grande, el centro comercial -respondo con algo de cabezonería. Doy un par de pasos hacia Leo y toco el hombro del chico mientras lo miro fijamente a los ojos a pocos centímetros de distancia, cara a cara.

Leo, por favor, ven conmigo, no me dejes sola, estoy segura de que encontraremos muchas cosas útiles en el centro comercial y que allí será más fácil que nos protejamos de los zombis. Por favor, me dan tanto miedo -le suplico al fuerte chico, dejando ver mi debilidad, mi impotencia.

Claire abandona el taller.

Una nueva superviviente llega al lugar.

"Vaya chicos ¿porqué tanta urgencia en llegar al centro comercial? Quizás sepa algo que nosotros no ¿no creen?" - expresa Leo, extrañado ante la abrupta partida de Claire - "De todas maneras, creo que lo que mencionó Lucas es lo más sensato. Preparar un transporte que nos brinde la mayor protección posible antes de abandonar este sitio" - cuando se dirigía a cerrar la puerta que imprudentemente dejó abierta la muchacha al partir, una mano la abre muy rápidamente. Leo tensa los músculos y se prepara para enfrentar lo que podía ser el ataque de un zombie. Para sorpresa de todos, otra superviviente ha llegado al taller - "¡Ufff señorita! Veo que cada uno de ustedes solo sobrevivió para tratar de dejarme seco en el sitio" - dice a la joven extraña mientras señala a la Señora Tempel, quien le arrió un buen susto al salir del armario la noche anterior - "Entra rápido. Es seguro aquí"

Laguna se acerca a Alicia, la recién llegada, y la olisquea mientras menea el rabo con rapidez. Parece un perro muy sociable.

Viendo que la muchacha está empeñada en abandonarnos, por un momento me planteo seguirla en búsqueda de la comida. Sin embargo, en última instancia decido quedarme aquí, pues de momento el lugar no me ha dado muestras de decepcionarme. Y poco tiempo después de que la chica se vaya, otra llega al lugar viniendo de quién sabe dónde. Pero al fin y al cabo, así son siempre las zonas con supervivientes, un movimiento constante de idas y venidas.

-Parece que tenemos nueva compañía, bienvenida muchacha, yo soy Tricia. A mí no se me da nada bien la mecánica, como comprendereis, pero aun así voy a tratar de buscar un poco más por si se diese el caso de que encuentro algo de utilidad, ¿sí? Y si quereis tratar de arreglar un coche, la verdad es que nunca está de más, aunque al final se les acaba la gasolina y hacen bastante ruido.

Dicho eso, me pongo a inspeccionar en otro paseo el taller, llevando conmigo mis fieles agujas. Cualquier cosa puede ser de utilidad, y quién sabe qué podemos encontrar en un lugar como este. Herramientas desde luego, y tal vez una máquina de comida que haya pasado desapercibida, o quizá una tetera con provisiones...

La búsqueda del día anterior, finalmente tiene su recompensa...

Objetos encontrados en el Taller - Turno 1

-Comida x4

-Palo x2 (+1 a las tiradas de combate. Se rompe con facilidad).

-Ropa acolchada x2 (Absorbe ligeramente los golpes. -1 a la tirada de combate del rival).

-Herramientas (Hacer barricadas, reparar cosas rotas… Pueden tener muchas utilidades).

-Pieza RT45 (Algo raro, parece que es una pieza del motor de un coche o algo así...)

-¿Esto es todo lo que hemos podido reunir?, no puede ser todo. Visto lo que tenemos, va a ser complicado, pero lo que más me preocupa de todo es quien es esta nueva chica.

Con una expresión de satisfacción observo el montón de objetos que hemos acabado encontrando, que es bastante más de lo que he podido reunir en muchos otros sitios, aunque fuese trabajando yo sola. Y todo ello sin encontrar rastro alguno de muerto viviente, que también es un dato muy a favor.

-Al menos es mejor que nada. -Digo respondiéndole a Silvia. -Y tampoco es que esperase encontrar mucha comida por aquí, aunque pensé que habría más herramientas. Seguro que la muchacha que se fue ahora estará rodeada de comida, si es que en todo este tiempo no han vaciado ya el centro comercial. -Y una vez dicho todo eso, ni corta ni perezosa me acerco al montón de cosas que hemos encontrado y me apropio de una ración de comida, dispuesta a saciar el apetito. -Eso, chica nueva, ¿no sabe que es una descortesía no presentarse siquiera?