Partida Rol por web

Hogar dulce hogar. Llegas a tus dependencias en la zona de los barracones. Todo está lleno de artilugios de shaman; calaveras, plumas, atrapasueños,... En el centro de la habitación, sin tocar con ninguna pared, está el catre de Izgur, situado en medio de un pentagrama pintado con sangre, una precaución que aprendiste hace tiempo.

Izgur entra en su pequeña cabaña. Ha comido, ahora sólo le queda beber, así que de un sólo trago se bebe el vaso lleno de barro con agua. Esa mezcla es lo más parecido al alcóhol que beben los humanos que ha podido encontrar, por lo menos por los efectos que le producen en su cerebro.

Tras esto, se prepara para los cambios que deben de estar a punto de ocurrir.
Se pone la gran capa púrpura, los cuernos de jabalí, el gran bastón terminado en piedra preciosa/baratija, los grandes zapatones terminados en punta y el maquillaje blanco y rojo por toda la cara y cuerpo.

Tras todo eso dice brrrrrrrrrr, se golpea la cara y se sienta en su silla. Sólo queda esperar que llegue el gran momento.

La hora de partir ya va llegando. Desde donde estás, no percibes nada extraño.

Curioso. Extraño.

Izgur pone las algas sobre su bola de cristal para que esté presentable. Se calza su piel de shaman por encima y sus tocado de plumas en la cabeza. Su verruga postiza en la mejilla para parecer más guapo, siempre ha sido muy coqueto y se dispone para la gran batalla.

Coge su cayado, su bola de cristal y nada más, puesto que no hay comida y sale de su tienda dispuesto a participar en la contienda ... desde lejos.

¡AL COMBAAAAAAAATE HERMAAAAAANOZZZZ!

pasa a plaza central.