Partida Rol por web

El dolor de Kamal es aliviado gracias a la sabrosa comida de Regina y a un pequeño "truco marinero" de Alonso. Usando algo de ceniza del hogar y mezclandola con su saliva crea un improvisado emplasto que ayuda a cicatrizar la herida bajo la venda que le pone Regina. Mientras comen, Alonso relata su historia. De como fue reclutado en una posada del puerto de Barcelona por un acicalado sirviente acompañado de un gigantón, se os hiela la sangre al saber el mercader que dió ese encargo a Alonso, Guillem Occand. Alonso también relata como llegó a medianoche a la encrucijada y se encontró con los hombres embozados, los monjes de negro, los cuales usaron su superioridad numérica para atacar a traición al espadachín, hiriéndolo y forzándole a huir. El resto de la historia ya la conocéis.

Tras una sabrosa y completa comida de sopa de verduras, pan, aceite y arenques en salmuera. Alonso se queda amarrado a una botella de vino frente al hogar, dormitando. Patricia y Kamal desaparecen y es el bueno de Osorio el que se encarga de ayudar a Regina a limpiar mesas y ordenar un poco la sala común.

El enviado real y su séquito se marcharon el mismo día, parece que no entendieron nada de lo sucedido y acabaron creyendo que todo era causado por algún caso de histeria colectiva de los aldeanos. La Inquisición ni se interesó por lo que parecía un cuento de viejas y siquiera dejó rastro para la posterioridad en su bien documentado archivo. Al final consiguieron ser enterrados todos los caídos en tan pocos días: el sacerdote fenecido, la mujer de Txetxu y el anterior batlle, el viejo Pancraci, al que todos optaron por obviar su suicidio para que reposará finalmente en el camposanto.

Como muestra de la capacidad de recuperación del ser humano a los pocos días volvió todo a la normalidad en el pueblo de Badalona. Los campesinos labraban los campos, los pescadores faenaban las aguas y los artesanos seguían trabajando su oficio. Regina volvió a emplear a los personajes como sus ayudantes, dejandoles como paga comida y un techo donde dormir. A los dos días recibieron la visita de los Buffalá, los cuales trajeron humildemente varias viandas y frutos del campo como recompensa por su salvación.

Nunca más se volvió a ver a los misteriosos hombres de habito negro. Y la gente pareció olvidarse de la existencia de Txetxu. Y con el tiempo incluso de lo ocurrido.

Pero no del todo...

La historia oral dejó constancia de tan confusos hechos. De padres a hijos se contaban historias de como San Anastasi, el patrón del pueblo, había acabado con el Demonio quemándolo vivo a las afueras del pueblo y haciendo llover después para apagar el incendio, salvando así la aldea. Aún hoy se celebra dicho evento, aunque la leyenda se ha diluido poco a poco en el tiempo, convirtiéndose en una mera celebración más.

Durante su estancia en casa Regina, mientras esperan que Kamal se acabe de recuperar de sus heridas y todo vuelva a la normalidad. Alonso se encarga de los establos y corrales de la posada. Los cuales no andan muy surtidos de animales: unas cuantas gallinas, una vieja mula gruñona y un pequeño rebaño de ovejillas que da algo de leche y lana... pero si lo suficiente como mantenerlo ocupado una mañana de cada dos. Regina pacientemente te ayuda en cuando no sabes que hacer... ¡Es increíble que esta mujer se ocupe de todo ella sola!

Kamal se aburre un poco esos días. A pesar de que gracias al ungüento de Alonso y los cuidados atentos de Regina la herida cicatriza a buen ritmo y a los dos días ni siquiera duele, la sabiduría popular aconseja que haga un poco de reposo por si las moscas se vuelve a reabrir la herida. La mayoría del día se lo pasa en el desván mirando por la ventana como trabaja el resto de sus compañeros: Alonso se ocupa de los animales, Patricia ayuda en la cocina mientras que las compras y el trato lo suele hacer Luis con su afinada lengua. Solo el día es un poco animado cuando Patricia se cuela en su habitación y hacen algunas diabluras por la noche.

Pero a veces cuando el viento se cuela por la ventana te parece oír la voz lejana de Harud Amin, como si esperara el momento para saltar encima tuyo.

Luis se convierte en un reclamo más para la tasca de Regina. A pesar de su naturaleza aldeana, Badalona es un pueblo grande y hay mucha gente que siquiera habéis conocido estos ajetreados días. Además parece que no es tan raro que no recale un barco o dos para ser reparados... o para vender o comprar cosas a la gente del pueblo. Allí es donde el en secreto judaizante se convierte en importante, con un par de historias castellanas a la luz de la lumbre o algo de oratoria consigue encantar a su audiencia y atraer clientes. Eso te permite hacer buenas migas con todo tipo de gente.

Por su parte Patricia ayuda en la cocina, Alonso en los corrales y Kamal descansa de su herida en una ventilada buhardilla. Herida la cual cicatriza a buen ritmo y esperáis que en poco tiempo esté totalmente fuera de peligro.

En los relajados días que siguieron a la diabólica tormenta Patricia se pasaba el día ayudando en la cocina a Regina y por las noches en la buhardilla con Kamal. El sarraceno se recuperaba a buen ritmo de su herida, gracias al improvisado ungüento de Alonso y las sabias manos de Regina, pero todos le aconsejaban el tomar reposo para evitar alguna nefasta sorpresa. Alonso se ocupaba del pequeño establo y los corrales mientras que Luis se ganaba a los clientes.

Sin embargo al estar solos los Patricia notaba como si al granadino le preocupara algo, como si esperara que en algún momento alguien apareciera por la ventana y os amenazara a los dos. Casi ni se atrevías a preguntárselo y la única respuesta eran algunas evasivas.

Sin duda esta mujer debe ser una Despertada para poder con todo esto ella sola. ¿Cómo lo hará? Por el amor de todas las ánimas, que bien me haría un descanso y una botellita de vino…

Sin duda esta mujer debe ser una Despertada para poder con todo esto ella sola. ¿Cómo lo hará? Por el amor de todas las ánimas, que bien me haría un descanso y una botellita de vino…