Partida Rol por web

Enseñando sus sucios incisivos pues estaba sonriendo, al escuchar su segundo comandante, sento en su animal, palmeando su espalda, alegre.
-¿Vez Zankhus? Ma ezo cazo, Tu amo y zeño es coza fina...

Miro entonces a un lado y a otro cuando el estupido Bolwock les daba ordenes.
-Anda... y ezte... poque da ordenez... va da igual... Pero yo era de que formacion...-Comentaba en voz alta mientras mirada a Xukrutt que parecia estar igual que el.

"Va!! da igua, o me pongo con el zargento MerlMalk ke ez el listo".
Y ni corto ni perezoso se acerco al lado del Sargento Melmak a esperar sus ordenes.
-¡Zuz ordenez!-Se golpeo estupidamente la cabeza saludando.

"Mmmm.. ceo me falta algo..."

La rabia que siente el ex-capitan, humillado y degradado delante de la horda es demasiado para él. Estrella la cabeza contra la pared para sentir, el mundo se había quedado vacío de repente. Se la habían jugado bien. Tantos planes buenos para el futuro, toda una vida, toda una dinastía… Degdadada, que fea palabda.

Aprieta los puños e incorpora su gigantesca mole del suelo. Erguido, se acerca violento a Bolwock y... se pone a su lado - Zi. Mi capitán. Que quierez mi capitan, zeñoz, capitán, Zeñod... - responde en un exabrupto.

Grurkl estaba a punto de contestar a la injusta acusación de Yakazi justo cuando escuchó que se le daba una orden a los lanceros. Se volvió hacia sus compañeros y preguntó rascándose la cabeza :

- ¿La detaguaddia? ¿Y donde ezta ezo? ¿Cedca de laz cocinaz? ¿Pedo no ze zupone que ibamoz a zalid? No entiendo nada.-

¡Deztrozar! ¡Matar! ¡Anikilar! Por fin zalimoz de ezta azkeroza kueva, ke ganaz tenía.

Nipsy coge su arco y lo tensa un par de veces para comprobar si la cuerda del arco está en buenas condiciones. Después saca su espada y da un par de espadazos al aire.

Todo perfekto, eztoy lizto para zalir.

El arquero se sitúa justo detrás de los jinetes, sin perder la formación respecto a sus compañeros.

- Vamoz, ezpecie de trotamundoz verdez, poneoz detráz de loz jinetez, rápido, ¡kuanto antez zalgamoz mejor!

- ¡¡En marcha!! - grita Bolwock mientras camina presto hacia su lugar frente al batallón de arqueros. Su mirada se desvía un instante hacia su antiguo superior, que lo sigue dócilmente. Vuelve la vista al frente y le espeta:
- No me guztan loz pelotaz, Rimmar... ¿ez que no tienez orgullo? Haz perdido el mando de la horda ¿y qué? Ziguez ziendo Capitán... por enzima de todoz zalvo de mi. A partir de ezte momento erez mi conzejero perzonal, mi antiguo cargo. No hagaz que me arrepienta... o loz huargoz tendrán por fin comida en abundanzia y eze garrapato probará algo máz que la carne de tu trazero...

Eztupido Melmak quien diabloz ze cree que ez...
Jauría Ardiente, monta den los huargos y dejad de hazer el eztupido, partamoz a donde dicta nueztro capitán.
Tras eso monsto en mi huargo y me dirijo a la posición.

Chiwik contempla la situación con ojos críticos. En realidad con un único ojo, el que le queda. Después asiente ante las palabras de Bolwock. Ze deja aconzejar... Mmmm... Ezo ez un buen zíntoma para un jefe.... Chiwiki nunca ha querido ascender más allá de su posición. Sabe que a ciertas alturas los cuchillos están más afilados que en otras, pero siempre ha tenido buen ojo (único) para calibrar a sus superiores. Rimmar le parece demasiado impulsivo. Bulwock demasiado siniestro. Pero la combinación de ambos podría funcionar. Podría funcionar.

