Partida Rol por web

Thanatos falla el ataque en carga descuidando sus defensas haciendo que Thyral aprovechara la oportunidad para asestarle un golpe. Tras un quejido se lleva la mano a la herida del costado manchando su mano de su propia sangre, furioso cierra el puño y frunciendo el ceño echa una mirada desafiante al Corta Lenguas. Condenación, su mandoble, inyecta el ojo del filo en sangre, mirando con sed a Thyral.

-Pronto te unirás a las victimas de mi mandoble, tu alma... -Y con un grito de guerra volvió a intentar partirlo por la mitad con un golpe limpio.- SERA MÍA!

Atacas

Fallo!

Andrew ataca a Thyral

-5PV

Thyral ataca a Andrew

-4 PV

Vuelve a fallar, parece que el largo viaje empieza a hacer mella y no estaba descansado para enfrentarse a Thyral <<Lo he subestimado...>> piensa mientras observa como el ladrón de lenguas ataca a su compañero.

- Eh, cobarde, enfréntate mi como un hombre de verdad, ¡Enfréntate a mi espada! -Lo desafía sopesando los movimientos del ladrón. De nuevo intenta un ataque, esta vez vertical – Vivo o muerto... acabaré con tu cabeza en mis manos!  

Atacas a Thyral

¡GOLPE CRÍTICO!

Thyral pierde 22PV

Thyral se rinde

Cae al suelo y se arodilla ante ti. ¡Está bien, me rindo! No me arrepiento de nada de lo que he hecho.

Mira hacia al cielo. Todo ha sido por ti, mi gran Dios.

El golpe en vertical acierta a Thyral rajándole el pecho de lado a lado pero sobreviviendo al impacto.

-¿Rendirse? ¿Tu me suplicas a MI piedad? - Respira agitado mirándole con el ceño fruncido mientras con la punta del mandoble apunta debajo de su garganta, la va acercando hasta que queda tan pegada a la piel que le hace un pequeño corte el cual comienza a sangrar.

-No debo hacerlo... debo.. debo.. redimirme- Mira hacia el suelo murmurando para si mismo, como si estuviera hablando con alguien más en él. Volviendo en si mismo mira al Corta Lenguas de nuevo.

-Eres patético, preferiría la muerte antes que rendirme, pero... tu has elegido este camino... un camino que te ha llevado al filo de mi espada. Ahora dime, cobarde... ¿Que Dios pediría el sufrimiento de los inocentes?... - Sin olvidarse de Andrew, le echa un vistazo mirándole victorioso.  

Se ríe como un loco y te dice - ¿Qué Dios me llevaría a hacer esto? ¿Y eso que más da? Muchos son los dioses que existen hoy en día y yo he tenido la suerte de encontrar uno que me ha dejado eliminar las mentiras de esos asquerosos. Se vuelve a reír como un maníaco - SIN LENGUA NO SE PUEDE MENTIR.

Thanatos se quedó callado mirándole despectivo y apartó el mandoble de su garganta.

-Hablas demasiado. Tu Dios me perdone por esto- Y colocándose aun lado, de un solo tajo, cortó su cabeza. - Si tantos Dioses hay...- Dijo mientras alzaba por la cabellera la cabeza del hombre al cielo- Espero que alguno haya quedado satisfecho- Y envolviendo la cabeza en una bolsa de cuero, se la echo a la espalda dirigiéndose hacia el ayuntamiento. Cuando estaba ya alejándose, mirando desde el hombro dirigió su palabra a Andrew.

-Tu, no sé tu nombre, no sé que harás a partir de ahora y no sé si nuestros caminos volverán a cruzarse. Pero lo que si se es que has sido vengado, tal vez tu Dios te sonría y me haya enviado aquí para ayudarte... -Se encogió de hombros indiferente- Ahora puedes vivir la vida que tenias, aprender a valerte por ti mismo y a luchar tus propias batallas.- Le sonrió de lado tras el yelmo- O siempre que no me molestes puedes acompañarme en mi viaje y aprender lo que puedas de mi. -Se quedo callado mirando su expresión y terminó añadiendo antes de ponerse de nuevo en marcha- Hagas lo que hagas, no dejes de lucir la marca con orgullo, pues es la cicatriz que te recordará la victoria que hoy tuviste sobre tus enemigos... y no siempre sera así.

Te mira confiado y seguro, parece que te has ganado todo su respeto.

Se mancha los dedos de la sangre que ha caído por el suelo y escribe en el suelo "Andrew".

Acto seguido empieza a seguirte.

Llegas al ayuntamiento, al enseñar la cabeza te dejan pasar los guardias. Te encuentras en la habitación del alcalde, aparte de él hay 2 guardias en la puerta.

Te mira de arriba abajo y suspira. Otro maldito más que querrá venir a vivir a mi ciudad supongo... Está bien, aquí no juzgamos a nadie por su pasado ni su aspecto físico, siempre y cuando te comprometas para con la ciudad y su prosperidad.

