Llegas a los establos. Se trata de una cavidad bastante amplia cavada en la piedra con espacio para unos cuarenta huargos y unos 20 garrapatos; otra prueba de que en el Valle Roto hubo tiempos mejores. En estos momentos se encuentran casi vacíos y huele a excementos de huargo y garrapato de hace días.
Perdona que tardase un poco en abrirte la escena, pero no tenía claro si te dejarían marchar. XD
Irmak se pone a ponerles la comida a sus tres garrapatos, después de limpiarle los restos a Ezte de entre los dientes.
si, yo también he andado liada, así que no creas, me ha ido bien.
;)
Al cabo de un rato, los dientes de Ezte están impolutos y te das cuenta de que ya va siendo la hora convenida para partir.
-Zzzzzzz.... Zzzzzzz..... Zzzzziiii.... Zzziii, zzii, zi! ejem, ejsg! zi zeñor!
Apoyado contra una de las mohosas paredes del establo Irmak se despierta de golpe. Ha recordado la cara del Capi gritándole a formar. Se incorpora, y casi se resbala, pero el cepillo de dientes de sus garrapatos, del tamaño de una escoba grande, le sirve de contrapunto para evitar caerse. Lo deja en un rincón y se pone a trotar hacia fuera, aclarándose la garganta y a paso... bueno, podría ser más ligero.