Escuchando las palabras de Jorunn, parecía que la joven e impulsiva muchacha había dejado de serlo durante el viaje. Y el berserk tenía que comprobar por si mismo si esta nueva Jorunn le gustaba más o menos que la de antes.
- Gruñí que os alejarais.- Le respondió con una alegre sonrisa cuando recordó el incidente del bosque para relajar al tensión.- Que recuerde, ningún miembro del clan perdió ningún miembro ese día y algunos aprendieron una valiosa lección.
Luego escuchó atentamente las palabras del Jarl Hrolf que los volvía a enviar a una peligrosa misión.- Para Thorgim será un honor cumplir tus órdenes. - Sentenció el guerrero.
Una vez la reunión hubo terminado, se marchó a su cabaña, tenía nuevamente que hacer el equipaje y cuando tuviera todo en su saco, pensaba darse un homenaje de hidromiel y jabalí en el local de Einarr para festejar haber regresado con vida de su visita a la Dama de la Escarcha.
Antes de dirigirse hacia su cabaña, la völva se acercó a comprobar que sus hombreras tuvieran arreglo, pues se le habían estropeado mucho en la aventura que acababan de realizar. Una vez con ellas en estado casi perfecto, volvió hacia su hogar dispuesta a preparar todo lo que necesitaba, comer algo y descansar.