Partida Rol por web

Por si os sirve de ayuda, os pongo en situación:

Estais en una zona de colinas. Hacia el oeste, a apenas un par de kilómetros, cruzando una gran pradera de hierba baja, queda Hewick. Desde el límite de la zona de colinas se pudisteis ver antes una pista que debe transcurrir más o menos un kilómetro al sur de vuestra posición atravesando la zona de colinas en dirección al bosque. Pero desde donde estais ahora, no veis Hewick, ni el camino, ni la pradera ya que las colinas que están a vuestro alrededor, las ocultan.

Sabeis que hay otros senderos que parten de Hewick en diferentes direcciones pero desde aquí no los sabeis situar.

Al sudeste, comienza la zona de bosque espeso y al este, bosque ligero.

- Bueno... Vamoz hacia allá.

Chiwik comienza a avanzar por las colinas en dirección a Hewick. Su intención es alcanzar el alto de una de las colinas para poder otear el horizonte.

-Jargento, deberíamoj borrar nuejtraj huellaj ji queremoj pajar completamente inadvertidoj.

Dice Yakazi en un arrebato (breve de ingenio) busca una ramita en el suelo y se queda a la cola del grupo, disimulando las huellas del grupo de goblins con un éxito no demasiado exitoso.

-Turú turú, como decía mi mami, nunca dejej para mañana lo que puedaj hacer pajado mañana. Que jabia mujer, fuera quien fuera.

Avanzais en dirección hacia el pueblo. Yakazi va borrando vuestro rastro ayudándose de una rama lo cual ralentiza vuestra velocidad de marcha.  No tardais en llegar hasta la última loma antes de entrar en la pradera desde la cual, ocultos tras su cima, podeis ver que la afluencia de gente a la ciudad es mayor que antes. Podeis distinguir algunos soldados a caballo que se detienen a hablar con algunos campesinos y comerciantes que salen de la ciudad. Por supuesto, es imposible saber qué les están diciendo, pero todos ellos al oír lo que tienen que decirles, dan vuelta hacia el pueblo.

- Umpf... que mala pinta tiene la coza...- susurra Chiwik.

Los soldados van en parejas. Podeis ver en total dos grupos de soldados hablando con la gente y parece que todo aquel al que avisan, se vuelve para el pueblo. Sin embargo, no les da tiempo a avisar a todo el mundo.

Desde aquí no podeis ver accesos secundarios al pueblo. Únicamente el gran portón de madera, pero antes pudisteis ver que el pueblo dispone de otras puertas. Los muros no están pensados para que se puedan apostar guardias. Se trata apenas de una empalizada de troncos clavados en el suelo, pero sí habeis visto las atalayas de vigilancia. En algunas percibís movimiento; otras están demasiado lejos como para estar seguros, pero en cualquier caso desde esta distancia sois incapaces de discernir cuanta gente las ocupa.

La ciudad os lo recuerdo, está rodeada de una llanura de hierba baja. Con suerte, podríais acercaos reptando, pero la escasa protección que os ofrece la hierba hace que sea dificil, casi imposible, no ser detectados.

¡¡¡¡¡EEEEEEEEEEEEECOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!

-No je me ocurre que podemoj hacer jarjento. ¿Cuálej jon juj órdenej?

- Grumf... Mbreg...- Chiwik siempre hacía ruiditos mientras pensaba. Era un proceso complejo. Su viejo ojo de veterano lo veía claramente: aquella sería la última batalla - Volvamoz chicoz... No me hace falta interrogar a nadie para zaber que ha pazado... Loz humanoz zaben que eztamoz en camino y ze preparan...

Algo alicaído, con la lanza casi a rastras, Chiwik retoma el camino hacia el campamento goblin.