Partida Rol por web

Si Ylahiah estaba en lo cierto entonces, simplemente con que pensara o albergara alguna duda con alguno de sus hermanos, ¿Este seria su votado? Que clase de maldición tenían a su alrededor. Sitael un día orgulloso de ser angel y estar al servicio del padre, ahora temía pensar en alguno de sus camaradas por el simple echo de poder salir elegido.

Por otra parte el mas cercano al señor, quien discutía airadamente con Raciel, la llama viva. Explico la utilidad del espejo. Ahora solo tenia la pregunta, de quien lo habría traído, Lucifer para reírse de ellos o su Padre para dar algún tipo de consuelo, mientras estemos fuera de las puertas del cielo.

Pensativo, pues no tenia clara su situación, se acerco con curiosidad al espejo, observando el hombre del otro lado y atendiendo las palabras de Sheldenpon. Si ella lo hizo ¿Tal vez él deba hacerlo también?

Andariel que se encontraba a un lado del cuerpo, simplemente escuchando como se señalaban unos a otros y se acusaban por cualquier cosa que pasara, el simplemente observaba, no le parecía correcto emitir opinión alguna, ni siquiera frente a las fuertes palabras de Raziel. Aun así, escuchando a sus hermanos y viendo los sucesos y las reacciones de todos le resultaba difícil no formar una opinión propia en su cabeza, aunque claramente quedaría ahí, en su mente, por lo menos por ahora

- Tienes razon, hermano Jeliel: nuestra prioridad ahora mismo es salir de este lugar... si bien el camino para hallar la salida es desconocido aún para nosotros-, comenta Gisiel apesadumbrada, pues sabe que se acerca el ocaso sin haber salido del bosque... Y sabe lo que conlleva la llegada de la noche.
- Estamos dejando que Lucifer nos gane terreno.-, sentencia.
Las palabras de Raciel la habían calado hondo, pues sabía que en el fondo llevaba razón en aquello de que se estaban olvidando de cual era su verdadera misión.

Tras palabras y palabras que parecían volar por aquel lugar tal como lo hace un ser sin alas, solo me alcanzo a decir:

- De acuerdo con Jeliel, lo que tenemos que hacer es encontrar una salida...

Las horas pasaban, y aparentemente nadie encontraba una salida a esta situación. Quedaban pocas horas para que se revelara la verdad de lo que sucedía en este lugar. Suspiro, tomando asiento, contrariado por las decisiones que se verían forzados a  tomar desde ahora. 

Tomo asiento en su silla de cristal, una vez más, manteniendo la mirada fija en la nada, mientras acariciaba su mentón, pensativo. ¿Tras los rostros de cuales de sus hermanos se ocultaban los demonios? Alzaba la mirada de vez en cuando, como si tratara de encontrar algún gesto que le llamara la atención. Raciel y Chariel se mostraban iracundos, pero no los creía demonios, dudaba de que su actuar fuese tan evidente, por lo que los descarto por ahora, pero mantendría un ojo sobre ellos. Observo a Imamiah, pensando que su posición sería la ideal para mantener oculto a algún demonio tras su rostro, se mostraba seguro, demasiado, al contrario del miedo mantenía el resto. Que el Creador le perdonase por sus decisiones.

- Perdónanos, Padre... - 

Un humano se habría ruborizado ante las palabras de Raciel, ante tal muestra de confianza. Mebael no se ruborizó, pero tampoco le fueron indiferentes. Estaba sorprendida y orgullosa al mismo tiempo.

_Gracias por tus palabras, Raciel. Estoy segura de que no te defraudaré.

Observó que los ánimos se habían tranquilizado un poco y se refirió al tema del espejo.

_No está mal que aconsejemos a ese hombre. De hecho eso es lo que nos hace fuertes y debilita al enemigo, que los hombres se acerquen a Dios y se alejen de la mala senda. Lamentablemente no me siento en estos momentos capaz de dar un buen consejo por todas las cosas que andan dando vueltas en mi cabeza, pero no dudo que ustedes lo harán bien.

Finalmente se giró hacia Somiel.

_Por favor, Somiel, recuerda que la mano de Dios llega a todos lados, y es todopoderoso en los cielos, en la tierra y en los infiernos. No lo vuelvas a poner en duda. Tengamos Fe.

Inspeccioné el lugar y no encontré salida posible. Hummm... Me volví a mis compañeros. Si decían la verdad debíamos marcar a alguien cuando llegara el ocaso... No era una idea agradable. ¿Cómo iban a saber quién era un elegido de Lucifer? Desde luego no iban a responder con un "YO" si se les pregunta directamente. Por ahora la única pista es "quién a demostrado menor interés en salir de aquí y ha querido desviar las miradas hacia otra cosa". Cerré los ojos y recé al Padre Todopoderoso para que me guíe. He de tomar una decisión y no había vuelta atrás.

