Aquí iré poniendo resúmenes de lo que va sucediendo en la partida para aquellos que la cojais por la mitad.
PRÓLOGO
El joven Gimlok, gran señor goblin de Valle Roto, se enfrenta a un al mayor problema de su reinado y que afecta a todo su reino. Un reino que en realidad se reduce a un par de kilómetros de cuevas en medio de las desoladas montañas de la cordillera de la Media Luna. El hambre asola Valle Roto. Hace tiempo que no se ven cubos gelatinosos en las cuevas, los hobbits hace mucho que se fueron del Valle Chico, hartos de ser devorados por vosotros, las ratas tampoco abundan y en las cuevas los territorios de caza se han llenado de monstruos que acaban fácilmente con los goblins que aún se atreven a internarse en ellas...la cosa pinta mal. Os las arreglais comiéndoos las últimas setas que tenías en la despensa pero recientemente ha empezado a morir gente repentinamente, lo cual pone en duda el que algunas de ellas sean realmente comestibles.
Sin embargo, han llegado buenas noticias desde el otro lado del valle, donde se halla la pequeña localidad de Hewick. Al parecer, dentro de dos días se celebra la fiesta de la primavera en dicha localidad y este año, la visita del Conde Baldford hará que la fiesta sea una celebración por todo lo alto. Seguro que hay comida en cantidad.
30 guerreros han sido escogidos para hacer una incursión. 30 que habrán de luchar por la supervivencia de la tribu. 30 que se llevan los últimos vívires que quedan, vuestras dos últimas cuadrillas de famélicos garrapatos y vuestros no menos famélicos huargos.
Aunque a los huargos...mejor no acercarse, que ya no es el primer goblin que es devorado por ellos.
LLAMADA A FILAS
Después de enconmendada la misión, Gimlok presentó al capitán Rimmar, el que habría de ser vuestro líder en esta incursión. Después de las presentaciones y de una arenga por parte del Capitán, se ordenó romper filas y se dejaron dos horas para que los miembros de la horda tuvieran tiempo de prepararse, se despidieran de sus familias, etc.
Mientras, Rimmar, acompañado de los mandos de la horda, fueron a la armería para ver de qué material suplementario se podría disponer.
Un puñado de goblins curiosos quisieron seguirlos para ver qué se cocía en la armería, pero varios miembros de los Capuchas Negras, la guardia personal de Gimlok, les cortaron el paso.
Mientras algunos de los goblins intentaban convencer a los guardias, Rimmar llegaba a la armería. Allí fué recibido por Tugin, el armero. La verdad es que el contenido de la armería fué un poco decepcionante. Algunas armaduras viejas, algunas espadas y alguna otra cosa interesante se consiguió, pero quedaba claro que el reino había conocido momentos mejores.
Mientras tanto, los goblins curiosos perdieron la paciencia y se montó una revuelta a consecuencia de la cual, uno de los capuchas negras muere y se forma una revuelta. Varios de los goblins llegan a la armería sedientos de curiosidad y sabedores de que si no llegaban pronto, se quedarían con lo peor.
Entonces todo se convierte en un caos. Goblins corriendo de un lado para otro, peleas en la armería. Tugin temiéndose lo peor, se escapa corriendo. Rimmar manda a uno de sus hombres a por él.
Mientras, la discusión en la armería va subiendo de tono y se produce un altercado entre Irmak, el criador de garrapatos y Rimmar, que acaba con un garrapato mordiéndole el culo a Rimmar.
Finalmente, cuando Rimmar se calma, decide marcharse a sus aposentos. El tiempo va pasando y llega la hora de llamada a filas para partir. Gimlok espera en la plaza central para despedir a sus tropas, pero el capitán no aparece.
Cuando este aparece, algo más tarde de lo acordado, Gimlok decide destituirlo y poner en su puesto a Bolwock, capitán de los capuchas negras y rival suyo. Rimmar acepta su destino humillado.
También hay que destacar que durante estos últimos días se han producido varios ataques de monstruos demoníacos en los túneles inferiores de Valle Roto. Hoy mismo una anciana llegaba gritando contra Gimlok mientras portaba a su hijo en brazos. O mejor dicho, a la mitad que quedaba de él. Cuando los guardias intentaron silenciarla, varios goblins de la horda salieron en su defensa.
Creo que esto es todo por el momento. Los que han jugado desde el principio pueden ayudarme a completar la historia con algún dato importante que se me pueda haber escapado.
Y por cierto, para completar este resumen, podeis visitar las escenas de "los goblins" y "la gruta", donde se explica quien es quien en el Valle Roto.
COMIENZA EL VIAJE
Al atardecer,la horda parte al fin del Valle Roto en dirección a la villa de Hewick. Luego de caminar toda la noche por un estrecho camino que bordea el cañón que forma el río, llegasteis hasta cerca de la costa al amanecer, por lo que decidisteis acampar.
Luego de un rato de estar acampados, aparecieron dos enormes gigantes. Al principio tuvisteis miedo e incluso llegasteis a pensar en atacarlos (e incluso comerlos). Pero el tamaño inconmensurable de las criaturas hacía poco recomendable un ataque directo. Además, se mostraron de lo más amistosas.
Gorik parece el más inteligente de los dos gigantes. Lleva una red y una maza bastante tosca con pinchos. La red se la habeis visto usar para pescar peces en el mar, que se debora como si se tratase de uvas.
Bully parece más tonto y mucho más joven que Gorik. Lleva habitualmente un árbol a modo de arma. Parece que Gorik se preocupa por él bastante.
Luego de conocer vuestro plan, decidieron unirse a vosotros, cosa que gusto a algunos, pero que no es una buena noticia para otros, pues visto el apetito que muestran estos gigantes, quizá sea un problema a la hora del reparto del botín.
Pasais todo el día durmiendo sin problemas y llega el atardecer, con lo que recogeis el campamento y seguís la marcha. Avanzais por una llanura de hierba alta hasta llegar a un lindero del bosque. Bolwock da la orden de rodear el bosque, así que tomais un sendero que trascurre a su alrededor, hasta que llegais a una zona de pastizales y colinas donde encontrais las primeras granjas que augurian que Hewick está cerca.