20:36, ya pasa media hora que acabó tu turno pero sigues en el Hospital. Pocas veces cumplías el horario pues lo dabas todo por tus pacientes y tu trabajo.
Chad Austin, el gerente del Hospital aún no se podía creer que estuvieras en su plantilla y te trataba como una superestrella recién llegada de una liga superior. Te paseaba y te enseñaba a todo el mundo como si quisiera promocionarte y ganar dinero vendiendo tus camisetas. Los hospital funcionaban de manera parecida pero eran los comités de avalistas y socios que destinaban los presupuestos anuales.
Cuando llegaste te habían dado el departamento de Inmunología, aunque no tenía nada que ver con tu día a día en el equipo de.. bueno en el Hospital Universitario Princeton-Plainsboro. Intentabas evitar ese nombre, pero en tu jornada al menos dos personas, normalmente compañeros médicos te preguntaban sobre House y suponían lo estupendo que era que hubieses trabajado a su mando, desconociendo como era en persona obviamente.
Tu móvil vibraba de vez en cuando en el bolsillo de tu bata aunque era ignorado.
Estaba apoyada en uno de los mostradores de enfermería mientras con un dedo se hacía rulos y jugueteaba con un mechón de pelo rubio. Ese día iba un poco despeinada y acusaba cansancio en su rostro, suponías que había doblado turno.
Últimamente las cosas estaban raras, en la TV habían hablado de una nueva gripe y claro, la gente como borregos entrando en pánico y todos al hospital como síntomas imaginarios. Además en pleno verano donde la plantilla estaba completamente diezmada y bajo mínimos.
Parecía que se estaba tomando un descanso mientras unas hojas se estaban imprimiendo a toda prisa en una impresora cercana.
— ¿Doctora que haces aquí? — preguntó con una sonrisa, sabía perfectamente que te quedabas siempre de más. — Hoy es viernes.. llegarás tarde a tu cita — dijo bromeando, desconocía por completo tu vida privada, pero siempre hacía intentos para ver si soltabas prenda.
Tu móvil volvió a vibrar un par de veces y se quedó mirando tu bolsillo de la bata, como esperando a que lo cogieras.
Tirada oculta
Motivo: Engañar
Tirada: 3d6
Resultado: 4, 2, 1 (Suma: 7)
Puedes hacer una tirada de Empatía.
En tu caso sería: 6D (el primero será el comodín)
Trabajar para House era lo que me había dado la fama en aquel lugar. Ser, por así decirlo, su alumna, la de un doctor con aquella enorme... reputación, tan desmesurada como su ego y su amor por sí mismo y como no, gracias a la carta de recomendación de la doctora Cuddy, ahora era la estrella local de aquel hospital. Era la versión mejorada de House, aunque mi trabajo no estaba en la unidad de diagnóstico, sino en mi especialidad, inmunología y la verdad es que en aquel momento, a pesar de los riesgos por mi embarazo, no me importaba trabajar en el laboratorio, no solo ayudando a analizar las muestras que traían, sino con las investigaciones que se realizaban en aquel hospital.
A fin de cuentas, era para lo que me habían contratado. ¿Verdad?
Cada vez que me preguntaban por House, respondía lo mismo. - Cuando trabajes con él, entenderás como es y le bajarás del pedestal. - De ese pedestal que aún no le había bajado aunque me dijese a mí misma que sí lo había hecho. Por eso conservaba todas nuestras fotos juntos, incluso las más avergonzantes y en mi piso reinaba una de las que nos hicieron en una convención meses atrás, cuando aún todo era perfecto.
Quizás ese era uno de los motivos por el cual no quería volver a mi solitario apartamento, para no verle ni pensar en él y menos aún coger el móvil con las que seguramente eran sus incesantes llamadas. En cuanto pasasen los tres meses de embarazo, en cuanto abortar fuese algo imposible, vería la verdad y si me amaba como me decía y estaba dispuesto a aceptar su paternidad y un cambio de vida, con un compromiso serio o si todo era mentira.