- Zi zeñor... Lanzeroz, ya habeiz oído... Todoz para atraz... Para detraz de loz arqueroz.- especifica - Yakazi, eztate al cargo mientraz hablo con nueztro comandante.

Hubiera preferido dejar el mando a Grukl, pero entonces Yakazi le habría hecho alguna jugarreta. En realidad Chiwik estaba seguro de que Yakazi se la habría hecho a cualquiera. Así que la mejor manera de evitar un problema es poner el problema al mando. Así está entretenido.

Se aproximo a Bulwock, quedando a un par de pasos por detrás. Cerca para escuchar pero sin agobiar. Los jefes, por algún motivo extraño, necesitan mucho espacio para gesticular.

Ugrum se colocó justo al lado de Grurkl y empezó a babear copiosamente, probablemente debido a que Neu (así se llamaba su media Neurona) estaba en su pausa para el café y no podía regular la actividad de más de tres organos internos y un grupo glandular al mismo tiempo. Desgraciadamente para el mundo, las glándulas salivales no se encontraban dentro de ese espectro de control.

Yoda obedece a su sargento, más que nada porque es lo que hacen sus compañeros...

Irmak, parapetado detrás de Ezte, Eze y Aquel, espera entre ansioso y aliviado.
Con su cota de mallas, su tridente en una mano y la flamante maza nueva en la otra, ofrece una imagen fiera.
zoy un gladiadod, un eztedminadod!!
Pero al parecer nadie se acuerda de los garrapatos, así que se mantiene convenientemente quieto.
Se ríe por lo bajo, aunque refunfuña porque le pica el trasero y no puede rascarse.

-Jiz, jiz, jiz... sgrupfmpfn...grrrfgrugs...jiz, jiz,...grrrr...

Una vez en su puesto, la columna del ejército empieza a moverse. No del todo ordenada, pero algo es algo:
- Loz garrapatoz atraz... - ordena a los criadores, Gommok e Irmak - ...no quiero que ze mezclen con loz lanzeroz. Ezpero que el inzidente de Rimmar zea el último. - El murciélago, tan oscuro como su amo, reposa en su hombro inquieto por la cercanía de las bestias.

El encapuchado se gira y observa complacido que el viejo Chiwick no ha perdido efectividad con la edad. Siempre presto para el servicio. Si tuviera unos años menos, le hubiera propuesto entrar a su servicio... pero eso no tiene importancia ahora. La horda, o lo que quiera que sea este grupo de goblins hambrientos, está obligada a encontrar alimentos o se verá abocada a la extinción. Ya ha ocurrido antes en tribus más poderosas. Hay una cosa que quiere hacer ver al Sargento de infantería.
- Eza beztia bajo tu mando... Ugrum creo... no quiero que corra riezgoz innezezarioz... Puede zernoz de mucha utilidad. Cuídalo bien. - Bolwock conoce más o menos las aptitudes de todos los goblins, y las de Ugrum sobresalen del resto... por arrba y por abajo. Fuerza brutal y cabeza de serrín: una mezcla explosiva - ¿Alguna pregunta? No te marchez aún...
El Capitán se dirige ahora también a Rimmar y Kamtrak:
- ¿Qué zabéiz de la Garra Roja?

Grurkl escuchó atentamente las instrucciones de su sargento. Luego concluyó:

- ¡Ah! Azí que la detaguaddia exz el culo de los adquedos. Tenddé que decoddad ezo. -

Luego, un poco fastidiado porqué no lo han puesto a él al mando, se pone en la formación, pero se le pasa tan pronto como ve llegar a Ugrum:

- Mida yo también tengo una bola-pincho - dice enseñándole su nueva arma y evitando resbalar con un chorro de baba del otro goblin - Poddíamoz zed compañedoz de bola-pincho. -

Levanta una ceja y pregunta sorprendido. - ¡¿La garra roja?! Puez poquito. Zon rebeldez y eztán en contra de Gimlok. - Dice este nombre con retintín estúpido, como cuando los niños imitan con voz de panoli al que les dice una cosa que no les gusta.- Cuando era capi de la horda, antez de que me degda..dadan, bueno. Ahora tu erez mi jefe. ¿Quierez que inveztigue?

