Partida Rol por web

Mi dedo acaricia suavemente el borde del recipiente del preciado líquido que acaba de calmar mi sed. Tras mirar alrededor asegurándome que no hubieran ojos indiscretos, me inclino hacía delante recortando la distancia entre mis labios y los oídos de mis hombres:

─Debemos actuar con cautela. Tenemos que pensar muy bien cada paso que damos y que palabra decimos. Estamos muy lejos de casa y esta apestosa ciudad sólo alberga gente cuyo interés no va más allá de su propio beneficio ─mi mirada se torna profunda y reflexiva.

Aunque el hidromiel era bueno, aunque no lo era tanto como para que valiera la pena soportar el ambiente sofocante de aquel antro. Eso me recordó a las noches de charla que pasaba junto a Hild en su cabaña, cuando la nieve caía fuera y un viento cortante gemía a través de la oscuridad, usabamos lámparas de grasa de ballena para iluminarnos y tener más calor. La grasa de foca era más limpia, pero las focas habían escaseado los últimos dos años. Las lámparas de grasa de ballena llenaban la habitación de un humo tan pegajoso que a veces nos veíamos obligadas a salir cada cierto tiempo a respirar aire frío y fresco.

No tardo en volver al asunto que nos ocupa: ─Es poco probable que el prin... ─evito pronunciar los nombres ─... que quienes buscamos estén confinados junto al resto de esclavos que se tratan en Hirsk. ─En un principio había pensado en investigar directamente las zonas donde confinaban los esclavos, pero no tardé en descartar aquella idea. Quienes habían secuestrado a los príncipes Vagn y Hedriss probablemente ya los tendrían un lugar seguro.

─Creo que deberíamos empezar por el principio. Por la primera pista clara que tenemos; el barco que vió Guerd Latik. Si tenemos suerte y encontramos el barco, es posible que éste nos lleve a sus tripulantes y, a su vez, éstos nos llevarán al objetivo de nuestro viaje.

Me reclinó nuevamente para dar fin al hidromiel que me resta.

─¿Qué decis hermanos?. Dádme ideas, soy toda oídos...

Observo a Jorunn atentamente mientras deja entrever sus ideas, acerco mis dedos a mis labios mientras juegan entre si, uhnnn, si tenias razón..., lo mas acertado es intentar encontrar el barco que los trajo hasta aquí..., es lo que menos llamara la atención, mejor que ir preguntando de aquí para allá..., si el barco aun se encuentra aquí y lo encontramos podremos como bien dice Jorunn hablar o seguir a alguno de su tripulación..., si con un poco de fortuna y la ayuda de los Dioses puede salir bien...

-En ese caso, los jutos deberán guiarnos...- Dijo el ulfhednar, con convencimiento. Ellos sólo habían recibido una descripción del barco además de verlo en la distancia, pero no de cerca y bien, y Sigurd estaba seguro que bien podrían haber cien o más barcos similares y con la misma enseña.

-Seguramente fueron los que mejor lo vieron, y seguro que hay muchos barcos iguales.

El ulfhednar se giró hacia uno de los jutos para formular una pregunta.

-¿Recordáis que ese barco tuviera algo... en particular? Algo que nos haga reconocerlo a simple vista, una confusión no nos haría ningún bien.

-Al llegar al puerto he visto un barco pirata, igual que el que nos atacó. Podrían ser ellos perfectamente. Tenían las velas rojas y el símbolo de la cadena...-dijo Ligurd que quizás era la vez que más había hablado desde que os habíais conocido.

Asiento a las palabras de Sigurd y luego a las del juto ─no perdamos más tiempo entonces. ─apuro el último trago de la preciada bebida y me levanto dispuesta a marchar a los muelles ─veamos ese barco, Ligurd.

Las palabras de Jorunn hicieron sonreír al berserk quién se levantó de su asiento para coger su enorme hacha dispuesto a salir hacia los muelles.

- Cuanto antes empezamos con esto antes terminaremos.- Dijo.

Mientras, dentro de su pecho, el espíritu del oso empezaba a removerse debido a la excitación del combate que intuía se produciría cuando localizaran a los piratas.

Tal vez si entrara solo al barco pudiera averiguar donde llevaron a la princesa sin necesidad de derramamiento de sangre.... - Thorgrimm me miró con la boca abierta, no sabía si era por desilusión o decepción - .... antes de tiempo. - Me apresuré a esclarecer sonriendo al guerrero- No nos conviene montar una refriega en nuestra primera hora aquí, sobretodo si ya nos han visto, será más prudente tratar de averiguarlo de forma sutil.

- No es mala idea, pero ante todo tenemos que mantenernos con pies de plomo. Una palabra mal dicha, un gesto mal hecho o una simple sospecha pueden llevar al traste nuestros planes de rescate. Aquí estamos en inferioridad de condiciones y no creo que saliéramos bien parados si algo se tuerce.

Poco más podía hacer la völva, sólo mantenerse alerta para no tener ningún contratiempo mientras investigaban el paradero de los prisioneros. Aunque bien sabía Hild que incluso los planes mejor trazados tenían fallas por algún lado.