"Todo el mundo miente, lo único que cambia es el motivo." - Su frase favorita.
Caminaba por el hospital, de un punto a otro no muy concreto en ese momento, pues estaba más centrada en los papeles que tenía en la mano que en Katie, quien estaba ociosa, como siempre, apoyada en el mostrador. La vi de refilón, pero no tenía ganas de hablar con nadie y menos de quien quería saber sobre mi vida privada. Pero ante la nueva vibración de mi móvil, opté por pararme a hablar con ella, así evitaría la tentación de mirar quien llevaba todo el día llamándome.
- Lo que hago siempre desde que viene. - Le dije con una cansada sonrisa. - Trabajar. - Algo que parecía que ella no sabía lo que era, pero no iba a entrar en aquello, no era mi subordinada ni mi problema. Ya tenía bastantes. - Mi cita puede esperar, al menos a que revise estos papeles y los guarde... - Y mi móvil volvió a vibrar y vi como la mujer miraba mi bata y guardaba silencio. - O puede que se impaciente un poco. - Traté de bromear. - Pero sea lo que sea, puede esperar. - Miré la hora en mi reloj de pulsera. - Aún es pronto para irme.
Aunque me podía estar equivocando y dando por sentado que era House, cuando podía ser Chase, Trece o cualquiera del equipo preocupados por mí. La mirada de intriga de la mujer me hizo meter la mano en la bata para ver quien me llamaba, pues la curiosidad también pudo conmigo en ese momento.
Viernes, casi las nueve de la noche, House estaría con alguna puta, borracho o hasta arriba de vicodina, salvo si había partido y se había ido con Wilson a verlo. Podían ser mis ex-compañeros buscando ayuda con un caso. No me costaba nada mirar la pantalla del móvil y salir de dudas, porque desde luego él no iba a ser. Esta vez no.
Motivo: Empatía
Tirada: 6d6
Resultado: 27 [3, 2, 6, 6, 4, 6]
Lástima, si fuese como juego yo, el último el comodín, hubiese dado de lleno ;)
Aquella chica parecía completamente sobrepasada. En toda tu experiencia te habías hartado de ver enfermeras y doctores llorando en las zonas privadas del hospital, sobretodo cuando acumulabas varios turnos y horas sin dormir. La vida de los sanitarios era muy dura.
Desde hacía un tiempo que tu ya no hacías esas guardias de tantísimas horas pues tu puesto estaba entre los de la élite, pero te podías imaginar que aquella chica estaba apunto de derrumbarse, seguramente llevaría 24h o más en el hospital.
Habías seguido de refilón las últimas noticias de la extraña gripe, aunque siempre lo mirabas de manera escéptica, sobretodo cuando lo decían en la TV, pues era todo sensacionalismo. Seguramente sería una variante de la gripe normal y se trataría igual que cualquier otra, la gente se relajaría cuando los medios cambiasen el foco a otra noticia que vendiera mas.
Aún así, aquella pobre muchacha de veintipocos estaría sufriendo su primera crisis, de las muchas que le iban a llegar.
Te sonrío y acto seguido se giró para coger los papeles de la impresora. Los empezó a poner ordenados en una pequeña carpetita que llevaba y cuando se disponía a cerrarla se le cayeron todos al suelo, se agachó rápidamente a cogerlos. Pudiste ver un logotipo que no relacionabas directamente del hospital pero que habías visto mas de una vez: OneWorld.
Igualmente la tirada es altísima ;)
Miraste el móvil.
Te imaginabas que tendrías incontables mensajes de House. Cuando se ponía tonto e insistente no había nada que lo parase y seguramente a esas alturas ya te habría insultado directamente o de esa manera que tan bien se le daba, haciéndote sentir una mierda. Pero para tu sorpresa no había mensajes de House desde la ultima vez que checkeaste de ayer al mediodía.
Esta vez era Chad Austin, el director del Hospital.