-¿Qué vais a hacer vosotros, hermanos y hermanas?

Cuando Somiel se aleja y se defiende por sí misma, no me muevo, sencillamente observo todo lo que dicen en silencio.

Y tras la pregunta de Jeliel me decido a hablar nuevamente.

-Yo ya aconsejé al mortal.

Dicho lo cual, inclino mi cabeza y continúo a la espera.

Vasariah se mantiene parado como si fuera una estatua, erguido y alerta ante cualquier amenaza. Luego se percata que sus hermanos hablan de buscar una salida.

- Lumiel, Jeliel... Es innecesario buscar una salida, creo que debemos estar atentos y juntos para lo que va a pasar.

La imagen reflejada en la superficie del espejo fluctúa. 

La presión a la que parece el hombre sometido sigue siendo muy real. 

Piensa en las consecuencias que podrían tener sus actos. Sus decisiones, tanto en el extremo de dejarse llevar por el mandato de su jefe como en la posibilidad de contradecirlas, tienen desventajas. Pero los susurros que llegan a acariciarle el alma con gentileza o dureza, le aportan resolución. Ajeno a la intervención que han hecho varios de los ángeles que observan desde el otro lado del espejo, el hombre se levanta, y dejando parte de la comida en la bandeja para disimular, coge un segundo plato y se la acerca al condenado. 

Es tanto el tiempo que lleva sin comer que le cuesta adaptarse, pero poco a poco recupera algo de vigor. En su mirada hay incomprensión. ¿Cómo demuestra piedad un hombre que tanto lo odió?

La ansiedad desciende en el corazón del guarda, pero no desaparece. Quizás porque ya sabía que era cuestión de tiempo, y una insubordinación como aquella era imposible que quedase en secreto. Sus compañeros se dan cuenta de lo que está haciendo, y alguno de ellos se lo cuenta al jefe. Ni siquiera alcanza a saber cual de ellos ha sido.

La imagen en el espejo fluctúa una vez más, mostrando su futuro cercano, haciendo cola en la lista del paro, teniendo que pedirle a su hijo mayor que abandone sus estudios porque ya no podrá seguir pagándoselos, buscando en la basura para completar lo que los comedores sociales ofrecen, por falta de recursos...

El antiguo carcelero podrá sentirse desgraciado por la poca previsión que ha tenido su decisión final, pero en el fondo, sabe que la decisión que tomó fue la correcta, y esa secreta satisfacción nadie podrá arrebatársela ni en esta vida ni en la siguiente.

Las palabras de Raciel ciertamente tenían parte de razón, pero sus formas no fueron las mejores. Además, en algunas ocasiones esa "debilidad" era justo lo que se necesitaba para salir adelante y encontrar una razón por la que hacer frente a la situación.

- Hermana Somiel, trata de canalizar ese dolor en fortaleza. La hermana Yuriel así lo habría querido. Y al igual que ella, cualquiera de nosotros puede caer presa de las garras del mal. No nos pueden coger desprevenidos. -Le sonreí levemente, tratando de inspirarle tranquilidad.- En cuanto a los demás... a mi también me gustaría ayudar a buscar una salida.

Pensando en que esta noche tenía que caer alguno de nosotros no hacía más que revolverse mi estómago. 

- No sé, ¿y si no votamos? ¿Y si no seguimos este juego e intentamos buscar una salida?

Al ver la imagen del espejo, me agache y entrelacé mis manos. Como ángel debía aceptar las consecuencias de sus acciones y eso haría. Sabía que iba a salir de aquí y cuando lo hiciera, velaría por la familia del hombre por siempre.

-Hermanos, hermanas... El ocaso se acerca y sólo puedo encomendar nuestras almas a Dios.

Sitael se aparto del espejo pensativo al ver la imagen y trago saliva.

-Me temo que me equivoque, yo le hable al reo no al carcelero.-Se llevo las manos a la cabeza confundido, ¿Había errado en dictar al pecador? ¿Que consecuencias tendría eso? Por suerte las preguntas de sus hermanos y hermanas le sacaron de su preocupación dejándola a un lado. Después de todo el reo seguiría cumpliendo condena.

-Hermana.-Se dirigió a Lumiel.-Creo que fue Ylahiah quien dijo que tal vez esa votación se produzca simplemente albergando alguna duda en uno de nosotros. Simplemente con eso valdría. No creo que podamos evitar tal votación, si lo que dice es cierto.