Ante el silencio de todos el scalda lo tomó como algo positivo y terminando su cerveza en un silencioso sorbo se levantó - ¿Sigurd me acompañarías? Thorgrimm, Klemet, sería ideal que os mantuvierais por los muelles, por si un caso... - Con esto Yngwe se dispondría a ir hacia el barco pirata, mientras en su cabeza empezaba a pensar como podía sutilmente conseguir que esos piratas hablaran... estaría bien ver por unos momentos el barco desde los muelles.

Sigurd se sorprendió de que Yngwe preguntara si lo podía acompañar. Sobre todo sabiendo que para el diálogo habían mejores opciones que un ulfhednar.

Sin embargo, pasada la sorpresa el ulfhednar se encogió de hombros mientras daba el visto bueno:

-Claro ¿por qué no? Pero antes veamos si encontramos ese barco.

Tras esas palabras, Sigurd se dispuso a ir junto al scalda en busca del barco que, supuestamente, era culpable de la captura.

Tras soltar la plata a la tabernera, me incorporo y salgo de esa pocilga sin perder más tiempo. El cielo parece aplastado bajo el peso de los nubarrones plomizos que amenazan con soltar una descarga de lluvia en cualquier momento. Hirsk parece incluso más sombría de lo que es bajo la mortecina luz solar que se cuela tímidamente entre las nubes.

No dejo de pensar en nuestro plan y en el cuidado que debemos tener: ─Es posible que llamemos demasiado la atención si vamos todos juntos en busca de ese barco ─comento mientras caminamos en dirección a los muelles.

─Deberiamos hacer dos grupos; unos al muelle y otros al mercado de esclavos. Así ahorraremos tiempo y levantaremos menos sospechas y, en caso que nos vigilen los porteadores del muelle, haremos lo que en principio dijimos que era nuestro motivo de visita: comprar esclavos.

Miraba con recelo cada callejón, cada esquina. Aquella ciudad me daba mala espina. ─Yngwe, Klemet y Sigurd deberían ser el grupo de los muelles, el resto iremos al mercado de esclavos. Así repartiremos fuerzas ─y tras decir aquello espero las réplicas que no tardarán en llegar.

Por fin salieron de aquella oscura taberna, aunque lo que se encontraba en el exterior no mejoraba la apreciación que Hild había hecho de aquella isla. Escuchó a Jorunn que, por fin, parecía tener las ideas claras y no se lanzaba a cometer una de sus típicas locuras. Hild asintió a sus palabras demostrando que estaba de acuerdo con ellas.

-Me parece bien, pero quizás fuera mejor que, siendo dos grupos los formados y viendo que nos acompañan dos jutos, ellos también se dividieran.
 

─ Sea entonces ─confirmé las palabras certeras de la völva antes de dirigirme a los jutos.

Le hable a Ligurd, pues era el más calmado de ambos: ─vosotros dos formad habréis de separaos. Con uno de vosotros para reconocer el barco será suficiente. El tiempo es crucial, dudo que nuestro objetivo se quede más de lo necesario en Hirsk ─puse mi mano sobre su hombro ─¿lo entendéis verdad?.

-Claro-dijo el juto antes de apurar la bebida- no será problema..

Lo mismo digo, todo sea con tal de encontrar a la princesa Hedriss-respondió el otro.

El puño de Thorgrim puede ser tremendamente sutil si lo desea.- Respondió el guerrero a Yngwe levantando los hombros al saber que su presencia en los muelles no era requerida y que acompañaría junto a uno de los jutos a las dos mujeres al mercado de esclavos.

En marcha entonces.- Dijo ya con su enorme hacha apoyada en su hombro.- Parece que serán los esclavistas quienes recibirán mis sutiles atenciones.

-Enonces no perdamos más el tiempo.

La völva se estremeció mirando a su alrededor, aquel ambiente y aquellas gentes levantaban una gran desconfianza en ella y no quería pasar más tiempo del imprescindible en aquella maldita isla.

Tras apurar la jarra escucho atentamente el plan que poco a poco va tomando forma, para bien o para mal cada uno de nosotros seguirá un rumbo distinto, solo los Dioses saben a que conducirá todo aquello -sea pues, si esa es tu decisión no hablemos mas y pongámonos en marcha, el tiempo no juega a nuestro favor...cuanto mas tiempo tardemos en encontrar lo que buscamos mas posibilidades de que ya no se encuentre en esta pocilga...- miro a mis compañeros de viaje para ver si ya están listos o quieren decir algo antes de partir hacía nuestro destino- si algo saliera mal deberíamos tener un punto de reunión, podría ser el barco o algún punto fuera de la ciudad donde pudiera acercarse nuestro barco.

Una vez fue decidido el lugar al que regresar para reunirse, aquella misma taberna, el grupo se separó. Ligurd se marchó con las dos mujeres y Thorgim y Juren se fue con el resto de hombres hacía el barco. Aquella era una carrera contra reloj, nadie sabía que pretendían hacer con la princesa Hedriss y con el hijo del Jarl Hord. Pero en aquel lugar donde solo reinaba la miseria no podía ser nada bueno.