- Gaddaz Dojaz? - Kamtrak está azorado. No le gusta ser interrogado y menos si no tiene las respuestas - Ehhh. No zé. Zi zupiera ya lo habdia infodmado. Yo zoy fiel a nuestdro dey Gimlok. No quiedo zabed nada de ezos Gaddaz Dojaz. No, no. Zoy leal, muy leal - completa para que no queden dudas.

Ante la mención de Udrum Chiwik sonríe paternal:

- Ez un gran muchacho... Zolo hay que cuidar que no haga daño a zuz compañeroz por error... Con una armadura y la bola-pincho ez lo peor que lez puede pazar a nueztroz enemigoz... Y zi Grukl eztá cerca de él para cubrirle loz flancoz y evitar que otroz goblinz reciban una hoztia por error creo que tendremoz algo parecido a un equipo ofenzivo. Equipo ofenzivo. Le ezcuché eza palabra una vez a un enano que capturamoz y me guztó mucho. Equipo ofenzivo.- repite para sí con el placer de conocer un término estratégico-militar - Eztoz enanoz zangran un montón pero tienen zuz cozas...

Después, cuando oye la mención de las Garras Rojas su semblante se pone serio:

- Cuando hay alguien en el poder ziempre hay alguien en la zombra conzpirando para quitarle el poder... Azi ez y azí zerá...- satisfecho de su perogrullada Chiwik añade sincero - La verdad ez que no zé nada zobre elloz, zalvo que no zon de loz nueztroz.

Dezconozco laz razonez. Pero tengo que decir que loz ezpírituz no paran de decirme que permanezca en retaguardia aconzejando a laz tropaz antez de entrar en combate.
Loz ezpírituz dizen también que quieren la primera preza como zacrificio para que permanezcan a nueztro lado. No me guzta enfadar a loz ezpírituz, azí que máz vale que obedezcáiz.

¿Compañedoz de bola-pincho?
Ugrum se extrañó ante aquella pregunta. Y es que resulta que Ugrum había tenido pocos compañeros a lo largo de su vida, por no decir ninguno. El problema no era que oliese mal, que lo hacía, ni que fuese tonto, que lo era, en el fondo era todo una cuestión de táctica... o más bien de ausencia de ella: Cuando una persona tiene un "compañero", la coordinación hace del equipo una máquina bien engranada, seguir una táctica aunque sea simple lleva muchas veces a la victoria coordinada de todos sus miembros. Pero al ser Ugrum uno de los engranajes la táctica a emplear consistía en el caos más absoluto: intentar predecir el siguiente movimiento del "compañero" era como intentar dotar de inteligencia a una alpargata gris. Todo esta impredecibilidad desembocaba en el hecho de que el "compañero" de Ugrum tenía que esquivar más veces su arma que la de sus enemigos, lo cual a la larga se convierte en un handicap a la hora de establecer vínculos de unión.
Pero Ugrum tenía fé en sí mismo, le habían dado una oportunidad más y no quería desaprovecharla. En el fondo se sentía solo, aunque tan en el fondo que Neu no alcanzaba a vislumbrarlo siquiera.
Zii, ¿pod qué no?, tu decuedda, cuando te diga ¡Ayva! tu te agachaz
Era un comienzo...

-Hacedme cajo lanceroj, todoj bailar en circuloj

- De acuerdo... podéiz volver a vueztroz pueztoz... - dice Bolwock ondeando la mano para que se retiren. Está claro que nadie hablará. Tendrá que ser él mismo quien lo averigue.