-Por otra parte, ¿Este lugar no es algo distinto al de ayer? Puede que fluctuemos por distintos lugares, tal vez solo permaneciendo el tiempo suficiente logremos encontrar una salida.-Miro esperanzado a sus hermanos, aunque era consciente del propio peligro de permanecer allí, esperando.-Pero como el resto deseo acelerar ese proceso, salir de aqui y volver junto a él.

Al ver movimiento en el espejo me acerco de nuevo para contemplar apenado el resultado de la buena acción del hombre. Esperaba que Padre tuviera reservado un futuro más prometedor para aquella familia o que consiguieran seguir aguantando las tentaciones de corrupción por parte de Lucifer para acabar finalmente en el cielo, donde serían acogidos con brazos abiertos. 

Pero ahora debía apartar mi atención de aquel mortal, por el que poco más podía hacer, para centrarme en otro problema. El encierro que sufríamos en aquel extraño lugar donde la misma Muerte se había presentado ante todos para darnos una supuesta oportunidad. Que decidiéramos su cosecha... 

Las disputas entre mis hermanos se habían calmado. Ahora pensaban en no dar ningún nombre a la Muerte, en que podría pasar por ello, en si podríamos hacerlo... Yo había dado mi opinión, la repetiría. 

- Si, fui yo. Y así lo creo. La Muerte dijo que observara nuestras almas y leerá nuestra voluntad. ¿Pero buscara simplemente nuestro deseo de que alguno de nuestros hermanos fallezca? No lo encontrara en mí, tampoco en muchos de vosotros, solo en los culpables de la muerte de Yuriel. No sería darnos demasiada oportunidad. Por ello creo que rebuscara más y se aprovechara de cualquier duda que tengamos, aunque nosotros pretendamos apagarla por la confianza depositada en el resto. - Hago una breve pausa mirando los rostros de mis hermanos. - Espero equivocarme. Aunque si es necesario un deseo más fuerte, más claro, solo los corruptos harán su elección. Y no confío en que entonces la misma Muerte ceda y nos facilite los nombres de quienes hayan elegido. - 

El espejo nos ha mostrado el resultado de nuestros consejos, al final el hombre decidió ayudar al prójimo pero a cambio vivirá una vida de desdicha... "¿Por qué señor? ¿Por qué pasará esto si su obra fue generosa?" quiero pensar que eso sería un futuro cercano y que al final aquel hombre tendría una vida feliz.

-Hermanos que lo que le va a pasar a este hombre nos sirva de lección. Todo gesto trae su consecuencia y aunque tengamos buenas o malas acciones al final del día todo puede cambiar, y debemos pensar que a mejor. Por eso no debemos sentirnos culpables de votar a uno de nosotros ya que es por un fin común para salir bien parados.

Dicho esto guardo mis armas pues solo queda esperar...

Miro apenada como llega el ocaso, pronto la muerte vendrá de nuevo a por alguno de nosotros... Reprimo un escalofrío y miro hacia el espejo, el cual se ondula y nos muestra al hombre, el cual ha tomado una buena decisión, lo cual me alegra, pues si se hubiese dejado llevar por el mal camino no se lo habría perdonado su conciencia. Aunque su futuro cercano... A veces las buenas acciones no son las más fáciles de tomar, pues sus consecuencias no son agradables, pero por lo menos el hombre podrá tener la conciencia tranquila de haber hecho lo correcto. Quizá dentro de algún tiempo la suerte le vuelva a sonreír, lo que conocen los humanos como karma creo... si haces buenas acciones te ocurren cosas buenas.

Aparto la mirada del espejo y miro a mis hermanos con cierta tristeza en mis ojos -hermanos, dentro de poco volverá la sombre que se lleva la vida... trago saliva antes de continuar -debemos encontrar alguna salida a este lugar. Puede que sea como el espacio anterior, un espacio sin principio ni fin, en el que vayamos donde vayamos volvemos al punto inicial. Pero creéis que si volamos alto llegaremos a algún sitio? Por lo menos tendremos má perspectiva del lugar donde nos encontramos... bajo el tono de voz conforme termino de hablar y acabo quedándome callada. Espero una respuesta afirmativa para alzar el vuelo, no me apetece ir sola..

Andariel ve como se acerca el ocaso, la muerte muy pronto estaría entre ellos y todavía las peleas internas seguían tan pasionales como desde el principio, era muy difícil tener que elegir a uno de sus hermanos para que muriera, mucho mas difícil clavar la marca de traidor o seguidor del innombrable a alguno de ellos. La realidad es que no tenia mucha mas opción que resignarse a la idea de que el hecho de que un traidor caminara entre ellos era una realidad y no una posibilidad, pero lo reconfortaba pensar que tal vez el traidor seria solo un demonio con la mascara de un hermano y no un hermano traidor. El sol caeria pronto y eso le causaba cierta angustia, la sangre no dejaria de correr...