Partida Rol por web

Era de noche cuando Fenner recorría las callejuelas laberínticas sin pavimentar del Lecho de Pulgas. El muchacho avanzaba como un fantasma, si producir ruído alguno y a la vez escuchando los sonidos que le llegaban de las diferentes callejuelas y de las tabernas, el centro de atención a esa hora del día. Sabía muy bien dónde estaba y qué le podía ocurrir, no era seguro moverse por allí de día y menos aún de noche, pues Lecho de Pulgas era lugar de pobres, prostitutas y criminales, aunque el crimen no era algo del todo ajeno para un ladrón.

Fue entonces, girando a la izquierda en una de las encrucijadas de las calles, cuando vio el edificio. Éste tenía un aspecto realmente ruinoso; parte de la fachada se había derruido y la misma sobresalía como unos pies hacia la calle, como si todo el edificio tuviera que desplomarse sobre esta. Fenner no llamó cuando llegó a la puerta, simplemente la abrió y avanzó unos pasos hacia la escalera, ésta estaba completamente derruida y era imposible acceder a la parte superior del edificio. El ladrón tiró de la alfombra que cubría el suelo frente a la escalera, y golpeó varias veces con un ritmo determinado con la punta del pie sobre las maderas del suelo. De repente se abrió una trampilla y Fenner bajó las escaleras de ésta hacia el sótano del edificio, donde tendría lugar la reunión a la que había sido convocado...

Fenner estaba frente  una persona con el rostro escondido tras una máscara blanca muy teatral. Su voz era grave, aunque no ruda y tosca, una voz que erizaba el bello de Fenner:

- ¿Y bien?

- Está hecho- respondió Fenner y después de mirar alrededor de la estancia bajó la voz y añadió- Entré en los aposentos de Lord Walter tal como me ordenasteis, no fue nada fácil colarse en la Fortaleza Roja, pero ciertamente los guardias que me dijiste habían cambiado su lealtad...No sabía que tuvierais espías allí.

- Hay muchas cosas que no sabes...continúa.

- Bien...como os decía, pude entrar en los aposentos y dejé allí los documentos que me entregasteis. Esta parte fue fácil...por el contrario, ir a los aposentos de la Mano...fue más complicado. No obstante también pude acceder a ella y dejé allí los otros documentos. Creo que Lord Walter estará una buena temporada a la sombra. Eso os deja vía libre para actuar.

El otro individuo sacó una bolsita que por el sonido estaba llena de monedas. Fenner le pareció ver un símbolo debajo de la túnica y se puso nervioso. Aceptó el dinero y se dispuso a irse.

- Has hecho un gran trabajo, tal vez te haga llamar para otro.

Fenner inclinó la cabeza y salió de la estancia.

Estaba recogiendo los objetos de valor de su habitación cuando oyó el ruido detrás de si. Fenner se irguió sin echar la vista hacia atrás:

- Así que te han enviado a ti a matarme...

- Lo siento de verás amigo mío, te dije que no cogieras este trabajo pero hiciste caso omiso a mis palabras. Demasiada información y él no quiere cabos sueltos.

- Bien...supongo que llegado a este punto mejor que seas tú y no otro. ¿Puedo pedirte un favor?

- Pídelo y ya veremos Fenner...

- En esta bolsa hay las ganancias de los últimos meses, quedate una parte, pero por favor, sabes que tengo un hermano, no sé si él se acuerda de mi aún...entrégale el resto por favor. Por favor!

- Bien, si ese es tu último deseo, así se hará.

El sonido del virote cruzó la habitación e impactó contra él. Cayó al suelo y la visión se le fue nublando hasta que todo permaneció en la total oscuridad. Así terminó la vida el ladrón Fenner Piedra.

***Fin del Capítulo 4***