Miré a la joven a los ojos. En ellos leía la fatiga y la desesperación y no me había dado cuenta. Hacía tantos años que no estaba en ese lugar de interminables guardias que no recordaba lo que era. Salvo cuando House nos tenía trabajando noche y día en un caso, claro. Pero eso era distinto. No podías parar, era un contrarreloj y si te detenías o fallabas... el paciente moría.
Pero ella tenía que estar ahí, hiciese falta o no, con trabajo o sin él. - Katie, ¿verdad? - La miré a los ojos tras leer los mensajes del móvil. De alguna manera me decepcioné al ver que no era House al tiempo que me sentí aliviada. - Cuando yo hacía el mismo trabajo que usted ahora, montaba un turno con mis compañeros y hacíamos una cama caliente. Bueno, solía ser camilla caliente. Dormíamos un par de horas cada uno, por turnos. Cuando le llegaba a uno, despertaba al otro y se acostaba esas dos horas. Seguía siendo interminable, pero esas dos horas de sueño hacían mucho. Quizás debería buscar a quien esté dispuesto a hacerlo también. - La dije con una sonrisa y respondí al mensaje del móvil de manera escueta mientras la joven ordenaba las hojas de la impresora.
En ese momento se le cayeron al suelo, quizás por querer ver a quien respondía. Bloqueé mi móvil enseguida y me lo guardé de nuevo en la bata. - Otra cita más. - La dije con una sonrisa, ayudándola a recoger los papeles del suelo. - Parace que hoy estaré muy solicitada. - Bromeé y le entregué aquellos documentos, viendo aquel logo en ellos.
No sabía porqué estaba ahí y husmear con ella delante no era bueno. Además, tenía un aviso urgente del director, una verdadera llamada de auxilio y si no iba yo, era capaz de llamar a mi ex-jefe para el caso y si no estaba colocado... vendría, con la condición de que trabajase para él en este caso concreto y no me apetecía demasiado verle.
O sí.
- Tengo que irme. Piense en la camilla caliente y yo no la he dicho nada. - Le dije a la mujer y me marché hacia el ascensor, con mis papeles en mis manos. - UCI y zona restringida. - Sonaba muy grave.
Allison tenía mucha empatía, no me podía fallar ;)
Sonrío con afecto antes las palabras de aliento. Ahora que te miraba fijamente podías ver como le brillaban los ojos, como el simple hecho de que se le hubieran caído aquellas hojas al suelo hubiese sido el mayor drama de su vida. Sin duda estaba al borde pero tus palabras parecían haber tenido un efecto positivo en ella.
— Lo recordaré Doctora Cameron, muchas gracias por el consejo — respondió educada y te tomo una de las manos en señal de afecto. — Espero que su cita le vaya de fábula.
Dicho ésto de guiñó un ojo y se dio media vuelta. Parecía tener prisa, cruzó el pasillo a rápidamente y abrió con el hombro aquellas puertas abatibles. En el momento que se abrieron pudiste oír como siempre el retumbar de decenas de voces, pitidos de maquinas, camillas moverse y todo tipo de ruido de un hospital colapsado.
Fue solo un instante pues la puerta volvió a su sitio, haciendo de barrera ante aquel sonido que tan interiorizado tenías.
Fuiste en dirección contraria a Katie, a la zona de ascensores privados para personal. Sabías que solo el de mas a la derecha llevaba a los pisos por encima de la planta 12: donde estaban los despachos, las zonas restringidas y la parte mas privada del hospital que no todo el mundo tenía acceso. Tu tenías tu tarjeta que hacia las veces de llave: pues algunos de los aparatos mas sofisticados y caros del hospital que estaban en pruebas se encontraban en la 13 y tu tenías permiso para hacer uso de ellos.
Recordaste que en un par de semanas tenías que impartir un seminario acerca del uso. Aún no te habías preparado nada pero tenías tiempo de sobras, querías bordar la presentación.
