Asentí con la cabeza cuando me contestó la pregunta del bautismo. Pensaba que era demasiado extremista lo que hablaba, pero no quería molestarle dejando ver lo extraño que me parecía todo de lo que hablaba. Así que opté por seguirle la corriente y, esto sí que me salía de manera natural, mostrándole mi curiosidad al respecto. Después de todo, aunque no podía entender su forma de pensar, sí me llamaba la atención.
—¡Vaya! —exclamé—. ¿Y la penitencia? ¿Qué hay que hacer para estar bautizada por completo?
Si no era nada especialmente importante, podría intentar hacer el paripé de bautizarme. Total, si así estaban más contento... porque, si nos negábamos, presentía que nos buscaríamos su enemistad por mucho tiempo. No parecían ser personas que toleraran un no a sus costumbres religiosas.
Ya, cuando estuvimos un poco más a solas*, y escuché la idea de Gaspar, asentí con la cabeza.
—Sí, no tenemos por qué ir todos —contesté—. De hecho... no tenemos por qué entrar nadie. Mi brazo está bien, no duele...
De vez en cuando sí que dolía, pero sabía que ellos estaban más preocupados por mí de lo que de verdad deberían estarlo. Todo esto de ir al monasterio lo hacían por mí... estaba segura que, si no me hubiera partido el brazo, ahora mismo estaríamos bien lejos.
Motivo: Agudeza
Tirada: 2d6
Resultado: 9(+8)=17
*Estelvio aún sigue con nosotros incluso si montamos en la Pulga, ¿no?; así que lo he puesto como que aprovecho un momento en el que él este distraído o algo así para contestarle a Gaspar.
En cuanto a lo de ir en la Pulga, yo voto por ello. No es plan de dejarla lejos y que luego tengamos que ir a buscarla si tenemos que salir por patas.
Ya habíamos decidido ir y dentro de lo que cabe, que sean solo tres nos beneficiaba. Si estaban realmente locos, como yo creía que estaban, escapar de tres individuos era más fácil que escapar de una comunidad con guardias.
Debíamos llevar la pulga pues era nuestra única ventaja a la hora de escapar. Dudaba que tuviesen muchos caballos pues, de ser así, no se habrían tomado tan mal la perdida de uno de ellos.
Según yo lo veo, son un grupo de tres tipos que han perdido el juicio. Tratar con locos no es fácil, pero imagino que se trata solo de seguirles el juego. Si quieren bautismo, nos bautizaremos, si quieren información, se la daremos. Y si quieren algo mas de nosotros, mataremos el caballo que les queda y saldremos a toda velocidad con la pulga. Por mas que me pese matar a una de esas criaturas.
Estaremos juntos. Juntos somos más fuertes. Y deberíamos ir en la Pulga, a Sunhee no le ira nada bien una caminata ahora mismo. Necesita descansar.
Lo que dice Gaspar de ir separados no tiene ni pies ni cabeza, ¿Por qué lo habrá dicho?
Habla Jose, y me invaden unas ganas irrefrenables de darle un cabezazo en la nariz. ¿A mí me vas a dar órdenes tú?
Si es cierto que solo son 3, podríamos matarlos y dispondríamos de un monasterio bien protegido, huerto, caballos... Esto me empieza a gustar.
Cuéntame Estelvio, si guardáis la frontera, ¿tenéis una cadena de puestos fronterizos? Supongo que sois solo tres porque seréis toda una cadena de eslabones protectores conectados ...
Mientras hablo, tiendo la mano hacia delante invitándole a entrar conmigo en la Pulga. Miro con intención a Gaspar muy seria, para que conduzca pero que se mantenga muy alerta. Abro la puerta y espero al lado a que entre Estelvio atrás conmigo. Cuando Estelvio mira la Pulga y se adelanta, aprovecho que no me ve para señalarme los dos ojos con una mano mirando a Gaspar. VIGILA - le digo con los labios sin pronunciar palabra.
Sé que con Jose no puedo contar si pasa algo, y ahora con Sunhee tampoco. Estamos muy vendidos y tenemos que ser extra precavidos.
Sentaos vosotros, Jose, Estelvio. Yo me sentaré frente a vosotros en el suelo. Así podemos charlar.
Me siento con las piernas cruzadas en el espacio que queda entre las dos filas de asientos, esperando a que suban. No me iba a sentar a su lado ni soñando, quería tenerlo bien vigilado.
Estoy deseando que entren en la Pulga para partir, y empezar el interrogatorio, y esta nueva aventura.