Sonríe para si mismo ante la decisión de Andrew, pero oculto bajo su yelmo. Nunca viene de más tener un aliado.

Una vez ante el alcalde, se retira el yelmo por primera vez colocándolo debajo de su brazo, dejando ver el rostro de Thanatos. La mitad de este está corrompido por la espada, dando un aspecto demoniaco, aunque su largo pelo carmesí tapa la mayoría de su cara.  Las pupilas rojas de Thanatos estudian las expresiones del alcalde para después fijar su mirada en él.

-No. Solo estoy de paso. –Dijo seco a la par lanzaba la bolsa de cuero con la cabeza en el escritorio. –No necesito que os compadezcáis de mí. En esa bolsa esta lo que vuestra ciudad a engendrado. Queríais que fuera arrancado de raíz, pues ahí tenéis la cabeza de El Corta Lenguas.  ¿Cuál es mi recompensa?.

Observa la cabeza del corta lenguas y te mira con algo de desprecio. ¿Recompensa? Pues como no quieras las gracias no pienso darte nada. Sé que eres forastero, pero aquí las ejecuciones y los castigos físicos los imparto yo, si no ¿cómo va a captar el pueblo el mensaje de que toda acción que vaya en contra de esta mi ciudad será castigado? Las palabras del tabernero resuenan en tu cabeza.

Cita:

Coge la cabeza y la tira al cubo de basura. Si no quieres nada más, fuera de mi hogar.

Cierra los ojos y frunce el ceño cuando termina de hablar el alcalde.

-Ha recibido el castigo que merece un cobarde como él. No me arrepiento de ello- Aprieta los puños- Quédate con la recompensa. Eso no me impedirá que siga castigando a aquellos sin honor. Aquellos que se ocultan tras cuadro paredes mientras otros defienden lo suyo. –Los abre y mira a Andrew- Vámonos… -Se dirige a la puerta – Ah, casi me olvido… -Mira al alcalde por encima del hombro ya en el umbral de la puerta- Puede que el Corta Lenguas no sea el único en la ciudad que se vaya a dedicar a hacerlo. Hay un Dios… -Mira con los ojos al techo-  que les dicta lo que hacer, que les pide que corten las lenguas de los mentirosos… Si crees que tú y tus hombres vais a poder controlar la situación, te deseo suerte – Sonríe de lado sádico antes de colocarse el yelmo- Sino es así, te espero con la recompensa en la posada de la ciudad y yo mismo los daré caza por ti.   

Interesante... Dice mientras se acicala la barba. Está bien, si me traes a más de los de la misma religión, con vida claro, te recompensaré. Me dan igual los dioses, simplemente quiero que está ciudad sea una ciudad que demuestre que los ladrones y los asesinos pueden cambiar y que no es un lugar que acoja a asesinos. Los que matan por el hecho de matar serán castigados severamente.
Se levanta de su silla y anda rápidamente hacia ti antes de que te vayas, ofreciéndote la mano. Me gusta gobernar con mano dura, pero ante todo soy alguien justo, no temas, cumpliré mi palabra. Así que, ¿tenemos trato?

Se gira hacia Bardermor y observa la mano unos instantes hasta que se la estrecha con fuerza.

-Cumpliré con mi parte. –Se queda pensativo unos instantes- . Soy Thanatos Kasdovasilis. – Hace un gesto marcial- Soy un soldado, y los soldados siempre cumplimos nuestra palabra. Los atraparé.-Mira a Andrew y después vuelve a mirar al alcalde- Pero necesitaré un lugar donde dormir, ¿Puedo esperar una cama de su bolsillo mientras esté aquí? No necesito lujos, solo poder cerrar los ojos en una habitación tranquila y tratar mis heridas sin que me molesten.

Dile al posadero que ahora estás en una mision con para la ciudad y te dejará dormir allí. Se sienta en su silla.
Ahora ve, soldado maldito. Limpiad mi ciudad de malhechores.

Asiente a sus palabras y se marcha de allí dirigiéndose a la posada.  

El posadero te ve entrar.
¿Qué tal la caza maldito? ¿Conseguiste dar caza a ese robalenguas? - te pregunta mientras limpia una jarra.
Parece que el chaval marcado confía en ti, menudo par hacéis. -dice mientras ríe un poco.

Le mira con los ojos entrecerrados – El alcalde podrá colgar la cabeza de El Corta Lenguas como trofeo en su pared- Después mira a Andrew- No me puedo quejar… fiel y silencioso, pero aun no ha acabado mi misión aquí. El alcalde quiere a más de esos sectarios, así que mientras sigan, no dejaremos de luchar. Dijo que podría descansar en tu posada, el pagará la estancia. –Se dirigió hasta él para recibir la llave de la habitación- Un posadero como tu, que esta en contacto con tanta gente, ¿no habrás oído rumores sobre dicha secta?… Alguna pista que pueda conducir mi filo hasta su garganta.