Aquel ascensor era el menos usado del hospital y llegó rápido. Supusiste, con acierto, que el resto de ascensores estarían mas que colapsados de personal sanitario corriendo de arriba a abajo.
Subiste y en cuestión de segundos te encontrabas en la planta 15. Era la primera vez que estabas ahí pero era fácil orientarse si sabias lo que buscabas. Un cartel indicaba UCI-C a la izquierda y para allá fuiste.
Abriste la primera puerta y te encontraste 5 tipos vestidos con EPIs de cuerpo entero. Era la típica zona de área restringida a la que muchas veces habías accedido. Lo raro que aún te encontrabas en la zona "contaminada" fuera de la zona segura y estaban vestidos de esa manera.
Pudiste ver a uno de los Doctores del hospital, aún no te habías aprendido el nombre pero era un especialista en Cardiología. Parecía que estaba discutiendo de algo con los tipos de los EPIs blancos pero se callaron enseguida que entraste. Aquellos tipos no eran del hospital, pudiste ver un logotipo que asomaba en el pecho: OneWorld.
Uno de ellos se acercó a ti con unas hojas en la mano.
— Doctora Cameron la estábamos esperando. — dijo uno de esos tipos hablando en tono de autoridad pero con voz apagada detrás de la máscara FP2. — antes de entrar en la zona de descontaminación y el traje, necesitamos que firme esta.. autorización.
Te entregó una pequeña carpeta, parecida a la que habías visto hace unos minutos a Katie. En ella había dos hojas grapadas en lo que parecía un documento de NDA (Acuerdo de no divulgación)
Mientras subía por el ascensor, le iba dando vueltas al logotipo de los papeles de Katie y entonces fue cuando me acordé de las noticias de TV sobre la nueva cepa de la gripe y de como se va generando revuelo en torno a ella, saliendo esos vídeos que sin duda no eran más que montajes para asustar a la población, hasta que OneWorld destapa todo de golpe, dejando sin aliento a media ciudad.
Pero, ¿qué tenía que ver OneWorld con el hospital?
Dejé esos pensamientos de lado y me centré en mis papeles, quería revisarlos bien antes de irme a casa. No es que tuviese muchas ganas de estar allí sola, pero debía pensar que estaba embarazada y no podía excederme. Así que estaba empezando a planerar un buen baño con mucha espuma para relajarme y dormir del tirón.
El sábado no trabajaba. Ventajas de mi puesto, como el domingo, pero seguramente iría a pasar parte de la mañana al hospital. estaba en los primeros meses de embarazo y no era bueno hacer esfuerzos si no quería perder al pequeño o pequeña y no volvería a tener ocasión de tener un hijo del hombre al que amaba, aunque fuese el capullo y egocéntrico de...
En ese momento las puertas del ascensor se abrieron en la planta solicitada y comencé a caminar en busca del lugar donde el director solicitaba mi presencia. Pero lo que no me esperaba era lo que me iba a encontrar al abrir la puerta.
No había ni llegado a la zona restringida real cuando ya me encontré con gente con EPIs puestos. En sus pechos el logo de OneWorld y eso me desconcertó aún más. Pero que se acercase uno de ellos, con documentación en sus manos para que la firmase y no ver al director Austin, me molestó bastante más. Miré las hojas por encima. - NDAs.
EPIs, documentación para callarme cuando ellos ya habían divulgado todo... ¿qué me estaba perdiendo? - Déjeme leerlo antes y dígame dónde está el director Austin. Había quedado con él aquí arriba, no con... ustedes. - La curiosidad me mataba, eso sin duda y verles allí ya así vestidos y yo en estado, me empezaba a preocupar.
No les quitaba el ojo de encima y sentía que el silencio del lugar era por mi presencia allí. Miré al cardiólogo, por si podía decirme algo aún sin firmar esos papeles. Algo como donde demonios estaba Austin o si realmente merecía la pena estar allí arriba y correr aquel riesgo para mí y mi bebé.
