Partida Rol por web

Quizá asentarnos en una granja segura no sea una idea tan descabellada... Podemos ir en dirección a las granjas y además buscar a Luska. ¿Qué os parece?

Mientras hablo, no dejo de mirar alrededor por si vienen siguiendo el rastro del humo o las huellas de la Pulga.

El brazo me dolía un poquito, pero no era ni de lejos como me dolía antes. Estaba mejorando, aunque aún le faltaba mucho para sanar, eso estaba claro. En cualquier caso, iba siendo hora de cambiar de venda...

—Jose, ¿podrías revisarme esto? —le pregunté a mi compañero.

En cuanto a la dirección que tomar, estaba con Nara. Vivir de granjeros no estaba mal y... después de todo, era el consejo que nos había dado nuestra nueva amiga.

—Luska dijo que fuéramos en dirección A Torre, y que por nada tomáramos el desvío de la derecha. Así que... ¡voto por la izquierda! —luego miré divertida a Nara—. ¡Podríamos plantar estas cositas que hemos conseguido y hacernos nuestro propio huerto! ¡Y con la guitarra cantar rancheras súper chulas! ¡Qué guay!

En realidad, me hacía ilusión. Aunque, visto lo visto, igual tendríamos que esconder bien a La Pulga cuando nos asentáramos. Estábamos cerca aún del Páramo...

- Seeee, voto por las rancheras - mis compañeras tienen razón. Además hacia allí van las huellas que vi. Pongo nuevamente en marcha La Pulga y tomamos el camino de la izquierda.

Estoy de acuerdo. Aunque debo añadir que vamos a tener que abandonar la pulga en algún momento. Esconderla no será suficiente. Deja huellas muy poco comunes a día de hoy.

Y si tenemos que abandonarla sería mejor hacerlo en un cruce de caminos. Al menos tendrán la duda sobre que camino hemos elegido.

De todos modos, si soy sincero, creo que deberíamos emboscar a esos cabrones y matarlos. Así ya no habrá ningún frater vivo que relacione la pulga y los asesinatos con nosotros.

La verdad es que estaba deseando enseñarles que no existe Dios alguno. Que mi guadaña es la única verdad y que gran sonrisa será lo más amable que vean al morir.

Pero eso no quita que nos persiguen para matarnos. Lo sabemos después de lo visto en el monasterio. Y que matarlos a ellos sería pura defensa preventiva.

Mientras ya avanzábamos por el camino de la izquierda acelerando y dejando rastros de humo, respondí a Jose.

Abandonar la Pulga me parece un desperdicio y una temeridad. Es nuestro hogar y nuestra seguridad, nuestra vía de escape. Gaspar, seguro que no quieres regalarles la Pulga a esos hijos de puta, ¿Verdad? La esconderemos bien cuando encontremos nuestro hogar y borraremos las huellas. Ya pensaremos algo.

Dejé una pausa...

Respecto a tu fantasía de la emboscada, Sunhee está herida y no puede luchar, tú contra un tío cómo André durarias 3 segundos, y no estoy dispuesta a arriesgarnos a luchar Gaspar y yo contra 3 jinetes a caballo, armados.

Si los matamos... No tendremos que esconderla mi abandonarla. Todos lo sabéis, aunque no queráis pensar en ello. 

Si desaparecen, otros monjes partirán a buscarlos, Jose.

Le miré duramente intentando hacerle entrar en razón.

Si. Los buscaran. Pero no nos buscaran a nosotros.
Ahora SI nos buscan a nosotros. ¿Puedes ver la diferencia verdad?
No habrá sitio donde podamos escondernos de los frateres.
No importa donde vayamos. Nos pararan de buscar a los cuatro jóvenes de la furgoneta.
Ahora somos unos pecadores nivel máximo para esta gentuza.
Pero mira... yo no voy a insistir mas. Ya os cansareis de equivocaros.
No estamos en el refugio. Aquí fuera o matas... o te matan.

Debemos escapar sin dejar ningún indicio que nos relacione con el monasterio. Ya es bastante que Luska lo sabe y, de hecho, los ha traido a nosotros. Si Luska no se hubiera marchado con vida estos tios no estarían tras nuestros pasos. Es un error que no volveré a cometer. No la culpo, es lógico que lo contase bajo presión, pero es la realidad.

Vamos a morir porque estaís jugando con reglas que ellos no respetan ni siguen.

Lo muertos no hablan Nara.

Gaspar gira a la izquierda.