Partida Rol por web

Grurlk siente el impacto de la flecha en su espalda y, sin preocuparse por si esta ha conseguido atravesar la cota de malla o no, se da la vuelta y le increpa a los arqueros:

- ¿ZE PUEDE ZABED QUE HACÉIZ TIDAPALITOZ? YO ZOY VEDDE...¡¡ A LOZ QUE TENÉIZ QUE DIZPADAD EZ A LOZ QUE ZON DOZAZ!! -

- Pedo... podqué? - Kamtrak deja de disparar, pero observa asombrado a Bolwok sin entender porque le pide que deje de conseguir comida para la horda

- Zi ze tedminan de ezcapad no poddemos comedloz - analiza con su simple lógica goblin - Y ezoz, pod lo menoz, no eztan todoz quemadoz -

De la dirección donde todos miran, tras el humo y las llmas una especie de espectro aparece, moribundo, seco como una espátula.

El goblirillo aparece arrastrándose. Al ver a un goblin los ojos casi le lloran, aunque puede ser por el humo mas que por ver a sus posibles ejecutores.

¿Dónde oz metiztéiz en el bozque? Zeguí dudante hodaz a eze humano. Cgeí que eda una embozcada que lez eztabaiz pgepadando. Pod ezo me oculté. - Miente tratando de explicar su miedo. - Pod fin oz encuentgo.

Hazto seguido se derrumba sobre el suelo carbonizado.

Yoda guarda la flecha en el carcaj y observa como los humanos corren mientras el olor a carne quemada impregna sus pulmones.

Me guzta ed odor a karne kemada dezpuez de pegadnos

-Ta mejo si la muerdez, el olor se queda en la lengua y da gustito.-Le respondio a Yoda, mordisqueando la pantorrilla de algun viejo arrugado.

No se percato de la llegada de raro y extraño goblinoide, pero tampoco se enteraba mucho de lo que pasaba a su alrededor, ahora estaba mas entretenido un limar su dentadura.

Sobre un manto de sangre, cadáveres y fuego, lo que queda de la horda celebra la victoria. Una victoria agridulce. Desde luego, la sed de sangre de sus miembros ha sido saciada, pero el botín es escaso. La mayor parte, ha sido consumido por las llamas. Lo que queda, difícilmente podrá solucionar el problema de abastecimiento del clan.

Chiwik se sienta sobre el cadaver de un humano y mira la desolación que hay a su alrededor. Otra batalla de la que, contra todo pronóstico, sale vivo.

- Loz diozez eztaban con nozotroz...

Después hace un inventario de lo que ha quedado: insuficiente para alimentar a la horda. Volviéndose hacia Bolwock pregunta:

- ¿Que hacemoz ahora? ¿Volvemoz para laz cavernaz con lo poco que podamoz arrapiñar o vamoz a ver zi hay granjaz en loz alrededorez que zaquear? 

El pequeño verde, miraba a un lado y a otro, mientras sus orejas mas lentas lo seguian dandole pequeños tortazos. Finalmente miro donde la gran mayoria estaba reunidos y se hacerco a ellos.
-Etto... Feje, digo Jefe, y el noble y sus ¿viandas?-Los demas lo miraron con extraña mirada al escuchar sus palabras y asustado rectifico.-Quiero decir...¿Y el duque eze y su comida? ¿No deberiamoz bucarlo? ¿Ademaz quien empezo el fuego eze que noz impedia entrar?-Sin descanso el pequeño jinete cosio a preguntas a uno de sus superiores.

¡EMOZ GAMADO!¡JA, JA, JA! - se ríe yoda mientras observa como se quema la aldea y huyen los miserables humanos.

Kamtrak se pasea orgulloso por el pueblo quemado mientras felicita a sus (pocos) arqueros sobrevivientes - Zi, yo lez dije, con nueztraz flechaz hizimoz la difedencia -

Sacando pecho, feliz de seguir vivo, se acerca al capitán y ofrece - Zi quiedez, puedez volved pada llevad ezto a la tdibu, loz adquedoz podemoz pdotegedte mientraz loz lanzedoz y jinetez ze ocupan de buzcad a eze duque... y maz comida -

Como de costumbre, su propia integridad física juega un papel preponderante en la asignación de tareas que propone - Azí el dey decibe lo que ya conseguimoz y le cuentaz que bien noz didigistez... y no dejamoz que ezoz humanoz ze pdepaden pada devolvednoz el ataque -

Grurkl se sienta a descansar en mitad de la destrucción. Por un momento se siente tentado de tirarle un bocado a la pierna de una humana que está cerca... pero lo deja pasar. No es por solidaridad con los goblins de la cueva, que va, es que el grandullón se esperaba una batalla más gloriosa y la decepción le ha quitado el apetito (por ahora). Cuando llega a sus verdes orejas la voz de su sargento proponiendo seguir con la carnicería se levanta y se acerca a los demás con la esperanza de que les dejen masacrar un poco más.

Bolwock sopesa si es conveniente seguir con la persecución. Ya han tentado mucho a la suerte y los hombres del duque van bien pertrechados. Finalmente decide aceptar la sugerencia de Chiwick:

- Dezcanzad un rato. Luego buscaremos comida en los alrededores.

El encapuchado coloca su espada en alto y observa el goteo constante de sangre humana. Después de lamer la hoja, la envaina y se sienta a descansar.

Aquello eran buenas noticias, y eso sí que le abría el apetito. Para picotear algo s sentó cómodamente en el suelo y cogió la mano cercenada de un niño que tenía cerca y se dedicó a roer los huesecillos de los dedos.

Yoda se tumba en el suelo y empieza a reírse tontamente mientras observa como se quema la ciudad.

Grurkl se levantó la cota de malla un poco para rascarse la barriga dejando a la vista un auténtico planeta verde. Le llamó la atención que algo estaba brotando de la porquería que estaba alojada en el enorme hueco de su ombligo. Era una pequeña plantita que con su dos tímidos cotiledones intentaba abrirse paso en el mundo.

Con curiosidad empezó a escarbar para ver que más se ocultaba allí. Según sacaba terroncillos de suelo bien formado con la uña, unas minúsculas lombrices se retorcían al quedar expuestas a la luz del día. Estaba claro que aquella cavidad lea mucho tiempo sin recibir tanta atención.

Al llegar a los niveles inferiores descubrió una minúscula sociedad de Nabuconodosorcitos que inmediatamente lo declararon como el gran dios verde cuya ira estaba cayendo sobre ellos por ser malvados. Un nabuconodosorcito monto a caballo y emprendió la búsqueda del sagrado hueso de aceituna que se sabía que estaba en algún lugar de aquellos parajes... pero eso es otra historia (u otra partida de rol) y debe ser contada en otro lugar.

Chiwik espera las órdenes de su capitán. Apoyado en un pie, apoyado en el otro, apoyado en la lanza. Se le nota intranquilo...