- Mierda. - Pensé para mí al darme cuenta de que ya solamente al coger los papeles de aquel tipo con el EPI puesto e incluso respirar aquel aire donde todos llevaban mascarilla, podía ser mi condena. Así que saqué mi bolígrafo de la bata y firmé aquella documentación. - Listo. Ahora, denme mi equipo.
No iba a perder a mi hijo por aquello.
El cardiólogo se hizo a un lado resignado y se fue.
Los tipos aquellos de OneWorld cogieron tus papeles firmaron y con un ademán te indicaron que los siguieras. Te llevaron por un par de pasillos hasta llegar a la zona de descontaminación. Aquella planta estaba completamente vacía, pensar en lo hacinados que estaban algunos pacientes en otras plantas y ver todo ese espacio sin usar, era terrible.
La zona de cambio estaba preparada para el nivel máximo de protección de hospitales. No era la primera vez que te ponías uno de esos trajes, pero era en ocasiones contadas. Había un asistente que te ayudo a colocarte rápidamente el equipo y la pequeña bombona de oxigeno.
Te hicieron pasar a la siguiente sala, que era una UCI equipada completamente. Había dos tipos que no conocías y entre ellos, dentro también de un HAZMAT estaba Chad Austin.
En la cama había un varón de unos 65 años. Tenía puesta las vías y parecía que estaba sedado. De un vistazo rápido pudiste ver que tenía maniatadas las muñecas y los tobillos e incluso le habían puesto otra en la frente para que no moviera la cabeza.
Chad se giró hacia ti y avanzo unos pasos, parecía nervioso y miraba de reojo a los otros tipos, como si se sintiera juzgado o vigilado por ellos. Te impactó ese comportamiento, casi invisible para muchos, pero no para ti, pues Chad Austin se movía por aquel hospital como si fuera su casa, gozaba de la máxima autoridad y el respeto. Ahora parecía un estudiante nervioso de MIR.
— Ah Doctora Cameron, me alegro que haya venido. No le quiero quitar mucho tiempo, se que estará apunto de irse. Tenemos a un paciente... VIP — dijo esa última palabra como si le doliera — y nuestros amigos al enterarse que teníamos a una eminencia como usted en el Hospital me pidieron amablemente que le echara un vistazo a su ficha y nos diera su diagnostico.
Te dio el informe que había colgando a los pies de la cama donde de manera resumida podías ver todo el estado el paciente:
- Pulso altísimo, algo fuera de lo normal. Cosa extraña pues el paciente parecía adormecido.
- Negativo en un listado de pruebas enorme de virus y bacterias típicas.
- Nada relevante encontrado en el hemograma, quitando las cosas de su edad.
- Un seguido de parámetros y distintos valores sacados de los diferents tests aplicados.
Puedes hacer una tirada de medicina! :-)
No entendía lo que pasaba, pero si el procedimiento, pero allí nadie estaba dispuesto a hablar, así que me tocaría entrar sí o sí hasta la boca del lobo. Tras dejarme poner todo el equipo, pude acceder a la habitación donde estaba Austin. Le miré a él primero para luego mirar al sujeto de la cama desconcertada.
Estaba atado de tal manera que era imposible que se moviese. Solo de ver como estaba sujeto me dolía hasta a mí.
Lo cierto era que ni me percaté de la presencia de Austin hasta que este me habló. - ¿Qué dé un diagnóstico? ¿Así, sin más y en unos minutos? Creo que sus amigos están equivocados con lo que yo hacía junto al doctor House y el resto del equipo. No era pasar consulta y a casa... - Dije mientras cogía la ficha del paciente.
Lo más destacable era el pulso alto. - Espero que no me haya hecho subir, ni tengan así a este hombre por una hipertensión descontrolada... - Añadí mientras iba mirando el resto de pruebas médicas. - ¿Está atado por algo en especial? ¿Convulsiones quizás? Porque sedado dudo que sea por ser agresivo... - Aunque no fuese el primer paciente de psiquiatría que se tiraba una semana en la cama sedado y atado por pasarse de la raya.
