Al ver cómo Lanzed se interponía en la explosión para protegerla Lythrai supo de inmediato lo que debía hacer y reaccionó en una fracción de segundo. Su doble sombrío apareció delante de Yzlin e Iraide, haciéndoles de cobertura como Lanzed había hecho con ella y Hazir. Simultáneamente también, la mano de Lythrai y la mano de su doble rozaron las manos de Hazir e Yzlin a tiempo para transferirles la protección mágica que pudo, pero no le quedó más tiempo a Lythrai para cubrirse de la explosión, ni para proteger a Lanzed, ni mucho menos a sí misma. No sabría si sus últimos esfuerzos por salvarles servirían de algo, pero al menos lo habría intentado. Al menos pudo despedirse de Socar cuando le liberó de sus votos, pero por desgracia no tuvo tiempo de despedirse de Nickar, de Hazir ni de Yzlin, ni tampoco de Lanzed Fonn'Aster y el Pequeño Gris.
Tantos asuntos pendientes sin resolver... el asesinato de la bebé Unrir, el resurgimiento de los Fonn'Aster y encontrar al fundador de la orden, la instrucción del Pequeño Gris, la promesa que le hizo a Hazir de ayudarle a tomar Quisan... sus amigos la habían ayudado a rescatar a Shar y ella nunca pudo devolverles el favor. Y otras tantas cosas más que quería hacer con Yzlin, Nickar y Hazir... aún no les había dicho las suficientes veces cuánto les quería. Aún siquiera nunca pudo decirle de verdad a Hazir que... que...
... ... ...
Motivo: Salvación de Reflejos de Lythrai
Tirada: 1d20
Resultado: 3(+4)=7 [3]
Motivo: Salvación Fortaleza o morir
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 3(+3)=6 (Fracaso) [3]
-Invoco a Doble Sombrío de Shar Layldara donde Iraide e Yz (No cuesta acción) para que haga cobertura a las dos con su cuerpo sombrío (Layldara tiene mis PG totales: 112).
-Doble Sombrío Layldara gasta 1 de los Lanzamientos Rápidos de Lyth, lanzándole Resistencia de Oso a Yzlin para que tenga un bonificador de +4 a su constitución (para la tirada de salvación de muerte CD15) y también puntos de vida temporales extra equivalentes a ese nuevo modificador.
-Lythrai gasta 1 (el que queda) de sus Lanzamientos Rápidos en ponerle Resistencia de Oso a Hazir, para que tenga un bonificador de +4 a su constitución (para la tirada de salvación de muerte CD15) y también puntos de vida temporales extra equivalentes a ese nuevo modificador.
-112-97= 15 PG pero fallo la tirada de Salvación de Constitución (3+11=14) así que Lythrai Fonn'Aster muere en la explosión DDDDDD:
Por cierto ya que mi arma estoque-arco mágicos iba a ser para Yzlin, humildemente solicito que dicha arma sobreviva la explosión y ella pueda recuperarla ;_; <3 (si sobrevive xDDD)
Motivo: TS Daño Masivo Iraide
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 3(+6)=9 (Fracaso) [3]
Motivo: TS Daño Masivo Lanzed
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 3(+8)=11 (Fracaso) [3]
Iraide: (*El 4º daño de Nameogh es el primero de Iraide) 101 Puntos de Golpe -15% de cobertura por doble sombrío = 86 Pg
Yzlin: (*Tu daño sónico es 26, olvidé cambiar el d8 a d4) 117 - 20% de cobertura por Iraide = 94 Puntos de Golpe -15% de cobertura por doble sombrío = 80 Pg
Yzlín, Hazir recordad que teneis un +4 a vuestro TS de Fortaleza gracias a Lythrai.
El delator brillo azul me indicó que algo no iba bien. Tarde. No podía escapar de la explosión, y aunque hubiera podido, no sabría decir si lo hubiera hecho. Recibí el golpe de lleno, ardiente como el infierno desatado, potente como el embate de un gigante enfurecido, reventando mis tímpanos como cristal roto. Un dolor tan espeluznante como delicioso.
Cuando todo acabó estaba al menos veinte metros más allá del epicentro del estallido. Abrí los ojos, desorientado, y me incorporé a medias, hasta sentarme. El brazo izquierdo, con el que había golpeado a Sócar, ya no estaba, y del apéndice solo quedaban jirones sanguinolentos ahora cauterizados por las llamas. Decenas de heridas surcaban mi cuerpo prácticamente desnudo, pues la ropa se había volatilizado y hecho cenizas casi por completo, a excepción de algunos trozos de tela que se habían quedado fundidos a la piel aquí y allá. Presentaba un aspecto lamentable, cada movimiento era sufrimiento y en mi mente solo confusión, pero eso solo significaba que estaba vivo. De alguna manera, había sobrevivido...
...Y solo podía hacer una cosa. Una única cosa.
Reír.
Motivo: Vida o Muerte
Tirada: 1d20
Resultado: 3(+10)=13 [3]
Motivo: Vida o Muerte
Tirada: 1d20
Resultado: 3(+10)=13 [3]
Motivo: Salvación reflejos
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+5)=24 [19]
Sentir frío es experimentar un intercambio de grados con el ambiente, es que el aire que respiras te devuelva una baja temperatura y te haga levantar hasta el más escondido vello de tu cuerpo, un escalofrío es algo totalmente distinto... la tiritera que te azota como un látigo de un entorno helado no es igual que el estremecimiento que te provoca palpar el frío vacío de un muerto. Iraide, ella me hizo tener escalofríos.
-¡Ni se te ocurra intervenir serpiente!- fue lo último que escuché de su boca. -Ni se te ocurra- susurró en mi oído.
