Partida Rol por web

Aquelarre et confidentis

Introductio

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26/12/2013, 01:08
Director

En el juego se presupone que todos los seres legendarios de los cuentos y tradiciones populares existieron realmente, que la magia es tan real como la ciencia y que las mismas leyendas son hechos históricos. Así, los personajes del juego se van a tener que enfrentar con el Lobisome de Galicia, los Duendes Castellanos, los Guls de Al-Andalus o los Follets de Cataluña. A éstos hay que sumar las criaturas que figuran en los capiteles románicos y en las miniaturas de los códices religiosos: tanto engendros demoníacos dispuestos a devorar nuestra alma como seres angélicos que vienen a castigar nuestros pecados.
Por su parte, los jugadores interpretan a personajes que representan hombres y mujeres medievales normales, con sus defectos y sus virtudes, con sus limitaciones y sus ventajas.

El juego está basado en fuentes históricas, pro no hay que confundirlo con un manual de Historia. Aquelarre es un juego de Ambiente histórico medieval, no es un juego histórico medieval.

En el mundo de Aquelarre hay un enfrentamiento entre dos realidades: por una parte está el mundo racional.
Forman parte de él el ser humano, las ciencias, la lógica, el día...
Pero existe otro mundo. Un mundo del cual forman parte la noche, la locura, la fantasía, las criaturas legendarias... y la magia.
Es el mundo irracional.

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26/12/2013, 01:09
Director

La Vida en la Edad Media

 

Las clases sociales

El estilo de vida en la Edad Media está supeditado al origen social: o se es noble, o se es plebeyo. En la época de Aquelarre no obstante, las cosas están empezando a cambiar. Antaño la Nobleza lo tenía todo: la fuerza de las armas y la fuerza del dinero, ya que controlaba las tierras cultivables, en un mundo eminentemente rural. Las ciudades, sin embargo, han ido repoblándose, y ha aparecido una clase social nueva: la Burguesía, que controla el comercio y los negocios.
Se puede decir que un burgués rico vive tan bien como un Duque, y quizá mejor, aunque no tenga las ventajas sociales que la nobleza comporta.

- Alta nobleza: es la élite del país. Grandes propietarios rurales, normalmente con un grupo de gente armada a su servicio, y que muchas veces encontramos instalada en las ciudades o en la Corte, incluso controlando la política del reino si el rey no es lo bastante enérgico.
- Baja nobleza: está formada por los “nuevos nobles”, gentes ennoblecidas por el rey en reconocimiento a sus méritos, normalmente guerreros. En este campo se engloban igualmente los hijos de nobles sin derecho a título. Un integrante de la Baja nobleza dispone de muy pocas o ninguna propiedad, y es raro que pueda pagar a más de seis hombres. Normalmente deben partir a buscar fortuna, ya sea al servicio del rey o de un noble poderoso. El hijo de un miembro de la alta nobleza será considerado un caballero hasta que no herede el título (y por tanto, miembro de la Baja nobleza). Los hijos segundones de caballeros e hidalgos serán a su vez hidalgos.
- Burguesía: esta clase social es la elite de los plebeyos: abarca a los hombres que, sin ser nobles, han conseguido enriquecerse, disponiendo muchas veces de más capital que los mismos aristócratas. Sin embargo, no disfrutan de los mismos privilegios que la nobleza, por lo cual intentan emparentarse con ella. Suelen residir en las ciudades.
- Villanos: se trata de la clase baja de las ciudades: los habitantes humildes, que viven en la ciudad para escapar del dominio de la nobleza, y que trabajan normalmente al servicio de los burgueses ricos.
- Campesinos: forman la clase más baja de la sociedad feudal. El campesino rara vez es propietario de sus tierras, estando supeditado a su amo, normalmente un señor feudal, que establece con él un contrato de protección y cesión de las tierras a cambio de obediencia y el pago de una serie de tributos. Ciertos campesinos (los siervos de la Gleba) están supeditados a la tierra que trabajan, no pueden salir de ella (salvo con el permiso expreso de su señor) y se compran y venden junto con la tierra.

La casa

Los materiales de construcción son la piedra, el ladrillo, el adobe y la madera. En las clases humildes este último es el material principal, mientras que para los ricos lo es la piedra.
Las casas humildes tienen dos pisos: en la planta baja está la cocina y una sala-taller destinada al trabajo. En esta sala está la puerta de entrada. Al fondo de la cocina suele haber otra puerta, que da a un patio interior, el cual muchas veces sirve de huerto. En el piso superior están las habitaciones.
En el subsuelo suele haber una bodega, y un granero en el techo. Elementos de lujo son las letrinas, baldosas en los suelos, tapices, mayor uso de la piedra en la construcción, chimeneas en lugar de braseros y paneles de cristal supliendo a las contraventanas de madera.
Hay los muebles imprescindibles para llevar a cabo las funciones básicas: comer y dormir. Esto se solucionaba con cuatro muebles principales: la cama, la mesa, los asientos y las arcas.