O eso decían.
Motivo: Medicina
Tirada: 6d6
Resultado: 27 [6, 6, 1, 4, 4, 6]
Motivo: Medicina
Tirada: 1d6
Resultado: 6 [6]
Motivo: Medicina
Tirada: 1d6
Resultado: 6 [6]
Motivo: Medicina
Tirada: 1d6
Resultado: 3 [3]
Medicina total: 42. Creo que he resuelto el caso y aquí acaba el DM xDD
Y la verdad que tenías razón, uno no podía hacer un diagnostico así como así. Pero al parecer habían grapadas varias hojas en aquella carpeta con una gran ristra de pruebas que se le habían hecho a aquel tipo - que por cierto no aparecía su nombre en ningún lado.
Chad Austin tampoco era idiota, pero te podías imaginar que estaría bajo una gran presión, quizá aquella gente realizaba grandes donaciones o tenía cierto control sobre el Hospital ya veces había que hacer aquel paripé, aquellos bailes de bastones.
Te tomaste un tiempo a leerte bien los distintos informes y a entender todos aquellos valores de pruebas, escáneres, punciones y otros análisis.
Todo aquello te recordaba a la antigua fiebre de las vacas locas, descubierto allá de los 80s pero que hubo un brote hacía unos años. Nunca se había detectado ningún caso en humanos pero recuerdas leer varios artículos al respecto y encontrabas ciertos parecidos.
Aquella extraña gripe tomaba rehén el cerebro y la médula espinal de las vacas convirtiéndolas en un especie de criatura sin cerebro que deambulaba aleatoriamente e incluso atacando a otras vacas a su alrededor. Incluía también una ristra de convulsiones, espasmos musculares, delirios y alucinaciones así como falta de coordinación en el movimiento físico.
Otra teoría era que había ciertos parásitos tóxicos que atacaban animales como las ratas que habitan las tuberías. Estas ratas, por ejemplo, son mordidas por gatos, que luego se ven afectados por el mismo parásito. Hay algunos parásitos como el toxoplasma que se encuentran en casi la mitad de la población humana, quizá hubiera habido algún tipo de mutación donde se hubieran podido encontrar el ADN de ese tipo de parásitos con los que afectan a los humanos. Había algunos venenos (neurotoxinas) de origen animal y vegetal que pueden causar neurotoxicidad, donde todavía estas vivo pero tu cerebro ha muerto.
Te estabas yendo por las ramas, ese no era tu campo y todo eran conjeturas, lo que si que podías ver claramente era que:
- el paciente estaba muerto, al menos muerte cerebral
- por alguna razón extraña, el TAC revelaba un espectro de ondas Omega que no tenía sentido que estuvieran por si solas
- no encontrabas explicación al pulso altísimo, a menos que hubieran puesto alguna medicación que no estuviera detallada en el plan médico.
- no había oxigeno en sangre, por lo que no te explicabas como aún había vida en aquel cuerpo muerto.
Austin guardaba silencio. No entendía porque no respondía a mis preguntas. Estaba claro que no, que no sabían como funcionaba una unidad de diagnóstico en aquel hospital a pesar de todos los papeles que me habían dado, las opinones de los demás importaban. - ¿Enfermedades previas graves? ¿Viajes al extranjero recientes? ¿Alguna enfermedad crónica? ¿Cirugías? - Preguntaba mientra leía aquellos documentos, todo eran pruebas realizadas a aquel paciente, el cual me di cuenta casi al final que no tenía nombre ninguno de aquellos documentos mientras que preguntaba por su historia clínica real. Alguien no se ponía así de la noche a la mañana.
