Partida Rol por web

Te encuentras en la ciudad de Pasqüi, donde malditos y marginados viven en sociedad. Nadie te juzga por tener en el brazo una espada con ojos y eso en el fondo te tranquiliza. Vagas de un lado a otro de la ciudad, en busca de que hacer. ¿Quizá seas tu quién consiga el arma legendaria que se haya custodiada por un dragón en la montaña y con ella conseguir quitarte la maldición? ¿O buscarás el perdón de los Dioses de una forma pacífica? Tu decides tu destino, dónde te diriges y con quien irás. Pero antes no estaría de más informarse en esta ciudad hacia donde ir.

Tras un largo viaje hacia la ciudad de Pasqüi, Thanatos, pertrechado con su armadura y arrastrando el enorme mandoble por el suelo de la calle principal caminaba sin mirar a nadie, ignorando por completo a los miserables que habitaban aquella ciudad. Desde que entró su objetivo era buscar una posada donde poder descansar y buscar indicaciones, puede que el posadero tuviera algún trabajo para un hombre maldito como él.

Ves una posada cochambrosa al final de la calle en la que te encuentras y entras.

Dentro puedes observar a lo que parecía un hombre el cual tenía una marca en la cara, parecía muy perdido en sus pensamientos mientras bebía su vino.

El posadero te ve y te habla.

Muy buenas forastero. Dice con un tono algo grave.

¿Está aquí porque busca alojamiento? ¿O le sirvo algo de beber?

Se dirige a paso pesado hacia la posada, abre la quebradiza puerta con su mano buena y echa un ligero vistazo deteniendo su mirada en el hombre de la marca, tras sentir al posadero se dirige hacia el. Para evitar un posible conflicto imita el gesto de enfundar la espada, colocando la mano atada al mandoble tras la espalda.

-Saludos- Le suelta con un tono frío pero no hostil con cierto eco metálico causado por el yelmo. Tras el saludo se queda pensativo y aclarándose la garganta continua.

-Seré sincero, y no busco compasión. Llevo vagando por estas tierras desde hace una jornada y por fin he llegado aquí. -Se lleva su mano buena al cuello y se lo cruje cerrando sus ojos carmesí para después, tras abrirlos, dedicarle una mirada directa y con confianza al posadero- Busco trabajo e información. Estoy dispuesto a trabajar por ti a cambio de provisiones y de alojamiento en una de tus habitaciones. O tal vez conozcas a alguien que este interesado. - Se acerca a la barra apoyando su brazo bueno en esta para no tener que hablar a gritos.  

¿Trabajo eh? - mientras lava una jarra de cerveza, te mira firmemente. Hay un hombre causando estragos por la ciudad y como puedes ver, a pesar de que todos hemos sidos exiliados de nuestras ciudades natales, intentamos vivir pacíficamente. No podemos recriminarle nada a nadie por su pasado, pero esto es el presente y ese hombre no tiene pinta de que vaya a parar.

¿Ves a ese hombre que está sentado ahí al fondo? Él fue atacado por ese hombre del que te hablaba. Le corta las lenguas a sus víctimas y les deja esa extraña marca en la cara. Siempre ataca por sorpresa.

Lo único de más que puedo decirte es que si lo llevas vivo ante el alcalde, seguro que te recompensará. El alcalde de esta ciudad le gusta imponer orden con mano dura y nada le dará más placer que aleccionar a sus ciudadanos que los comportamientos funestos serán castigados severamente.

El hombre que está ahí sentado seguro que te podrá ayudar de una forma u otra a pesar de que no te pueda hablar.

Suelta un simple -Gracias- sonando casi como un susurro. Tras eso se gira hacia el hombre de la marca y lo mira por encima del hombro desde la barra. - Un cobarde que se oculta tras las sombras... -Desenfunda su arma y la clava a su lado apoyándose en ella. El ojo del mandoble mientras tanto mira al hombre marcado contrayendo su pupila, como cual depredador que observa a su presa. - … No merece vivir.- Murmura Thanatos para si mismo siguiendo tras una breve pausa su frase.

Dicho esto se encamina hacia el hombre arrastrando de nuevo el espadón sin importarle demasiado si llama la atención o no.

-Tu...- Le suelta seco al hombre señalándolo- Deja de ahogar tus penas.-Dice mientras con la mano buena aparta el vino.- En el fondo de ese vaso no encontraras al cobarde que se esconde. No tenia derecho a robar tu lengua ni para dejar su marca en tu rostro. Me ayudaras a dar con él y yo te ayudaré a cobrar tu venganza- Diciéndolo como si aquel hombre no tuviera alternativa. 

El hombre parece aprieta el vaso con fuerza y lo lanza contra la pared.

Se levanta y te mira con determinación, parece que tus palabras le han dado valor.

Parece que quiere que le sigas, así que vas detrás de él.

Vais a parar a un callejón muy oscuro y te hace un gesto con la mano, a señal de que esperes.

Un hombre se avalancha sobre una mujer algo estropeada que andaba por la zona.

Sabéis que es el hombre que buscáis, así que sin más dilación os lanzáis a por él.

Sin pensárselo dos veces carga contra el hombre al grito de “La escoria como tu no merece vivir” con la intención de placar con el hombro, aprovechando la inercia para lanzar un ataque con el mandoble en vertical de arriba abajo procurando partirlo por la mitad en un solo golpe.  

Atacas a Thyral.

¡Fallo!

Andrew ataca a Thyral

Thyral -3PV

Thyral te ataca.

Pierdes 2 PV