Dirijo mi mirada hacia Gisiel con una sonrisa sincera
-Hermana, gracias por poner tu fe en mi, igual que en otros de mis hermanos. Como tú bien has dicho, nos dejamos guiar por la fe. Bajo mi punto de vista, este lugar está despertando en nosotros emociones demasiado humanas, por lo que tambien podríamos llamarlo "intuición " o "sexto sentido". En parte me alegro de haber estado en lo correcto con respecto a mis decisiones, pero también me da cierto temor, pues nuestras memorias han sido manipuladas hasta el punto de creer hermanos nuestros a los propios demonios...- me abrazo el cuerpo mientras le dirijo una mirada fría a Metatron.
Metatron se había sentenciado. Había jugado sus cartas, se le había descubierto y no había hecho nada para defenderse. Si además contamos con el asesinato tan oportuno de Gisiel aun cuadraba más en su culpabilidad. Pronto seria sentenciado. Pero... ¿por qué estaba tan tranquilo? ¿acaso tenia otro as bajo la manga?
- Pasaras al otro lado.-
Eran mis únicas palabras para Metatron. Por ahora no parecía que fuera a haber muchos más temas de debate entre mis hermanos y yo aun no me quitaba mis otras dudas y sospechas...
Gisiel camina hacia donde esta Azrael - Hermano, tienes el don de la libertad y sabes usarlo, eres la expresion del libre albedrio, usalo sabiamente - luego sin moverse mira a Jeliel -y tu representas al destino, y te debemos mucho, no desanimes en tu lucha-
Tras estas palabras se hace a un lado, y guarda silencio, preparada para lo inevitable
Aún, sentado en su silla de cristal, la cual crecía ahora como un trono, sonrió de lado.
- Gisiel, en algo te equivocas, Azrael no representa el libre albedrío, muy al contrario. Tu confianza ciega en tu juicio... tu "fe" te condenara. Pero me agradas, jugaste bien tus fichas, y yo jugué mal las mías. - Inclino la cabeza hacia ella, a modo de respeto. - Por ello, les daré una pista, y pueden confiar en que no mentiré, se aceptar la derrota.-
- Gisiel, Imamiah, Jeliel, o Uriel... uno de ustedes será atacado esta noche, pero solo hay tres protectores... ¿acertaran cada uno en su decisión? - Mantuvo su sonrisa arrogante, mientras cruzaba una pierna sobre la otra.
Sonrío y cierro los ojos. El ocaso se acercaba y había sido un gran enemigo contra los emisarios de Lucifer. Una sonrisa se dibujó en cara. Y sin abrir los ojos, hablé:
-Te equivocas Metatron, o debería decir Astharothe... Existen... cuatro protectores.
Inspiré hondo y esperé la oscuridad. Ya no había nada más que pudiera hacer. Mi trabajo estaba hecho.
Un silbido suena por los alrededores, parece ser el propio viento, pero aun así, ese silbido os induce al sueño