Al terminar de leerlos y ante el silencio del director, solo me quedaban claras unas pocas cosas, las cuales eran todas contradictorias. - Dígame, ¿cuántas veces se ha comprobado que esta prueba sea correcta? - Dije sacando la prueba del espectro de onda Omega del expediente. - Con muerte cerebral, esto no puede existir. No tiene sentido. No se le puede diagnosticar muerte cerebral y que tenga este gráfico.
» Y a su vez, tiene que estar cerebralmente muerto, porque según la analítica no le llega oxígeno al cerebro... ni a ningún otro lado. Sin oxígeno no hay vida en cambio su pulso, sigue ahí. Doctor Austin. ¿Cuantas veces se han repetido estas pruebas para confirmar que no hay error en ellas? ¿Y las máquinas con las que se han hecho? Porque, simplemente, eso no es posible. O las pruebas están mal. - Algo que podría pasar, sobre todo si todo el personal estaba como aquella joven, Katie. Cansado y a pundo de derribarse por el exceso de turnos de veinticuatro horas. - O tenemos delante una enfermedad que genera algún tipo de mutación genética en el cuerpo. - Dije mirando con temor a aquel hombre y fijándome en que, efectivamente, no respiraba.
- Uno que le lleva a un extraño estado nunca visto antes... - Y miré la medicación que se le estaba suministrando por si acaso la sedación era tan intensa que no le veía respirar y era todo producto de mi imaginación. - ¿Cómo reaccionan sus pupilas y los estímulos al sonido? No veo que ponga nada en los informes... - Dije volviéndolos a repasar, buscando más datos que se me pudiesen pasar por alto. - Pero no corresponde con ninguna enfermedad que conozca... si necesita más, tendré que hacer el estudio yo misma e ir comprobando todo de nuevo... y necesitaría a los mejores médicos del hospital para esto, porque una unidad de diagnóstico no funciona con un solo doctor, aunque quien dirija la de New Jersey sea un maldito genio. - Y miré al director.
- Pero me da que los hombres de ahí fuera nos tienen con las manos atadas. - Y pensé en Greg. Se hubiera entusiasmado y vuelto loco de alegría con este caso. Era un puzzle en otro puzzle y seguramente habría otro más. Justo con lo que más disfrutaba, después del sexo. Aunque sin duda este hombre y lo que le ocurriese, harían que House olvidase todo lo demás.
Escuchaba atentamente e iba asintiendo ante tus conjeturas, como si de alguna manera estuvieras recitando parte de lo que él ya habría dicho a esos tipos de miradas serias. Incluso hubo un momento que hizo un gesto de desesperación hacia ellos pero lo reprimió rápidamente.
— Gracias Doctora, eso será todo de momento. No habrá mas pruebas, pero es posible que a partir de mañana la necesitemos para estudiar este caso con mas detenimiento. — te dijo hablándote como demasiado formal por el trato que habíais tenido hasta ahora.
— Tómese el merecido descanso y el lunes le informaré de la situación. — concluyó.
Luego se giró a hablar con los tipos de mirada seria, que no habían abierto la boca aún.
Se abrió la puerta de la sala de la UCI y un par de tipos de invitaron a abandonar la estancia. Parecía todo el mundo extremadamente serio y tenso. No te dieron muchas opciones y te tuviste que ir sin saber de que demonios estarían hablando esos tipos con el director del Hospital.
Te acompañaron hasta la entrada por donde habías llegado y lo único que te dijeron fue:
— Recuerde el NDA que ha firmado doctora Cameron. Gracias
Y aquí el fin del preludio, hemos calentado un poquillo los dados (y has gastado las tiradas buenas ahora XD) y nos hemos puesto un poco en contexto sobre el asunto.
Puedes narrar si quieres lo que sea que quieras hacer antes de acudir al Bowling Paradise (no tienes mucho tiempo pues tienes unos 45 minutos de viaje en coche aproximadamente)
Las palabras de Austin y la invitación a marcharme quedaron claras. Me fui directa a la zona de descontaminación y recogí mis papeles antes de ir a mi despacho, con la visión de aquel hombre en mi cabeza. La verdad es que no era normal nada de aquello y de golpe, las ganas de estar en casa, sola a pesar del baño de espuma se convirtieron en unas ganas de salir por ahí y distraerme que me sorprendieron a mí misma.