Hubo un estallido y después, silencio. Las lesiones originadas como consecuencia de la propagación de una onda generada por el foco de la explosión genéricamente se denominan soplo. Y es curioso que se les llame de esa forma cuando lo único que pasa por delante de tus ojos es una luz blanca que en un suspiro te hace volver al vientre materno, un soplo de aire agresivo que te envuelve en la nada.
Mientras ese instante pasa delante de tus ojos, el cuerpo, paralizado, inmovilizado, comienza a sufrir los efectos del fenómeno. El cuerpo se fragmenta, cada pedazo de tu tiempo se desintegra como si la vida no fuera más que partículas, las puntas de los dedos frías de sentir el cuerpo de Iraide alcanzaron tal temperatura que la marca que dejé en su espalda podría ser una obra de arte erótica. Cada traza de cabello caía al suelo, cada pigmento de piel caía al suelo, cada diente de la única serpiente que me acompañaba tras toda aquella historia, caía al suelo.
Cada pequeño poro de piel, cada hueso, las venas, destrozadas, quemadas, ardía como si el mismo rey de los infiernos me hubiese condenado a la más cruel de las torturas. Es la angustia de la quema, del fuego, de la purificación del alma en el mundo terranal, dolía... vivir dolía, morir incomodaba.
Sentía cada herida, cada hendidura en la piel, si es que aún me quedaba pedazos, las chispas provocaban en mi cuerpo un sin fin de golpes de aguja afilada, pequeños cortes molestos que ya llegados a este punto tan solo eran cosquillas. Aquella explosión estaba haciendo trizas mi cuerpo, el suyo, el nuestro... fracturas, amputaciones, hemorragias, la aorta en el punto más alto de ebullición al borde de salpicar para pintar un fresco sobre esas paredes hechas trizas, un sin sentido pero con sentimiento... Inspiro.
Inspiré humo, exhalé vida, mi aliento no era el mismo. Inspiré de nuevo... fuego, exhalé energía, carbonizada.
Y allí, mirando fijamente los ojos de Iraide acabó todo, con un gran foco de luz y mi alma abrazando la muerte.
Detrozado, permanecías tumbado boca arriba, incapaz de moverte. Disfrutando de un dolor atroz allí donde aún te funcionaban los nervios. El polvo cubría tu cuerpo y se adhería a tus heridas que adquirían un tono oscuro y desagradable.
Aquella explosión te había pillado por sorpresa. Con un gran esfuerzo, lograste alzar la cabeza pegando la barbilla al pecho sólo para dejar caer otra vez con un golpe seco. Pudiste ver el cráter dejado por Sócar. La armadura al completo se había desintegrado. También viste dos cuerpos inmóviles cubiertos de polvo: la princesa Iraide y la medusa Yzlín. El túnel por el que ésta última había accedido a aquella placita centro de la explosión se había derrumbado, sepultando seguro a Lythrai y Lanzed. Tampoco estaba por allí el mediano lector de mentes Nameogh... ¿o sí?¿Cuántos habrían perecido por aquella explosión?
La luz y el humo negro delataban que había incendios por doquier. El fuego consumía los viejos troncos y ramas que sostenían las ruinas del Parque Ruina de Viajero y los derrumbamientos eran constantes. Poco a poco, el silencio fue roto por un grito que pedía ayuda. Otro estruendo cesó la voz de aquel infeliz. Pasos frenéticos con sollozos lastimeros pasaron a tu lado y se alejaron.
Aquella explosión sorprendió a los bandidos que estaban expoliando la ciudad. Poco a poco el polvo se fue asentando y el silencio reinando en todo el lugar. Dolor agudo, incesante... palmas... alguien estaba dando palmadas.
-Clap-
-clap-
-clap-
-¿Has sido tú? Sí, sé que has sido tú. Te he estado observando desde tu primera carcajada- la voz era distante pero presente. No era un tono de alguien alterado por ver un cuerpo destrozado, un moribundo en sus últimas horas. Era una voz decidida, tranquila, juguetona. Una voz que habías escuchado antes pero no lograbas ubicar.
-Tú has dado el golpe de gracia, desencadenado la explosión. El instrumento de la demonio que te revivió enviándole almas para saldar su deuda y reducir su condena en el Abismo- Asiento -¿Cuál será la próxima matanza que protagonizarás en su nombre?-
Las voces en tu cabeza, por primera vez, guardaron silencio. Ellas lo sabían. Al menos las dos que quedan.
La voz de tu interlocutor delata que se está moviendo pero en ningún momento se pone en tu línea de visión. -¿Cómo te hace sentir eso?-
La pregunta se produce cerca, alzas la cabeza para intentar mirar en esa dirección. Allí no hay nadie. No ves a nadie, ni siquiera el cuerpo del Mediano aunque todo está cubierto de polvo y escombros. Puede que haya sido sepultado.
Y mientras tienes este pensamiento alguien pisa el muñón sanguinolento en el que ha quedado reducido tu brazo. Gritas, y el grito se pierde en la lejanía.
Seguimos aquí
¿En su nombre? Paré de reír. Yo no mataba para nadie. El dolor era por y para mi, no movían mis hilos, ya no. Había sido una marioneta mucho tiempo, pero ahora... Ahora...
...
...
...
* * * * *
La conciencia de Pain se atenuó y volvimos a ser Shikon. No podíamos permitirle ahondar demasiado, no podíamos dejarle campar libremente. Pero luchaba, y ahora que habíamos perdido a uno, ahora que había derramado sangre familiar para él, era más fuerte. Gritamos, y agradecimos la oscuridad que acompañó a nuestro dolor.