La alimentación

Los dos alimentos básicos de la dieta medieval son el pan y el vino. Aparte de éstos, por supuesto, se consumían otros muchos productos.
Se come carne de: Carnero, Macho Cabrío, Vaca, Oveja, Ternera, Aves de Corral y sobretodo Cerdo. En períodos de abstinencia religiosa (Cuaresma), la carne se sustituía por pescado.
Las verduras más consumidas eran las judías, lentejas, guisantes, habas, nabos, coles, lechugas, rábanos, calabazas y ajos. En cuanto a las frutas: manzanas, peras, ciruelas y fresas.
A esta dieta se añaden los huevos, grasa animales, y aceite y, como bebida, leche, vino y agua.
La gente come usando escudillas, cucharas, cuchillos y los dedos. Las servilletas y manteles sólo en las mesas de los poderosos y aun así, solo en ocasiones muy especiales.

El vestido

El vestido femenino suele ser largo, mientras que el masculino es más bien corto. Los campesinos y humildes visten telas bastas de tonos oscuros; los poderosos hacen ostentación de su riqueza vistiendo paños de calidad teñidos de llamativos colores. Los eclesiásticos tienen prohibido usar vestiduras rojas, verdes o rosadas. Los judíos y musulmanes en zona cristiana, no pueden vestir pieles blancas, ni paños de color.

Higiene y cuidado personal

Es censurable dedicar mucho tiempo al cuidado del cuerpo, ya que provoca pasiones incontrolables que pueden hacer perder el honor y el alma.

Bañarse de cuerpo completo más de dos veces al año está considerado una inmoralidad, así como una muestra de irresponsabilidad: existe la firme creencia de que el baño prolongado provoca diarreas agudas.
Las mujeres depilan su cuerpo frotándose con cal viva, o bien untándose los dedos con pez y usándolos como la moderna cera depilatoria.
La transpiración se elimina mediante una pasta desodorante hecha a base de almizcle, clavo y nuez moscada.
La mujer debe llevar el pelo recogido. Sólo las prostitutas y las niñas menores de 10 años pueden llevar el pelo suelto.
Los cristianos humildes no pueden dejarse crecer la barba ni la melena.

Modales durante la comida

Es de buena educación comer con los tres primeros dedos.

No está bien visto comer en cuclillas ni de pie, y mucho menos con prisas.
No es chic roer los huesos, ni dejarlos en la escudilla; es mucho más elegante dejarlos sobre el mantel o arrojarlos por encima del hombre (para que los roan los criados o los perros).

Sexo y matrimonio

Aunque la Iglesia (como ahora) prohibía las relaciones sexuales que no se realizaran con fines reproductores, las mujeres recurrían a métodos anticonceptivos bastante rudimentarios: bebedizos a base de Ruda, conjuros de dudoso efecto, toscos preservativos hechos con tripa de cerdo, sodomía, la clásica “marcha atrás” o bien dar fuertes golpes en el vientre de la mujer embarazada para provocar el aborto.
Las muchachas se consideran casaderas a los 12 años. Es normal que, en primeras nupcias, su marido tenga 10 o más años que ella.
La mujer jamás puede negarse a hacer el amor con su marido, a no ser que éste quiera poseerla en otra postura que no sea la habitual. Se considera especialmente pecaminosa la postura del sodomita, y sobretodo si se hace a una mujer, ya que se considera tal acto una burla a Dios, y por lo tanto un halago al Diablo. Los sodomitas suelen ser quemados vivos, tras haber sido castrados antes.

Varios

Aparte del vino, se beben aguardientes fermentados y el Hipocrás, bebida hecha con vino tinto hervido, especias y miel.

El uso de ropa interior (calzoncillos) fue censurado por San Benito, ya que consideraba esa prenda superflua.

Se suponía que la terrible Peste Negra tenía su origen en unos vapores pestilentes que escapaban del suelo. Para evitar el contagio las gentes vestían largos abrigos, guantes y zapatos con una suela extremadamente gruesa, así como una capucha con una máscara en forma de pico de pájaro, en cuyo extremo había hierbas perfumadas.

El día y la noche

El principio de la jornada está marcado por la salida del sol, y la puesta del mismo marca su final. No existe iluminación pública, las amas de casa aprovechan la oscuridad para echar la basura a la calle. Al amanecer se soltarán los cerdos del ayuntamiento o de la comunidad, para que coman la basura limpiando las calles.

Existen dos maneras de medir el tiempo: una de ellas es el llamado “tiempo de Dios”. El día se divide en ocho grupos de tres horas, de acuerdo con los rezos: Maitines, a medianoche. Laúdes, a las 3 h. Prima, a las 6h. Tertia, a las 9h. Sexta, a las 12h. Nona, a las 15h. Vísperas, a las 18h. Completas, a las 21h.
La otra manera de medir el tiempo es con los relojes de sol y los muy raros relojes de pesas y campanas. Era el llamado “tiempo de los hombres”: 24 divisiones de una hora cada uno.

Notas de juego

En esta partida usaremos la Moneda de Castilla (que no quita que en un momento dado usemos otra) que tienen la siguiente equivalencia:

1 Maravedí de Vellón 10 Dineros

 

Verés que de cuando en cuando escribo Maravedí de Plata, me refiero a Maravedí de Vellón. Es que en la primera edición eran maravedíes de plata , pero vamos que afectos de juego es lo mismo.

Diferentes Medidas:

Cuartillo 0.5 Litros
Fanega 55.5 Litros
Pie 28 centímetros
Vara 84 centímetros
Onza 28,75 gramos
Libra 460 gramos
Arroba 11,5 Kilogramos
Legua 4,19 Kilómetros
Pulgada 2,33 centímetros