Dejé los papeles en mi escritorio y en el ascensor, comencé a buscar algún plan y vi el mensaje en Instagram de la bolera. No tenía ganas de lios con nadie, pero al menos una ronda de citas me distraería un poco y hasta podría ser divertido ser un poco mala también. Así que mientras descendía a la realidad y trataba de eliminar de mi cabeza lo que acababa de ver, busqué una foto de unos preservativos y la subí a mi cuenta de instagram. Todos sabrían donde estaría esa noche. Y cuando decía todos, incluía a House. No usaba las redes sociales, solo para controlarme...
Y por una vez me apetecía ser un poco mala o quizás que sus celos le hiciesen venir a buscarme de una vez y dejarse de tonterías. En unos minutos el mensaje estaba publicado y fue su amigo Wilson quien no tardó en responderme. Al leer su mensaje me di cuenta de que, como no, sabía lo nuestro. Yo se lo oculté a Chase y a los demás como pidió pero él se lo contó a Wilson... a estas alturas lo mismo lo sabía hasta Cuddy.
Iba a responderle cuando las puertas del ascensor se abrieron en la planta baja. Al pasar por recepción, como era habitual, dejé mi nombre y hora de salida para el control y me marché a casa. Al llegar lo primero que hice fue poner el movil a cargar. La ducha fue rápida pero intensa. Cuando vas a sitios como aquel, esa zona restringida y acabas con protecciones por todos lados, sin querer te lavas hasta donde no te habías lavado en tu vida.
Secarme el pelo fue rápido y más aún con el calor del verano. Además, debía aprovechar la ropa que aún podía usar. Así que el vestuario lo elegí enseguida. Tras maquillarme y ponerme zapatos bajos, sin tacón, estaba lista para irme. Cogí algo rápido para cenar y en nada estaba subida en el coche, preparada para irme de fiesta. Y como no, antes de salir, nueva publicación. Al llegar al coche Wilson volvía con lo mismo, al menos Chase estaba más hablador.
@drrobertchase sí, soy yo y no te preocupes por Wilson, debe estar pasando la depresión de los cuarenta. ¿No ves como se repite?
Tecleé deprisa y me arranqué el coche. Paré en la primera farmacia que vi y pedí una caja de los mismos preservativos de la imagen que había subido. Quería la misma marca. La farmaceútica me miró extrañada, pero yo tenía claro porque necesitaba esos: House no era idiota y si me hacía fotos con unos que no fuesen de la misma marca, se daría cuenta.
Y con los preservativos en mi bolso y no se cuantas cosas más, me marché rumbo a esa bolera, tratando de animarme poniendo la música del coche alta y procurando olvidarme de aquel hombre que me había perturbado tanto. Y no, esta vez no era Gregory, sino el John Doe atado en la cama.
Cierto, eso pensé cuando lo vi. Cuando me toque curar a alguien... se va a liar con los dados jajajajaja.
Bueno, pues he apurado todo lo posible para llegar a tiempo a la bolera y a la fiesta.
Todo perfecto!
Pensaba justo que la foto de perfil de tu personaje parece como mucho mas mayor que en las otras fotos no? De House hace la tira de años y entiendo que los actores también envejecen.
Por cierto me han encantado tus posts, enhorabuena!
Sí, es de las últimas temporadas. Como lo hice corriendo todo, no me puse a buscar foto y tengo que poner una que case más con las que tiene con House, así que ahora que tengo un ratejo miraré a ver que encuentro que me guste y que no lleve la bata, que está de fiesta ;)
En cuanto a los post, gracias a ti. Me has dado lo suficiente para poder sacar buen roleo de los tuyos (así que también tienes tu mérito en esto) y la libertad de ir como quiera, que eso si que es importante para mí.