Perdón por el doble post!
El viaje transcurre tranquilo. Gaspar conduce despacio, y aún así no evita rozar con otro coche que hay en la carretera, dañando todo un lateral de la Pulga. El Monasterio no está lejos, y en unos diez minutos estáis ahí. Mientras tanto la conversación a bordo continúa.
Motivo: Gaspar conduce Pulga
Tirada: 2d6
Dificultad: 15+
Resultado: 4(+10)=14 (Fracaso)
Motivo: Pulga problema exterior
Tirada: 1d6
Resultado: 4
Hago la Tirada de Conducir por Gaspar, por ir avanzando: -1Combustible y +1 daño en la carrocería.
Me parece muy raro lo que propone Gaspar, de separarse, unos quedarse aquí, otro ir, es como si no confiaran en nosotros, lo cual es normal, yo tampoco confío mucho en ellos, pero... cuando dice que Nara podría sacarles miro a Nara, evaluándola, calculando su potencial. Miro su arco, su machete, sus brazos, no parece tan fuerte... su chaleco y sus botas me llaman la atención, parece alguien que se ha preparado a conciencia para pelear, tendré cuidado con ella.
Sunhee está herida, y aunque dice que está bien, veo su cara de dolor con cada bache en el asfalto: - La penitencia dependerá de vuestra confesión y de lo que os imponga el Abad. -digo escuetamente- Y para el bautizo, es un ritual largo, sobretodo cuando ya se es adulto. Mañana tendremos tiempo de hablar de ello, o esta noche en la cena.
Cuando Jose dice lo de estar juntos, y además se preocupa por su compañera herida, empiezo a sentir cierta simpatía hacia él. Empiezo a suponer que su numerito del acertijo no ha sido más que fruto de los nervios por hablar con alguien desconocido en años. También le observo detenidamente. Lleva un bordón, un casco fabricado con no sé qué, un cuchillo de cocina... parece haberse preparado apresuradamente para cualquier cosa, sin mucho tino. Es voluntarioso, y no parece ser alguien a quien le guste el exterior demasiado; estoy seguro de que aprecia la seguridad de unos muros.
A Nara: - En efecto, formamos parte de una red de monasterios. El nuestro es muy pequeño, un sencillo puesto fronterizo, nuestra función es vigilar, observar...
Montamos al vehículo, estoy entusiasmado. ¡Funciona! Han hecho de él su hogar. Son nómadas, a la deriva por este mundo plagado de horrores. Y lo que es más sorprendente, en él han atravesado la frontera. - ¿Qué es la Pulga? ¿Esta furgoneta? Jajaja -río sinceramente, me hace gracia la ocurrencia de los chicos. Una vez sentados voy dando indicaciones a Gaspar, hasta que en un momento dado, exclamo, sonriendo: - ¡AHÍ ESTÁ! ¡El Monasterio de Páramos!
Motivo: Agudeza de Nara
Tirada: 2d6
Resultado: 7(+6)=13
Hago la tirada de Agudeza de Nara.
Notas que a Estelvio empiezas a caerle mejor. Durante el corto trayecto se dirige a ti sin burlas. Observa mucho a Nara y a Gaspar.
Esta información es por tu tirada de Agudeza.
Estelvio no deja de mirarte durante todo el corto trayecto. Parece simpatizar con Jose.
Esta información es por tu tirada de Agudeza.
Estelvio claramente simpatiza con Jose. No sabes si Jose está actuando o si realmente piensa lo que dice. ¿Se unirá a ellos? ¿Aprovechará la primera oportunidad de quedarse en un lugar seguro? Estelvio habla con Jose amigablemente. Sin embargo con Nara parece más distante, al igual que con Gaspar. El camino es directo al Monasterio, sin rodeos, no os quiere distraer para perderos, os lleva directamente, sin perder mucho el tiempo.
Esta información es por tu tirada de Agudeza.
Jose parece que se hace amiguito de Estelvio. Empiezan a congeniar muy bien, y el monje parece tenerle cierto aprecio. Crees que vuestro compañero os puede vender en cualquier momento. Estelvio está sentado justo detrás de ti en la Pulga, así que sólo puedes verle por el retrovisor, momentáneamente. No te fías. Algo anda mal...
Esta información es por tu tirada de Agudeza. Lo de la Pifia lo resolveremos más tarde.
PIFIA de Gaspar: Estelvio, sentado justo detrás de él, le ha robado los mapas de carreteras sin que se de cuenta.