Partida Rol por web

Ya somos do... tres entonces- dije, tras oír a la chica llamada Aire, corrigiendo en el último momento a causa de sus comentarios -Me enseñaron a usar la magia y a manipular su energía... aunque no se cuan útil puede ser eso aquí- añadí, en voz algo más baja y en un tono que indicaba que no parecía creer que fuese algo importante o especial, tras lo que me quedé observando a Aire. Antes me había alegrado al oír que Danae conocía algo de magia, aunque no parecía exactamente del mismo tipo que la que yo conocia, pero Aire podía usar el mismo tipo de magia como él... o eso decía. La verdad es que no sabia como tomarlo, y mucho menos como tratarla a ella

Al menos no va a la biblioteca- pensé, contento de poder posponer el tema para otro momento.

¿Entonces vamos Danae y yo a la biblioteca, o viene alguien más con nosotros?- dije, intentando centrarme en lo que tenía que hacer.

Veamos, a la puerta del norte nos vamos, Marcus, Aire y yo.

A la biblioteca se van, Danea y Azoth. El resto si eso que esperen aquí, pero nosotros será mejor que nos marchemos ya.*

¿Entendido?

-Bien, la biblioteca y yo no somos muy amigos- masculló Dwerinn.- Pero iré de todos modos- añadió mirando a Danae.- Más te vale cambiarte esa ropa monacal y ocultarte un poco hija- añade bajando la voz.- Tomm ¿está tu Helen por ahí?
-Voy a buscarla- dice Tomm asintiendo y desapareciendo por la puerta de la cocina.
-Bien muchachos, nos vemos entonces en tres horas en el puente norte- termina ofreciéndole la mano a Marcus para que se la estreche.

Entonces somos tres los que iremos a la biblioteca- dije, más comentándolo para mi mismo que para los demás -Gracias por acompañarnos- le dije al tal Dwerinn.

Bueno, al menos así no nos perderemos- me dije, pues dudaba de que pudiese orientarme bien en la ciudad –No se como la gente de aquí no se pierde, si todas las calles son iguales- pensé.

Bueno, yo espero fuera mientras te cambias- le dije a Danae, dicho lo cual, fui a la habitación para coger mi capa, y luego salí de la posada.

Aire se quedó seria. Eso era una misión contra aquel hombre que había acabado con su familia. Un brillo distinto apareció en sus ojos, un brillo asesino. Miró a su lado y asintió a la Pequeña Dama.

Vamos, tenemos cosas que hacer dijo con un tono totalmente distinto al que se había escuchado hasta ahora.

Salió por la puerta de la taberna, esperando que los demás la siguieran.

La mujer miró a Dwerinn esbozando una ligera sonrisa, sabía como seguramente la mayoría el motivo por el que el enano había decidido ir a la biblioteca y se lo agradecía, tener una cara conocida junto a ella la relajaría. Ante la idea de cambiarse de ropa asintió con la cabeza levantándose y buscando con la mirada a Helen cuando se acercase para que le prestara algo. Antes de marchar a las habitaciones se giró hacia el resto de sus compañeros.

- Tened cuidado